¿Leyó la publicación de la IARC? No suspenda la hidroclorotiazida sin consultar al médico
Hace unos días, la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer (IARC) realizó una publicación en la que aumenta la valoración del riesgo para cáncer de piel y para cáncer de labio, por utilización crónica de un medicamento llamado hidroclorotiazida. Pero si hay algunos detalles que debe saber antes de suspenderla.
Pedro Amariles Muñoz*
María Alejandra Montoya**
Andrés Felipe Zuluaga***
La utilización adecuada de los medicamentos se fundamenta en el grado de certeza que se tiene, con la información disponible, de que los efectos deseables (beneficios) logrados con estos productos superan los efectos indeseables (riesgos). Los efectos deseables con un medicamento incluyen el alivio/control de la enfermedad, la disminución de las muertes, la mejora de la calidad de vida y la disminución de los recursos utilizados. Por su parte, los resultados/efectos indeseables engloban los efectos adversos atribuidos al medicamento, en esencia la posible generación de otros problemas de salud, el aumento del riesgo de muerte, la disminución de la calidad de vida y el aumento de la utilización de recursos.
En este sentido, el médico es el profesional responsable de definir, acorde con las condiciones particulares de cada persona, si la utilización de un medicamento genera más beneficios que riesgos y, por tanto, recetárselo. Por el contrario, si la valoración del médico establece que los riesgos superan los beneficios, el medicamento no debe utilizarse. Es importante destacar que dicha valoración puede cambiar con la disponibilidad de nueva información sobre los resultados en salud del medicamento.
Información reciente de mayor riesgo de cáncer de piel asociado a la utilización de hidroclorotiazida.
La hidroclorotiazida es un medicamento comúnmente recetado para controlar la presión arterial y otros problemas de salud, del cual se ha generado información científica reciente relacionada con posibles riesgos adicionales que requieren ser valorados por el médico, quien definirá si se mantiene la situación en la que los beneficios superan los riesgos y mantendrá el tratamiento. O en su defecto, si la valoración médica establece que los riesgos superan los beneficios, él explicará e indicará la suspensión de este medicamento, lo cual se acompañará de la receta del respectivo reemplazo.
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De forma específica, la Organización Mundial de la Salud tiene conformado un grupo de expertos responsable de valorar el riesgo de cáncer asociado a la utilización (exposición) a ciertos productos, incluyendo medicamentos (Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer, la IARC, por su sigla en inglés). En ello, acorde con el riesgo clasifica los productos en 4 grupos:
Grupo 1. Conformado por productos cancerígenos para los seres humanos (información suficiente).
Grupo 2A. Conformado por productos probablemente cancerígenos para los seres humanos (información limitada en humanos, pero suficiente en animales).
Grupo 2B. Conformada por productos posiblemente cancerígenos para los seres humanos (información limitada en humanos, y no suficiente en animales).
Grupo 3. Conformado por productos clasificables como no cancerígenos para los seres humanos (información insuficiente en humanos y en animales).
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En este contexto, la IARC, acorde con nueva información, en noviembre 29 de 2024 realizó una publicación (1,2) en la que aumenta la valoración del riesgo de cáncer, específicamente para para un tipo de cáncer de piel (carcinoma de células escamosas) y para cáncer de labio, por utilización crónica de hidroclorotiazida, al pasarla del grupo 2B (posiblemente cancerígeno para los seres humanos, vigente desde 2013) al grupo UNO (cancerígeno para los seres humanos).
En esencia, para que exista el riesgo de la generación de cáncer de piel por hidroclorotiazida se requiere de la exposición al sol, específicamente a los rayos ultravioleta. Dicho de otra forma, la hidroclorotiazida sola no genera cáncer, requiere de la radiación ultravioleta (1).
Recomendaciones para las personas que tienen prescrita la utilización de hidroclorotiazida.
