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En 2019, las infecciones causadas por bacterias comunes como el estafilococo áureo y el neumococo estuvieron asociadas a 7.7 millones de muertes, es decir, que uno de cada ocho decesos de pudo vincular a ellas, encontró un estudio publicado en la revista The Lancet. Esto hace, entonces, que las muertes asociadas a estas bacterias hayan sido la segunda causa de muerte en el mundo, después de las enfermedades coronarias, que incluyen los infartos.
En la publicación, los investigadores utilizaron datos de la Carga Global de Enfermedades de 2019 y de la Investigación Global de Resistencias Antimicrobianas para estudiar 33 bacterias, tanto las que son resistentes a los antibióticos como las que no, para determinar cuántas muertes estuvieron asociadas a ellas. Los microorganismos fueron escogidos con base a su presencia habitual en las infecciones bacterianas. (También puede leer: “El invierno será una amenaza para millones de personas en Ucrania”: OMS)
Tomislav Mestrovic, profesor del Instituto de Evaluación y Métricas en Salud de la Universidad de Washington y autor del estudio, indicó que estas bacterias “representan más del 80% de la carga mortal de todos los patógenos”. Por esta razón, dijo que: “Creemos que era importante abordar esta selección específica, ya que ahora podemos ver claramente que algunos de ellos tienen una carga comparable a los patógenos más mortales, pero no han recibido la misma atención”.
De las más de 30 bacterias estudiadas, cinco concentraron más de la mitad de las muertes asociadas: el Staphylococcus aureus, la E. Coli, la Klebsiella pneumoniae, las Pseudomonas aeruginosas y el Streptococcus pneumoniae. Estos cinco microorganismos están detrás del 55% de todas las muertes entre las bacterias investigadas.
De acuerdo con la investigación, más del 75 % de las muertes bacterianas se debieron a tres síndromes: infecciones de las vías respiratorias inferiores, infecciones del torrente sanguíneo e infecciones peritoneales e intraabdominales. Además, se encontró que la tasa de mortalidad asociada con infecciones bacterianas fue más alta en el África subsahariana (230 por 100.000 habitantes) y menor en las regiones de altos ingresos, especialmente Europa occidental y Norteamérica (52 por 100.000). (Le puede interesar: Los colombianos y su histórico descuido en salud dental)
Esta investigación les permitió concluir que, en 2019, más muertes se vincularon con las bacterias S. aureus y E. coli, que con el VIH y el sida (unas 864.000). Los autores reconocieron que esta investigación tiene limitaciones, entre otras cosas, porque no se puede afirmar concluyentemente que las muertes hayan sido causadas únicamente por las infecciones bacterianas.
“No podemos afirmar de manera concluyente que si se eliminaran todas las infecciones debidas a estos 33 patógenos, se habrían evitado los 7,7 millones de muertes”, admiten en el estudio. A veces, explicaron a medios, la causa subyacente que provoca la muerte no es la propia infección, sino un problema de salud tan grave que puede llevar igualmente a la muerte. “Una persona con cáncer terminal que muere por peritonitis por E. coli se cuenta igual que un recién nacido que muere por sepsis neonatal por E. coli”, ejemplifican.
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