Las causas por las que han muerto los jóvenes en Colombia en los últimos 40 años
El primer análisis de las cifras de mortalidad en personas de 10 a 24 años en 204 países en el último medio siglo muestra disparidades enormes entre naciones y sexos y nuevas tendencias que preocupan. En Colombia, hay, principalmente, un motivo que ha afectado a los adolescentes.
Si hubiese que hacer una gráfica para mostrar las principales razones por las que han muerto los hombres jóvenes en Colombia en los últimos cuarenta años, bastarían unos segundos para descubrir que un solo motivo ha sido el principal causante de los fallecimientos de quienes tenían entre 15 y 24 años. La violencia interpersonal ha sido, por encima de cualquier otra cosa, la principal causa de la mortalidad en los adolescentes, incluso por encima de todas las enfermedades infecciosas. (¿Y qué pasó con el cuarto pico de coronavirus?)
Si esa gráfica, como lo hace la siguiente imagen, se comparara con una que muestre las razones por las han muerto las mujeres jóvenes reflejaría otra gran diferencia: en Colombia las tasas de mortalidad en hombres son mucho más grandes que las de las mujeres. Mientras en 1985 esa tasa para los que tenían entre 15 y 19 años fue de 292,4 muertes por cada 100.000 habitantes, para ellas fue de 124,94. La historia se repite para la población entre 20 a 24 años: 477 muertes por 100.000 habitantes (hombres) frente a 142,9 (mujeres).
Aunque el pico más alto de mortalidad fue entre la década del 90 y los primeros años de este siglo, los motivos no han variado mucho: la violencia interpersonal y el conflicto continúan siendo las principales causas de fallecimientos en hombres de 15 a 24 años. Sin embargo, la mortalidad por lesiones ocasionadas en el transporte comienza a tener cierto protagonismo, así como las autolesiones. En mujeres, esas causas también ocupan los primeros motivos (en menor proporción) junto al cáncer y la mortalidad materna.
Todos estos datos hacen parte del primer análisis de mortalidad global en personas de 10 a 24 años en 204 países. Publicado en la prestigiosa revista The Lancet y construido gracias a la colaboración de decenas de investigadores, el documento muestra lo que ha sucedido entre 1950 y 2019 con la mortalidad de los jóvenes. Son estimaciones tomadas del “Estudio sobre carga mundial de enfermedades, lesiones y factores de riesgo” (GBD, 2019), que esconden un esfuerzo titánico: más 86.000 fuentes primarias analizadas, incluidos registros civiles, censos, estadísticas vitales y encuestas.
Así como lo muestra la situación de Colombia, las muertes entre los más jóvenes se han reducido en los últimos 70 años en todo el mundo. En total, disminuyeron en un 21,7 %, aunque el mayor descenso se presentó en las mujeres (30,0 %, frente a 15,3 %). De hecho, el análisis revela que en 2019 murieron más adolescentes varones que mujeres del mismo grupo en 1950.
La razón de esta disparidad es similar a la de nuestro país: “La violencia interpersonal está impidiendo el progreso en la reducción de la mortalidad por todas las causas en los hombres”. Es un fenómeno particularmente inquietante en América Latina, donde, apuntan los autores, “ha habido poca o ninguna mejora en la mortalidad por todas las causas en los hombres de 15 a 24 años de edad” en los últimos años. Por eso, dicen, las estrategias globales para mejorar los resultados en salud en los adolescentes también deberían incluir esfuerzos por mitigar el efecto de la violencia interpersonal.
Pero aunque esa situación particular de América Latina ha contribuido a incrementar la brecha entre sexos, hay enormes diferencias entre las causas de muerte en las regiones del mundo. África subsahariana es, tal vez, la más inquietante: allí se encuentran 8 de los 10 países con la mortalidad más alta entre quienes tienen de 10 a 24 años.
De hecho, mientras que las muertes disminuyeron en todas las regiones del planeta, en ese pedazo de África se incrementaron: 140,6 % en hombres y 144,3 % en mujeres. Hoy las principales causas de fallecimientos entre los adolescentes son enfermedades transmisibles como el vih/sida y otras infecciones de transmisión sexual. Las muertes maternas también están entre las causas más comunes entre las jóvenes más mayores.
Pero mientras aquel continente deberá continuar la lucha contra esas enfermedades, Europa central y oriental y Asia central están en medio de un complejo escenario: las autolesiones pasaron de ser la tercera causa más alta de muerte en hombres de 15 a 24 años en 1980 a ser la principal causa en 2019. En mujeres de 15 a 19 pasó del cuarto lugar al primero.
Sin embargo, hay otro problema global que se está saliendo de las manos: las lesiones ocasionadas en medios de transporte. Bajo una mirada global, es la causa más común de muerte entre hombres de 15 a 24 años, a excepción de América Latina y el Caribe.
Según el análisis publicado en The Lancet, hoy mueren unos 4.000 jóvenes cada día. Se necesitan, apuntan, más esfuerzos para evitar esa tragedia, que tiene abismos tan amplios como el siguiente: mientras en Dinamarca la tasa de mortalidad por 100.000 habitantes entre los hombres de 10 a 14 años fue 7,32, en la República Centroafricana fue de 187,25. La situación se repite en mujeres: 6 frente a 115,73. Al parecer, la grieta está lejos de poder ser sellada.
