Los detalles de LC16m8, la vacuna japonesa que donarán a Colombia
Aunque todavía no se tiene certeza de cuándo llegarían las primeras vacunas para la viruela símica, el Minsalud aseguró que el país recibirá 25 mil dosis de este biológico, que empezó a desarrollarse en la década de 1970.
Colombia ya tiene un acuerdo con Japón para recibir una donación de 25.000 vacunas contra la viruela del mono o mpox, como recientemente fue renombrada por la Organización Mundial de la Salud (OMS). Así lo anunció la ministra de Salud, Carolina Corcho, en una rueda de prensa, en la que también estaba el embajador de ese país asiático, Takasugi Masahiro.
Pese a la buena noticia, quedaron varias dudas por resolver. La principal tiene que ver con la fecha en la que llegarán las vacunas. Como dijo Masahiro, aún no pueden fijar un día en el calendario, una incertidumbre que despertó decenas de críticas en redes sociales.
Puede ver: Simulan un agujero de gusano en un ordenador cuántico
Pero hay un punto que, a los ojos de Corcho, hay que tener presente en esta discusión: la situación epidemiológica de la viruela del mono no es la misma que la del covid-19. Los casos han bajado tanto en Colombia como en otros Estados. El 20 de noviembre se detectaron cinco; el sábado 26 de noviembre, uno. En total, según el Instituto Nacional de Salud, en todo el territorio nacional se han registrado 3.852 casos y hay 93 activos. La mayoría (el 96 %) son hombres. Nadie ha fallecido.
Para contener este brote, varios países han administrado a los grupos con mayor riesgo la vacuna Jynneos (conocida como Imvanex en Europa e Imvamune en Canadá), fabricada por la empresa danesa Bavarian Nordic. Sin embargo, Colombia utilizará una japonesa que lleva por nombre LC16m8 y que será aplicada a quienes tengan factores de riesgo asociados a la enfermedad.
La LC16m8 es una vieja conocida. Su desarrollo comenzó en 1966, cuando el Ministerio de Salud japonés formó el Grupo de Investigación de Vacunas contra la Viruela (SVRG). Ante la preocupación por las reacciones adversas a los biológicos que se usaban entonces, a principios de la década de 1970, los japoneses decidieron buscar una vacuna que redujera o eliminara los riesgos.
Pocos años después lograron su propósito, cuando diversos estudios demostraron que LC16m8 era segura y eficaz. Más de 90.000 dosis se distribuyeron entonces entre la población japonesa, entre 1974 y 1975. No obstante, no hay certeza sobre cuántas se administraron, pues durante esos años India logró erradicar la viruela y el último caso conocido, en donde la enfermedad fue adquirida de forma natural, ocurrió en África en 1977.
Si bien la OMS señala que se demostró que, como la japonesa, las vacunas contra la viruela protegían contra la viruela símica en el pasado, “los datos actuales sobre la eficacia de las vacunas más nuevas contra la viruela o la viruela símica en la prevención de esta en la práctica clínica y en entornos de campo son escasos”. Por eso el organismo también recomienda generar información adicional sobre su eficacia.
Eso, justamente, es lo que pretende Colombia, dijo el Ministerio de Salud. Paralelo al proceso de vacunación, el país desarrollará un estudio para evaluar la seguridad de la LC16m8. Ese proceso será liderado por Hernando Gaitán, epidemiólogo de la Universidad Nacional. “Vamos a estar vigilando todos los posibles efectos adversos y beneficios de la vacuna. Dado que es una nueva población, es importante tener seguridad de los beneficios y los riesgos”, aseguró Gaitán.
Pistas de la vacunación
Los colombianos están acostumbrados desde hace ya casi dos años a una vacunación contra el covid-19. En gran parte del país hubo centros para aplicarse dosis. Pero desde el Ministerio de Salud son claros en señalar que eso no ocurrirá en esta ocasión porque, como advierte la OMS, la vacunación masiva contra la viruela símica no está recomendada y no se está haciendo en el mundo.
El organismo recomienda una vacunación concentrada en los grupos con conductas de riesgo. Se trata, en primer lugar, de personas que conviven o tienen contacto directo (incluido el sexual) con alguien que tiene la enfermedad. Ellos y ellas están en situación de mayor riesgo.