La hidroclorotiazida es un medicamento muy utilizado en el mundo, en especial en pacientes con hipertensión arterial. Por ejemplo, solo en Estados Unidos en el 2020 se estimó en más de 40 millones las prescripciones de este medicamento (1), cifra que, en el caso de Colombia, debe ser menor, pero superar el millón de prescripciones. Por ello, es importante que las personas que tengan prescrita la utilización de hidroclorotiazida sigan las siguientes recomendaciones generales:
1. Sólo suspender la utilización de hidroclorotiazida si un médico valora la situación y así lo indica.
La valoración de los beneficios y posibles riesgos, muestra que las personas deben continuar utilizando este medicamento tal como lo ha indicado el médico respectivo, hasta una nueva valoración y definición medica de la mejor opción para la salud y bienestar. Se debe tener presente que, la interrupción abrupta de hidroclorotiazida puede ocasionar un descontrol (aumento) de la presión arterial, efecto que se asocia con la posibilidad de aparición de situaciones que pueden poner en riesgo la vida, caso de los “derrames cerebrales” o infartos del corazón, entre otros.
2. Identificar y utilizar medidas de autocuidado
2.1 Utilizar protección solar y ropa adecuada para evitar exposición a la radiación solar.
- Utilizar protector solar de amplio espectro con un factor de protección solar de 30 o más. Para ello, aplique, cada 2-4 horas, abundante protector solar en la piel descubierta, especialmente en nariz, orejas, cuello, manos, pies y labios.
- Evitar la exposición prolongada al sol, en especial entre las 10 de la mañana y las 4 de la tarde.
- Usar ropa “protectora” que cubra la totalidad de la piel expuesta (mangas largas y cuellos cerrados, pantalones largos). Además, utilizar sombreros de ala ancha y gafas de sol cuando esté al aire libre.
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2.2. Realizarse autoexámenes regulares (cada mes) para observar cambios en la piel, como manchas o imperfecciones nuevas, o en lunares previos. La auto observación regular de la piel permite definir que es normal para usted.
2.3 Consultar de forma inmediata a un médico o dermatólogo si identifica algo inusual.
3. Resolver las dudas o inquietudes que tenga sobre el uso de los medicamentos con personal formado y capacitado para ello.
Además, las instituciones de salud del país (aseguradoras y prestadoras) deben poner a disposición canales de comunicación efectivos para resolver las dudas o inquietudes relacionadas con los medicamentos, en especial en este momento con la hidroclorotiazida. También es necesario, reforzar el compromiso de protección, cuidado y de brindar información clara y confiable. Para ello, deben disponer de un equipo médico para:
• Resolver cualquier pregunta que tenga sobre su tratamiento.
• Evaluar, si es necesario, alternativas seguras para cada caso.
• Acompañar la valoración de cada caso, en clave de proteger la salud de las personas.
En definitiva, ante la generación de esta nueva información de mayor riesgo de cáncer asociado a la utilización de hidroclorotiazida, las instituciones de salud y las personas que tienen prescrito este medicamento tienen responsabilidades claves que asumir y cumplir, buscando siempre el logro de los mejores resultados en salud. De forma específica, los pacientes tienen el deber de seguir las recomendaciones especificadas antes; mientras que las instituciones tienen el deber de establecer mecanismos de información clara y confiable sobre este tema, acompañados de un proceso efectivo que permita en el corto plazo, la valoración médica de cada caso y, con ello, establecer la continuidad o la suspensión de este medicamento, acorde con las características clínicas de la persona.
* Doctor en Farmacia (Homologado a PhD en Farmacología), Profesor Titular, Coordinador Grupo de Investigación Promoción y Prevención Farmacéutica, Universidad de Antioquia, Medellín-Colombia.
** Médica, Toxicóloga Clínica, Profesora, Grupo de Investigación Laboratorio integrado de medicina Especializado -LIME-, Universidad de Antioquia, Medellín-Colombia.
