Las razones de Reino Unido para aprobar los trasplantes de popó
Ese país le dio luz verde a un tratamiento que hace años ha estado sonando en el mundo médico: trasplantar bacterias extraídas de materia fecal. Según las autoridades, beneficiará a unos 500 pacientes cada año que deben luchar contra una bacteria difícil de combatir.
La Clostridioides difficile es un microorganismo conocido entre quienes trabajan con bacterias. Aunque por lo general se encuentra en el ambiente, puede causar serios problemas intestinales que van desde la diarrea hasta la colitis, una enfermedad que afecta al tracto digestivo. Cuando se complica puede poner en riesgo la vida de los pacientes. (Lea Las razones de la Superindustria para investigar a comercializadores de vapeadores)
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La Clostridioides difficile es un microorganismo conocido entre quienes trabajan con bacterias. Aunque por lo general se encuentra en el ambiente, puede causar serios problemas intestinales que van desde la diarrea hasta la colitis, una enfermedad que afecta al tracto digestivo. Cuando se complica puede poner en riesgo la vida de los pacientes. (Lea Las razones de la Superindustria para investigar a comercializadores de vapeadores)
Desde hace un tiempo, los médicos han tratado de luchar contra la Clostridioides difficile. Algunas veces no han tenido éxito, especialmente con personas que la adquieren por segunda vez. En ocasiones, deben enfrentarse a lo que en el argot de la salud llaman una “superbacteria”, bacterias que han adquirido resistencia a los antibióticos que hay en el mercado y que solo se pueden combatir, si se tiene suerte, con un cóctel de medicinas. (Lea ¿Cuáles son los cánceres más frecuentes y los que más muertes causan en Colombia?)
Para tratar esos casos, hace un tiempo una idea ha estado rondando en el mundo de la medicina: hacer trasplantes de las bacterias extraídas de la materia fecal de una persona sana a una enferma y así ayudarle a enfrentar las infecciones gastrointestinales graves. El objetivo, en términos muy sencillos, es recuperar la comunidad de microbios benéficos que todos llevamos en el intestino y que nos ayudan, entre muchas otras cosas, a hacer la digestión de lo que comemos.
Después de que esa idea empezara a tomar fuerza, Reino Unido acaba de darle el aval. El NICE (National Institute foe Health and Care Excellence), encargado de aprobar los tratamientos en salud, dio su visto bueno para que los médicos empiecen a hacer este tipo de trasplantes a los pacientes que deben luchar por segunda ocasión (o más veces) contra la Clostridioides difficile.
La decisión, como se lee en uno de los documentos que publicó el NICE, estuvo basada en una revisión de la literatura disponible hasta el momento y en la opinión de varios expertos. Tras analizar los resultados de los ensayos clínicos, concluyeron que el trasplante de materia fecal mostró ser significativamente mejor que el uso de antibióticos cuando hay una infección por Clostridioides difficile compleja de tratar.
Esta bacteria, usualmente, afecta a mayores de 65 años, a personas que han estado hospitalizadas, a quienes tienen un débil sistema inmune o a quienes han estado tomando antibióticos. Estas medicinas no solo eliminan los gérmenes “dañinos” sino los “buenos” que protegen a nuestro cuerpo de las infecciones.
“Actualmente, existe la necesidad de un tratamiento efectivo para la Clostridioides difficile en personas que han tenido dos o más rondas de antibióticos. La recomendación de nuestro comité sobre este tratamiento innovador proporcionará otra herramienta para que los profesionales de la salud la utilicen en la lucha contra esta infección, mientras que al mismo tiempo equilibra la necesidad de ofrecer la mejor atención con una buena relación calidad-precio”, le dijo al diario inglés The Guardian Mark Chapman, director de tecnología médica en NICE.
Según Champan, “el uso de este tratamiento también ayudará a reducir la dependencia de los antibióticos y reducirá las posibilidades de resistencia a los antimicrobianos”. Otro punto a favor del trasplante fecal es que ahorrará gastos al sistema de salud británico, pues un paciente con una superbacteria requiere de un estricto cuidado clínico. Según el NICE, este tipo de tratamiento podría resolver hasta el 94% de las infecciones por Clostridioides difficile.
Al paciente que requiera este procedimiento, se le administrará la “nueva” bacteria a través del colon, mediante un tubo. También se puede suministrar con una pastilla o por un tubo que llegue hasta el estómago.
De acuerdo a los cálculos del NICE, unas 400 o 500 personas podrían recibir este tratamiento cada año. Claro: debe haber una rigurosa selección de donantes y estricto proceso para llevar a cabo el procedimiento.
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