Si bien el riesgo de contraerla no se limita a las personas sexualmente activas o a los hombres que tienen relaciones sexuales con hombres, la mayoría de los casos notificados en el brote actual se han detectado en este último grupo. El doctor Carlos Arturo Álvarez, coordinador nacional de estudios sobre el covid-19 en Colombia, explicó que seguramente esa población tendrá que ser priorizada.
Aun así, hay otra gran duda: el Ministerio de Salud no reveló un plan de priorización de la población a vacunar, si bien señaló que esta se concentrará en las ciudades con mayor número de contagios, entre las que están Medellín, Bogotá y Cali.
¿Cómo se vacunarán estos pacientes? Por el momento se han planteado dos rutas. “Hay dos estrategias de vacunación: una que es preventiva, que se aplica antes de que la persona pueda estar expuesta, y se hace a las personas que han tenido mayor probabilidad de transmisión, con conductas de riesgo que pueden facilitar la trasmisión. Y hay otra posibilidad adicional de una vacunación preventiva posterior al riesgo y que probablemente, si se coloca la dosis en los primeros días, puede tener un beneficio”, explica Álvarez. El Ministerio aún no decide cuál de las estrategias utilizará.
El proceso de vacunación, por otro lado, será liderado únicamente por las secretarías de Salud. “Esto no es una cosa que nos inventamos. Es un protocolo liderado por la OMS y acordado técnicamente entre el Ministerio japonés, el Ministerio colombiano y la Universidad Nacional. Es un protocolo de implementación de la vacuna LC16m8 en el país. Eso implica buscar los sitios donde hay más casos, a las personas con mayores factores de riesgo y ponerles la vacuna y evaluar en esas personas, a través de consulta directa y remota, el funcionamiento de esa dosis”, explicó Jaime Castellanos, asesor técnico del Ministerio de Salud de Colombia.
Además adelantó que la propuesta para encontrar y vacunar a esas personas girará alrededor del trabajo con organizaciones de la sociedad civil, sobre todo de la población LGBTIQ+, donde está concentrado hoy la mayor parte del brote: “Va a existir una lista de inscripción y se van a seleccionar las personas de acuerdo con los factores de riesgo. Se van a llamar y a vacunar desde las secretarías de Salud, porque son ellas las que van a coordinar la logística en cada municipio”.
Colombia ya tiene un acuerdo con Japón para recibir una donación de 25.000 vacunas contra la viruela del mono o mpox, como recientemente fue renombrada por la Organización Mundial de la Salud (OMS). Así lo anunció la ministra de Salud, Carolina Corcho, en una rueda de prensa, en la que también estaba el embajador de ese país asiático, Takasugi Masahiro.
Pese a la buena noticia, quedaron varias dudas por resolver. La principal tiene que ver con la fecha en la que llegarán las vacunas. Como dijo Masahiro, aún no pueden fijar un día en el calendario, una incertidumbre que despertó decenas de críticas en redes sociales.
Puede ver: Simulan un agujero de gusano en un ordenador cuántico
Pero hay un punto que, a los ojos de Corcho, hay que tener presente en esta discusión: la situación epidemiológica de la viruela del mono no es la misma que la del covid-19. Los casos han bajado tanto en Colombia como en otros Estados. El 20 de noviembre se detectaron cinco; el sábado 26 de noviembre, uno. En total, según el Instituto Nacional de Salud, en todo el territorio nacional se han registrado 3.852 casos y hay 93 activos. La mayoría (el 96 %) son hombres. Nadie ha fallecido.
Para contener este brote, varios países han administrado a los grupos con mayor riesgo la vacuna Jynneos (conocida como Imvanex en Europa e Imvamune en Canadá), fabricada por la empresa danesa Bavarian Nordic. Sin embargo, Colombia utilizará una japonesa que lleva por nombre LC16m8 y que será aplicada a quienes tengan factores de riesgo asociados a la enfermedad.
La LC16m8 es una vieja conocida. Su desarrollo comenzó en 1966, cuando el Ministerio de Salud japonés formó el Grupo de Investigación de Vacunas contra la Viruela (SVRG). Ante la preocupación por las reacciones adversas a los biológicos que se usaban entonces, a principios de la década de 1970, los japoneses decidieron buscar una vacuna que redujera o eliminara los riesgos.
