Las “propiedades saludables” de la leche de fórmula no estarían respaldadas por evidencia
Estudios científicos encontraron información preocupante sobre estos productos, que además son promocionados por una industria que se ha vuelto multimillonaria durante los últimos años. ¿Cuáles fueron los hallazgos?
La industria de la leche materna de fórmula fue señalada de tener campañas publicitarias engañosas. Varios estudios realizados en más de 100 países analizaron la relación de estas compañías con la prensa, los laboratorios científicos y sus consumidores, que son madres y padres con un bebé en casa. Pero, ¿en qué se basan las investigaciones?
Gánale la carrera a la desinformación NO TE QUEDES CON LAS GANAS DE LEER ESTE ARTÍCULO
¿Ya tienes una cuenta? Inicia sesión para continuar
La industria de la leche materna de fórmula fue señalada de tener campañas publicitarias engañosas. Varios estudios realizados en más de 100 países analizaron la relación de estas compañías con la prensa, los laboratorios científicos y sus consumidores, que son madres y padres con un bebé en casa. Pero, ¿en qué se basan las investigaciones?
En primer lugar, recordemos que la leche materna es el eje principal para el crecimiento de un bebé desde su nacimiento. La Organización Mundial de la Salud ha dicho, por ejemplo, que los primeros seis meses son cruciales en este sentido.
Además, el amamantamiento promueve el desarrollo del cerebro, protege a los bebés contra la desnutrición, las enfermedades infecciosas y la muerte, al mismo tiempo que reduce los riesgos de obesidad y enfermedades crónicas en el futuro. Sin embargo, el profesor Rafael Pérez-Escamilla, de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Yale, cuenta que, en todo el mundo, muchas mujeres que desean alimentar con leche materna a sus bebés se enfrentan a múltiples obstáculos, como licencias de maternidad insuficientes, junto a la falta de apoyo en sus sistemas de salud y en lugares de trabajo. (Lea la columna de opinión: ¿Fórmula o leche materna?).
Mientras, la industria de la leche materna se ha vuelto multimillonaria durante los últimos años, y una investigación de tres partes de la revista científica The Lancet, titulada “Series sobre el amamantamiento”, dice que algunas de estas compañías “explotan las emociones de los padres y manipulan información científica para generar ventas a costa de la salud y los derechos de las familias, las mujeres y los niños”. ¿Por qué?
¿Publicidad engañosa?
Un estudio, publicado en la revista académica BMJ, encontró que la mayoría de afirmaciones nutricionales y de salud de estos productos parecen estar respaldadas por poca o ninguna evidencia científica de alta calidad.
“La amplia gama de declaraciones de propiedades saludables y nutricionales que hacen los productos de fórmula infantil a menudo no están respaldadas por referencias científicas”, dijeron el Dr. Ka Yan Cheung y Loukia Petrou, los primeros coautores conjuntos del estudio. “Cuando lo son, la evidencia suele ser débil y sesgada”.
La investigación de BMJ examinó los productos de fórmula en 15 países diferentes y encontró que la mayoría tenía, por lo menos, una declaración sobre propiedades saludables o nutricionales.
La comercialización de 814 productos de fórmula infantil fue analizada en Australia, Canadá, Alemania, India, Italia, Japón, Nigeria, Noruega, Pakistán, Rusia, Arabia Saudita, Sudáfrica, España, Reino Unido y Estados Unidos.
Lo que se encontró fue que cada producto tenía un promedio de dos afirmaciones sobre sus propiedades saludables y nutricionales. Un mayor desarrollo del cerebro, los ojos, y el sistema nervioso fueron las afirmaciones más comunes. A esas le siguieron el supuesto fortalecimiento del sistema inmunológico, y el apoyo al crecimiento y desarrollo. (Lea también: Villa de Leyva hace un festival de astrónomas, pero invita a una astróloga y varios hombres)
Sin embargo, según el BMJ, apenas el 56% de estos productos justificó sus campañas publicitarias con hallazgos de ensayos clínicos; de esa cifra, solo el 14 % se refirió a pruebas debidamente registradas, mientras casi el 90 % citaba ensayos que tenían un alto riesgo de sesgo.
Mientras, los productos que no se basaron en la ciencia se apoyaron en artículos de opinión u otro tipo de investigaciones, como estudios con animales.
