¿Le gusta madrugar o prefiere trasnochar? Esto puede tener impactos en su salud
Sus ciclos de actividad y descanso pueden determinar cuál es la fuente de energía que usará su cuerpo. A su vez, esto influiría en el desarrollo de enfermedades como la diabetes o las cardiovasculares. Le explicamos.
¿Es usted una persona que prefiere acostarse temprano o le gusta trasnochar? Esta decisión, que puede estar influenciada por factores como el trabajo, las tareas del hogar o la simple preferencia por irse a dormir a determinada hora, podría tener un impacto en su salud. (Puede leer: Es hora de que la vejez sea una prioridad en Colombia)
Gánale la carrera a la desinformación NO TE QUEDES CON LAS GANAS DE LEER ESTE ARTÍCULO
¿Ya tienes una cuenta? Inicia sesión para continuar
¿Es usted una persona que prefiere acostarse temprano o le gusta trasnochar? Esta decisión, que puede estar influenciada por factores como el trabajo, las tareas del hogar o la simple preferencia por irse a dormir a determinada hora, podría tener un impacto en su salud. (Puede leer: Es hora de que la vejez sea una prioridad en Colombia)
Esa es la conclusión a la que llegaron un grupo de investigadores de las universidades de Rutgers y de Virginia en los Estados Unidos y que acaban de publicar los resultados de su estudio en la revista académica Experimental Physiology. Los científicos analizaron los ciclos de vigilia y sueño de un grupo de participantes para determinar cuáles eran las fuentes de energía de los cuerpos.
Los investigadores clasificaron a los 51 participantes en dos grupos según el cronotipo, es decir, si eran madrugadores o noctámbulos. En cada uno de los grupos realizar imágenes avanzadas para evaluar la masa y composición corporal de los integrantes. También se fijaron en los niveles de insulina y tomaron muestras de los alimentos que estos consumían para medir el metabolismo de la grasas y los carbohidratos. (Puede interesar: Las enfermedades cardíacas siguen aumentando en Colombia)
Durante una semana, los participantes fueron monitoreados y sometidos a una dieta controlada en calorías y nutrición que los obligaba a ayunar en las noches. Para determinar cuáles eran las fuentes de energía de cada uno de los grupos, los investigadores realizaron dos pruebas físicas. La primera consistía en caminar sobre una caminadora con una intensidad moderada, mientras que la segunda consistía en trotar mientras la máquina aumentaba su grado de inclinación.
¿Qué encontraron? Mientras los madrugadores utilizan más grasa como fuente de energía y son más sensibles a la insulina, los trasnochadores son más resistentes a esta, lo que implica que el cuerpo necesita de una mayor cantidad de insulina para reducir los niveles de glucosa en la sangre. Además, que el organismo de este segundo grupo prefiere los hidratos de carbono como fuente de energía. (También puede leer: Los niños del campo colombiano crecen menos que los de las ciudades)
Esto, según la investigación, apuntaría que quienes prefieren trasnochar tienen una menor capacidad para utilizar las grasas como fuente de energía, lo que podría llevar a una acumulación de esta en el cuerpo y aumentar el riesgo de diabetes tipo 2 y enfermedades cardiovasculares.
“Las diferencias en el metabolismo de las grasas entre los ‘madrugadores’ y los ‘noctámbulos’ demuestran que el ritmo circadiano de nuestro cuerpo (ciclo de vigilia/sueño) podría afectar a la forma en que nuestro organismo utiliza la insulina”, apuntó Steven Malin, de la Universidad de Rutgers, autor principal de la investigación.