Pocos años después lograron su propósito, cuando diversos estudios demostraron que LC16m8 era segura y eficaz. Más de 90.000 dosis se distribuyeron entonces entre la población japonesa, entre 1974 y 1975. No obstante, no hay certeza sobre cuántas se administraron, pues durante esos años India logró erradicar la viruela y el último caso conocido, en donde la enfermedad fue adquirida de forma natural, ocurrió en África en 1977.
Si bien la OMS señala que se demostró que, como la japonesa, las vacunas contra la viruela protegían contra la viruela símica en el pasado, “los datos actuales sobre la eficacia de las vacunas más nuevas contra la viruela o la viruela símica en la prevención de esta en la práctica clínica y en entornos de campo son escasos”. Por eso el organismo también recomienda generar información adicional sobre su eficacia.
Eso, justamente, es lo que pretende Colombia, dijo el Ministerio de Salud. Paralelo al proceso de vacunación, el país desarrollará un estudio para evaluar la seguridad de la LC16m8. Ese proceso será liderado por Hernando Gaitán, epidemiólogo de la Universidad Nacional. “Vamos a estar vigilando todos los posibles efectos adversos y beneficios de la vacuna. Dado que es una nueva población, es importante tener seguridad de los beneficios y los riesgos”, aseguró Gaitán.
Pistas de la vacunación
Los colombianos están acostumbrados desde hace ya casi dos años a una vacunación contra el covid-19. En gran parte del país hubo centros para aplicarse dosis. Pero desde el Ministerio de Salud son claros en señalar que eso no ocurrirá en esta ocasión porque, como advierte la OMS, la vacunación masiva contra la viruela símica no está recomendada y no se está haciendo en el mundo.
El organismo recomienda una vacunación concentrada en los grupos con conductas de riesgo. Se trata, en primer lugar, de personas que conviven o tienen contacto directo (incluido el sexual) con alguien que tiene la enfermedad. Ellos y ellas están en situación de mayor riesgo.
Si bien el riesgo de contraerla no se limita a las personas sexualmente activas o a los hombres que tienen relaciones sexuales con hombres, la mayoría de los casos notificados en el brote actual se han detectado en este último grupo. El doctor Carlos Arturo Álvarez, coordinador nacional de estudios sobre el covid-19 en Colombia, explicó que seguramente esa población tendrá que ser priorizada.
Aun así, hay otra gran duda: el Ministerio de Salud no reveló un plan de priorización de la población a vacunar, si bien señaló que esta se concentrará en las ciudades con mayor número de contagios, entre las que están Medellín, Bogotá y Cali.
¿Cómo se vacunarán estos pacientes? Por el momento se han planteado dos rutas. “Hay dos estrategias de vacunación: una que es preventiva, que se aplica antes de que la persona pueda estar expuesta, y se hace a las personas que han tenido mayor probabilidad de transmisión, con conductas de riesgo que pueden facilitar la trasmisión. Y hay otra posibilidad adicional de una vacunación preventiva posterior al riesgo y que probablemente, si se coloca la dosis en los primeros días, puede tener un beneficio”, explica Álvarez. El Ministerio aún no decide cuál de las estrategias utilizará.
El proceso de vacunación, por otro lado, será liderado únicamente por las secretarías de Salud. “Esto no es una cosa que nos inventamos. Es un protocolo liderado por la OMS y acordado técnicamente entre el Ministerio japonés, el Ministerio colombiano y la Universidad Nacional. Es un protocolo de implementación de la vacuna LC16m8 en el país. Eso implica buscar los sitios donde hay más casos, a las personas con mayores factores de riesgo y ponerles la vacuna y evaluar en esas personas, a través de consulta directa y remota, el funcionamiento de esa dosis”, explicó Jaime Castellanos, asesor técnico del Ministerio de Salud de Colombia.
Además adelantó que la propuesta para encontrar y vacunar a esas personas girará alrededor del trabajo con organizaciones de la sociedad civil, sobre todo de la población LGBTIQ+, donde está concentrado hoy la mayor parte del brote: “Va a existir una lista de inscripción y se van a seleccionar las personas de acuerdo con los factores de riesgo. Se van a llamar y a vacunar desde las secretarías de Salud, porque son ellas las que van a coordinar la logística en cada municipio”.