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Las lluvias se están intensificando en el país y es posible, de acuerdo con las proyecciones del Ideam, que haya un incremento de 20% de esas precipitaciones en la mayoría de las regiones. Ya varios municipios, como los que están cerca al río Cauca, han empezado a sufrir los efectos debido a las inundaciones. Pero, además, se avecina otro fenómeno, usual entre septiembre y noviembre: el posible incremento de las infecciones respiratorias agudas (IRA). (Lea ¿Terminó la pandemia del COVID-19 en Colombia?)
De hecho, como suele pasar, el país vivirá un segundo pico anual de este tipo de enfermedades entre las que se encuentran la influenza, el resfriado común, la faringitis y la neumonía. Estos dos factores (lluvias y pico epidemiológico), como lo pide el Ministerio de Salud a través de un comunicado, hacen necesario que los departamentos y municipios intensifiquen las estrategias para atender y prevenir estas patologías. (Lea Variante delta duplica riesgo de hospitalización entre los no vacunados)
También es indispensable que mantengan las acciones que se han implementado a lo largo de la pandemia para evitar el contagio del COVID-19. El correcto uso del tapabocas, el permanente lavado de manos y el distanciamiento físico hacen parte de ellas.
Pero ante esa situación hay una pregunta clave: ¿Cómo diferenciar las infecciones respiratorias de una producida por el coronavirus? ¿Qué hacer si se presentan síntomas?
Lo primero que hay que tener en cuenta, como dice Claudia Milena Cuéllar Segura, subdirectora de Enfermedades Transmisibles del Ministerio de Salud, es que en caso de tener síntomas no hay que entrar en pánico y lo primero que se debe hacer es autoaislarse para evitar más contagios.
Así mismo, es necesario diferenciar los generados por el COVID-19 y los causados por las otras enfermedades respiratorias. Los de la primera están caracterizados por la pérdida del gusto y el olfato, tos seca, fiebre, fatiga, dolor de cabeza, del cuerpo, abdominal y, algunas veces, vómito y diarrea. Los de las IRA, por otra parte, se asocian con la congestión nasal, ojos llorosos, garganta irritada, escalofríos, estornudos y secreciones por la nariz y pueden tratarse en casa.
Pero, si hay dificultad para respirar, decaimiento abrupto, dolor en el pecho o fiebre que no se resuelve después de 3 días, lo aconsejable es consultar los servicios de salud a través de la EPS y seguir el camino que le indiquen para detectar o no COVID-19.