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La insulina para el tratamiento de la diabetes, una de las enfermedades más extendidas en el mundo, que afecta a unos 420 millones de personas de las cuales 65 millones necesitan el medicamento, fue descubierta hace 100 años. Sin embargo, hoy millones de pacientes no tienen o pagan un altísimo costo por un tratamiento que les garantiza una vida más saludable y los protege de las peores consecuencias de esta enfermedad como amputaciones, infartos o ceguera.
Ante esta panorama la Organización Mundial de la Salud hizo un anuncio revolucionario. Esta semana sus directivas lanzaron el primer programa de precalificación de la insulina. En otras palabras, el organismo que goza de credibilidad en todo el mundo comenzará a probar tratamientos genéricos y los respaldará para que lleguen a poblaciones que hoy no tienen acceso.
Una jugada en el intrincado mundo del poder farmaceútico que ya tiene a varias empresas preocupadas por el efecto que tendría sobre sus finanzas. Tres fabricantes (Eli Lilly, Novo Nordisk y Sanofi) controlan la mayor parte del mercado mundial de insulina, fijando precios que son prohibitivos para muchas personas y países.
Se estima que de esos 65 millones de personas con diabetes de tipo 2 solo la mitad pueden acceder a ella. “La diabetes está en aumento en todo el mundo, sobre todo en los países de ingresos bajos”, dijo el Director General de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus. “Demasiadas personas que necesitan insulina se enfrentan a dificultades económicas para acceder a ella, o se quedan sin ella y arriesgan sus vidas. La iniciativa de la OMS de precalificación de la insulina es un paso fundamental para asegurar que todos los que necesitan este producto vital puedan acceder a él”.
La insulina ha estado en la Lista OMS de Medicamentos Esenciales desde su primera edición en 1977. Los datos recogidos por la OMS en 2016-2019 en 24 países de cuatro continentes mostraron que la insulina humana sólo estaba disponible en el 61% de los centros de salud. El suministro mensual de insulina le cuesta a un trabajador de Accra (Ghana) el equivalente a 5,5 días de salario por mes, o el 22% de sus ingresos.
“Es de esperar que la precalificación de productos de otras empresas ayude a nivelar el terreno de juego y a garantizar un suministro más constante de insulina de calidad en todos los países”, comentó a través de un comunicado Mariângela Simão, Subdirectora General de la OMS para Medicamentos y Productos Sanitarios.
La diabetes es la séptima causa de muerte en el mundo y una de las principales causas de complicaciones costosas y debilitantes, como ataques cardíacos, accidentes cerebrovasculares, insuficiencia renal, ceguera y amputaciones de miembros inferiores.
El ejemplo del VIH
Lo que ahora intenta la OMS con la diabetes ya ocurrió con tratamientos para el VIH. Ante los altos precios de estos fármacos, en 2002 la organización comenzó el mismo proceso de precalificación. En ese momento, el tratamiento promedio rondaba los US $15.000 por año. Un precio prohibitivo para la mayoría de afectados en un continente como África. Gracias al esfuerzo que emprendió la OMS esos mismos medicamentos comenzaron a ser fabricados en India, China y otros países con industrias genéricas y el precio se redujo a menos de US $ 75.
Se calcula que hoy alrededor del 80 por ciento de las personas en el mundo que toman medicamentos para controlar su infección por VIH están tomando genéricos de bajo costo probados y aprobados por la OMS.