***Médico, Farmacólogo, Farmacometríco, Magíster en Telesalud. Profesor Titular, Coordinador Grupo de Investigación Laboratorio Integrado de Medicina Especializado -LIME-, Universidad de Antioquia, Medellín-Colombia.
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La utilización adecuada de los medicamentos se fundamenta en el grado de certeza que se tiene, con la información disponible, de que los efectos deseables (beneficios) logrados con estos productos superan los efectos indeseables (riesgos). Los efectos deseables con un medicamento incluyen el alivio/control de la enfermedad, la disminución de las muertes, la mejora de la calidad de vida y la disminución de los recursos utilizados. Por su parte, los resultados/efectos indeseables engloban los efectos adversos atribuidos al medicamento, en esencia la posible generación de otros problemas de salud, el aumento del riesgo de muerte, la disminución de la calidad de vida y el aumento de la utilización de recursos.
En este sentido, el médico es el profesional responsable de definir, acorde con las condiciones particulares de cada persona, si la utilización de un medicamento genera más beneficios que riesgos y, por tanto, recetárselo. Por el contrario, si la valoración del médico establece que los riesgos superan los beneficios, el medicamento no debe utilizarse. Es importante destacar que dicha valoración puede cambiar con la disponibilidad de nueva información sobre los resultados en salud del medicamento.
Información reciente de mayor riesgo de cáncer de piel asociado a la utilización de hidroclorotiazida.
La hidroclorotiazida es un medicamento comúnmente recetado para controlar la presión arterial y otros problemas de salud, del cual se ha generado información científica reciente relacionada con posibles riesgos adicionales que requieren ser valorados por el médico, quien definirá si se mantiene la situación en la que los beneficios superan los riesgos y mantendrá el tratamiento. O en su defecto, si la valoración médica establece que los riesgos superan los beneficios, él explicará e indicará la suspensión de este medicamento, lo cual se acompañará de la receta del respectivo reemplazo.
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De forma específica, la Organización Mundial de la Salud tiene conformado un grupo de expertos responsable de valorar el riesgo de cáncer asociado a la utilización (exposición) a ciertos productos, incluyendo medicamentos (Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer, la IARC, por su sigla en inglés). En ello, acorde con el riesgo clasifica los productos en 4 grupos:
Grupo 1. Conformado por productos cancerígenos para los seres humanos (información suficiente).
Grupo 2A. Conformado por productos probablemente cancerígenos para los seres humanos (información limitada en humanos, pero suficiente en animales).
Grupo 2B. Conformada por productos posiblemente cancerígenos para los seres humanos (información limitada en humanos, y no suficiente en animales).
Grupo 3. Conformado por productos clasificables como no cancerígenos para los seres humanos (información insuficiente en humanos y en animales).
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En este contexto, la IARC, acorde con nueva información, en noviembre 29 de 2024 realizó una publicación (1,2) en la que aumenta la valoración del riesgo de cáncer, específicamente para para un tipo de cáncer de piel (carcinoma de células escamosas) y para cáncer de labio, por utilización crónica de hidroclorotiazida, al pasarla del grupo 2B (posiblemente cancerígeno para los seres humanos, vigente desde 2013) al grupo UNO (cancerígeno para los seres humanos).
En esencia, para que exista el riesgo de la generación de cáncer de piel por hidroclorotiazida se requiere de la exposición al sol, específicamente a los rayos ultravioleta. Dicho de otra forma, la hidroclorotiazida sola no genera cáncer, requiere de la radiación ultravioleta (1).
Recomendaciones para las personas que tienen prescrita la utilización de hidroclorotiazida.
