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Un modelo matemático construido por un equipo liderado por Oliver Watson, del Imperial College, reveló este jueves que la vacunación masiva conta el covid-19 evitó 19.8 millones de muertes durante el primer año de vacunación (entre el 8 de diciembre de 2020 y y el 8 de diciembre de 2021) en 185 países y territorios del mundo. Para hacer esta estimación, los autores usaron el exceso de muertes. Cuando hicieron los mismos cálculos con las muertes por covid-19 confirmadas, la cifra de decesos evitados fue de 14,4 millones.
Los investigadores recapitulan que la primera vacuna covid-19 se entregó fuera de un entorno de ensayo clínico el 8 de diciembre de 2020. A partir de mediados de 2021 aquellos países con acceso a un abundante suministro de vacunas optaron por la vacunación masiva de la población adulta, luego incluyendo a los niños y el posterior refuerzo para mantener altos niveles de protección ante la disminución de la eficacia de la vacuna y la aparición de nuevas variantes de preocupación. Un año después, para diciembre de 2021, el 55,9 % de la población mundial había recibido al menos una dosis de una vacuna contra el nuevo coronavirus.
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Pero ese enfoque en los países con mayor suministro, dicen Watson y su equipo, produjo profundas desigualdades. “Los hallazgos resaltan la importancia del acceso equitativo a las vacunas, particularmente en las regiones de bajos ingresos, donde se podrían haber salvado muchas más vidas si los objetivos de vacunación establecidos por el Fondo de Acceso Global a las Vacunas COVID-19 (COVAX) (cobertura del 20 %) y la OMS (40% de cobertura en cada país para fines de 2021)” se hubieran cumplido, como no pasó.
En general, el estudio encuentra que las muertes per cápita evitadas estimadas fueron más altas en los países de ingresos altos. “Estimamos que se evitaron muchas más muertes en la región europea de la OMS. Esto se debió tanto al mayor número de vacunas administradas en estas regiones como a los mayores niveles de cobertura vacunal alcanzados antes de la llegada de la variante delta”, escriben los investigadores. Algunas diferencia de muertes evitadas entre Europa y la región del Pacífico Occidental, a pesar del acceso a tipos de vacunas similares, refleja la estrategia cero-COVID adoptada por algunos países de la región del Pacífico Occidental, como Nueva Zelanda, que resultó en epidemias más pequeñas.
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El modelo matemática describe que 96 países y regiones administrativas estaban por debajo del objetivo de la OMS de una cobertura de vacunación del 40 % para fines de 2021. Si se hubiera alcanzado este objetivo, los investigadores estiman que que se habrían evitado 599.300 muertes adicionales: " La mayoría de estas muertes ocurrieron en países de ingresos medianos bajos y en las regiones de África y el Mediterráneo Oriental, aunque el mayor aumento proporcional se observó en países de bajos ingresos”.
“Millones de vidas se hubieran probablemente salvado haciendo las vacunas disponibles a la gente de todo el mundo”, dijo, citado por AFP, el líder del estudio, Watson. “Podríamos hacer hecho más”, agregó. El impacto de la vacunación fue medida a través de varios factores: los altos niveles de protección directa a nivel individual conferidos por la vacunación; y la reducción de los niveles de carga impuestos a los sistemas de atención de la salud, reduciendo la cantidad de días en que se habría excedido la capacidad de atención de la salud y, por lo tanto, contribuyendo a una tasa de mortalidad general más baja por infección.