Si hubiese que hacer una gráfica para mostrar las principales razones por las que han muerto los hombres jóvenes en Colombia en los últimos cuarenta años, bastarían unos segundos para descubrir que un solo motivo ha sido el principal causante de los fallecimientos de quienes tenían entre 15 y 24 años. La violencia interpersonal ha sido, por encima de cualquier otra cosa, la principal causa de la mortalidad en los adolescentes, incluso por encima de todas las enfermedades infecciosas. (¿Y qué pasó con el cuarto pico de coronavirus?)
Si esa gráfica, como lo hace la siguiente imagen, se comparara con una que muestre las razones por las han muerto las mujeres jóvenes reflejaría otra gran diferencia: en Colombia las tasas de mortalidad en hombres son mucho más grandes que las de las mujeres. Mientras en 1985 esa tasa para los que tenían entre 15 y 19 años fue de 292,4 muertes por cada 100.000 habitantes, para ellas fue de 124,94. La historia se repite para la población entre 20 a 24 años: 477 muertes por 100.000 habitantes (hombres) frente a 142,9 (mujeres).
Aunque el pico más alto de mortalidad fue entre la década del 90 y los primeros años de este siglo, los motivos no han variado mucho: la violencia interpersonal y el conflicto continúan siendo las principales causas de fallecimientos en hombres de 15 a 24 años. Sin embargo, la mortalidad por lesiones ocasionadas en el transporte comienza a tener cierto protagonismo, así como las autolesiones. En mujeres, esas causas también ocupan los primeros motivos (en menor proporción) junto al cáncer y la mortalidad materna.
Todos estos datos hacen parte del primer análisis de mortalidad global en personas de 10 a 24 años en 204 países. Publicado en la prestigiosa revista The Lancet y construido gracias a la colaboración de decenas de investigadores, el documento muestra lo que ha sucedido entre 1950 y 2019 con la mortalidad de los jóvenes. Son estimaciones tomadas del “Estudio sobre carga mundial de enfermedades, lesiones y factores de riesgo” (GBD, 2019), que esconden un esfuerzo titánico: más 86.000 fuentes primarias analizadas, incluidos registros civiles, censos, estadísticas vitales y encuestas.
Así como lo muestra la situación de Colombia, las muertes entre los más jóvenes se han reducido en los últimos 70 años en todo el mundo. En total, disminuyeron en un 21,7 %, aunque el mayor descenso se presentó en las mujeres (30,0 %, frente a 15,3 %). De hecho, el análisis revela que en 2019 murieron más adolescentes varones que mujeres del mismo grupo en 1950.
La razón de esta disparidad es similar a la de nuestro país: “La violencia interpersonal está impidiendo el progreso en la reducción de la mortalidad por todas las causas en los hombres”. Es un fenómeno particularmente inquietante en América Latina, donde, apuntan los autores, “ha habido poca o ninguna mejora en la mortalidad por todas las causas en los hombres de 15 a 24 años de edad” en los últimos años. Por eso, dicen, las estrategias globales para mejorar los resultados en salud en los adolescentes también deberían incluir esfuerzos por mitigar el efecto de la violencia interpersonal.
Pero aunque esa situación particular de América Latina ha contribuido a incrementar la brecha entre sexos, hay enormes diferencias entre las causas de muerte en las regiones del mundo. África subsahariana es, tal vez, la más inquietante: allí se encuentran 8 de los 10 países con la mortalidad más alta entre quienes tienen de 10 a 24 años.
De hecho, mientras que las muertes disminuyeron en todas las regiones del planeta, en ese pedazo de África se incrementaron: 140,6 % en hombres y 144,3 % en mujeres. Hoy las principales causas de fallecimientos entre los adolescentes son enfermedades transmisibles como el vih/sida y otras infecciones de transmisión sexual. Las muertes maternas también están entre las causas más comunes entre las jóvenes más mayores.
Pero mientras aquel continente deberá continuar la lucha contra esas enfermedades, Europa central y oriental y Asia central están en medio de un complejo escenario: las autolesiones pasaron de ser la tercera causa más alta de muerte en hombres de 15 a 24 años en 1980 a ser la principal causa en 2019. En mujeres de 15 a 19 pasó del cuarto lugar al primero.
Sin embargo, hay otro problema global que se está saliendo de las manos: las lesiones ocasionadas en medios de transporte. Bajo una mirada global, es la causa más común de muerte entre hombres de 15 a 24 años, a excepción de América Latina y el Caribe.
Según el análisis publicado en The Lancet, hoy mueren unos 4.000 jóvenes cada día. Se necesitan, apuntan, más esfuerzos para evitar esa tragedia, que tiene abismos tan amplios como el siguiente: mientras en Dinamarca la tasa de mortalidad por 100.000 habitantes entre los hombres de 10 a 14 años fue 7,32, en la República Centroafricana fue de 187,25. La situación se repite en mujeres: 6 frente a 115,73. Al parecer, la grieta está lejos de poder ser sellada.