La hidroclorotiazida es un medicamento muy utilizado en el mundo, en especial en pacientes con hipertensión arterial. Por ejemplo, solo en Estados Unidos en el 2020 se estimó en más de 40 millones las prescripciones de este medicamento (1), cifra que, en el caso de Colombia, debe ser menor, pero superar el millón de prescripciones. Por ello, es importante que las personas que tengan prescrita la utilización de hidroclorotiazida sigan las siguientes recomendaciones generales:
1. Sólo suspender la utilización de hidroclorotiazida si un médico valora la situación y así lo indica.
La valoración de los beneficios y posibles riesgos, muestra que las personas deben continuar utilizando este medicamento tal como lo ha indicado el médico respectivo, hasta una nueva valoración y definición medica de la mejor opción para la salud y bienestar. Se debe tener presente que, la interrupción abrupta de hidroclorotiazida puede ocasionar un descontrol (aumento) de la presión arterial, efecto que se asocia con la posibilidad de aparición de situaciones que pueden poner en riesgo la vida, caso de los “derrames cerebrales” o infartos del corazón, entre otros.
2. Identificar y utilizar medidas de autocuidado
2.1 Utilizar protección solar y ropa adecuada para evitar exposición a la radiación solar.
- Utilizar protector solar de amplio espectro con un factor de protección solar de 30 o más. Para ello, aplique, cada 2-4 horas, abundante protector solar en la piel descubierta, especialmente en nariz, orejas, cuello, manos, pies y labios.
- Evitar la exposición prolongada al sol, en especial entre las 10 de la mañana y las 4 de la tarde.
- Usar ropa “protectora” que cubra la totalidad de la piel expuesta (mangas largas y cuellos cerrados, pantalones largos). Además, utilizar sombreros de ala ancha y gafas de sol cuando esté al aire libre.
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2.2. Realizarse autoexámenes regulares (cada mes) para observar cambios en la piel, como manchas o imperfecciones nuevas, o en lunares previos. La auto observación regular de la piel permite definir que es normal para usted.
2.3 Consultar de forma inmediata a un médico o dermatólogo si identifica algo inusual.
3. Resolver las dudas o inquietudes que tenga sobre el uso de los medicamentos con personal formado y capacitado para ello.
Además, las instituciones de salud del país (aseguradoras y prestadoras) deben poner a disposición canales de comunicación efectivos para resolver las dudas o inquietudes relacionadas con los medicamentos, en especial en este momento con la hidroclorotiazida. También es necesario, reforzar el compromiso de protección, cuidado y de brindar información clara y confiable. Para ello, deben disponer de un equipo médico para:
• Resolver cualquier pregunta que tenga sobre su tratamiento.
• Evaluar, si es necesario, alternativas seguras para cada caso.
• Acompañar la valoración de cada caso, en clave de proteger la salud de las personas.
En definitiva, ante la generación de esta nueva información de mayor riesgo de cáncer asociado a la utilización de hidroclorotiazida, las instituciones de salud y las personas que tienen prescrito este medicamento tienen responsabilidades claves que asumir y cumplir, buscando siempre el logro de los mejores resultados en salud. De forma específica, los pacientes tienen el deber de seguir las recomendaciones especificadas antes; mientras que las instituciones tienen el deber de establecer mecanismos de información clara y confiable sobre este tema, acompañados de un proceso efectivo que permita en el corto plazo, la valoración médica de cada caso y, con ello, establecer la continuidad o la suspensión de este medicamento, acorde con las características clínicas de la persona.
* Doctor en Farmacia (Homologado a PhD en Farmacología), Profesor Titular, Coordinador Grupo de Investigación Promoción y Prevención Farmacéutica, Universidad de Antioquia, Medellín-Colombia.
** Médica, Toxicóloga Clínica, Profesora, Grupo de Investigación Laboratorio integrado de medicina Especializado -LIME-, Universidad de Antioquia, Medellín-Colombia.
***Médico, Farmacólogo, Farmacometríco, Magíster en Telesalud. Profesor Titular, Coordinador Grupo de Investigación Laboratorio Integrado de Medicina Especializado -LIME-, Universidad de Antioquia, Medellín-Colombia.
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