Las células de Henrietta Lacks se reproducen rápidamente y son resistentes.
Foto: Josef Reischig
Esta semana, la familia de Henrietta Lacks, cuyas células fueron vitales para varios desarrollos médicos durante el siglo XX, llegó a un acuerdo con Thermo Fisher, uno de los laboratorios que utilizó sin consentimiento sus células durante décadas como base de su investigación y nuevos desarrollos científicos.
El caso de la mujer afroamericana ha sido descrito en numerosas ocasiones como un “error histórico” o una injusticia. En 1951, cuando Lacks tenía 31 años, empezó a presentar un inusual sangrado vaginal. Ante la situación, la...
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