Lo mismo señaló la revista científica The Lancet, cuando en su investigación de tres partes expuso lo que sucedía con la industria de la leche materna de fórmula y su relación problemática con los medios de comunicación, laboratorios científicos, influenciadores y demás.
The Lancet explica que, en años recientes, la comunicación digital ha incrementado el alcance del marketing de maneras que llegan a borrar la frontera entre la promoción de productos y las recomendaciones sobre nutrición y cuidado.
“Nuestra serie investigativa señala ejemplos de marketing digital en el que influenciadores pagados por la industria comparten las dificultades de la lactancia materna y luego le da paso al marketing de la leche de fórmula. También hay aplicaciones patrocinadas por la industria para las familias con un recién nacido, y chats disponibles durante las 24 horas de los 7 días a la semana para posicionar los productos”, dice The Lancet. (Lea también: Almacenar la leche materna: lo que debes y no debes hacer).
Además, estos mismos servicios ofrecen muestras gratis y promueven las ventas en línea. Por eso, los autores de BMJ y The Lancet coinciden en señalar que resulta preocupante que la industria de la leche de fórmula no tenga casi regulación a nivel mundial.
“Estas compañías también generan credibilidad al patrocinar organizaciones profesionales, publicar artículos en revistas científicas, e invitar a líderes en salud pública a sus comités y mesas directivas”, puntualiza The Lancet.
El BMJ también lo señala en su investigación, pues el 88% de los ensayos científicos que apoyaban los productos que investigaron habían recibido financiación de la industria, o incluso estaban directamente afiliados a ella.
“Se afirmó que múltiples ingredientes lograron efectos similares en la salud o la nutrición, se hicieron múltiples afirmaciones para el mismo tipo de ingrediente, la mayoría de los productos no proporcionaron referencias científicas para respaldar las afirmaciones, y las afirmaciones a las que se hace referencia no fueron respaldadas por pruebas sólidas de ensayos clínicos”, dijeron los autores de BMJ.
La urgencia de una mayor regulación a nivel mundial
The Lancet resalta que son alrededor de 500 millones de mujeres trabajadoras en todo el mundo las que no tienen acceso a una protección adecuada de su maternidad. También se encontró que las mujeres con un mínimo de tres meses de licencia por maternidad -remunerada o no- tenían al menos un 50% más de probabilidades de continuar amamantando en comparación con aquellas que regresaban al trabajo dentro de los tres meses posteriores al parto.
Es por eso que la misma revista científica hace énfasis en que la leche de fórmula necesita tener una mayor veeduría, y que también debe incrementar la promoción de lactancia materna a nivel mundial. Según los autores, esto podría llevarse a cabo si los gobiernos y los lugares de trabajo reconocen el valor de la lactancia materna y el trabajo de cuidado mediante acciones como la extensión de la licencia de maternidad remunerada, para que este periodo de tiempo se sincronice con la duración de seis meses de amamantamiento recomendada por la OMS. (Lea también: Por primera vez encuentran microplásticos en la leche materna).
“Se debe poner fin a las tácticas de marketing y la influencia de la industria de las empresas de leche de fórmula. Se necesitan acciones más amplias en los lugares de trabajo, la atención médica, los gobiernos y las comunidades para apoyar de manera más efectiva a las mujeres que desean amamantar”, señala el estudio.
El coautor de la serie, el profesor Nigel Rollins, de la OMS, dice que el estudio de The Lancet encontró que la sociedad, la política y la economía contribuyen a explicar por qué menos de la mitad de los bebés en todo el mundo son amamantados según las recomendaciones. “La lactancia materna debe considerarse una responsabilidad colectiva de la sociedad, no una preocupación exclusiva de las mujeres. Necesitamos ver acciones de gran alcance en diferentes áreas de la sociedad para apoyar mejor a las madres para que amamanten todo el tiempo que quieran”, puntualiza Rollins.
Por último, esa revista científica señala que algunas mujeres optan por no amamantar o no pueden hacerlo. La incapacidad presión o incapacidad percibida para amamantar, especialmente si está en desacuerdo con los deseos de la madre, puede tener un efecto perjudicial en la salud mental, y se deben implementar sistemas para apoyar plenamente a todas las madres en sus elecciones. “Las mujeres y las familias toman decisiones sobre la alimentación infantil en función de la información que reciben, y una crítica a las prácticas de marketing depredadoras de la industria no debe interpretarse como una crítica a las mujeres”, concluye The Lancet.