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La Superintendencia de Salud, en cabeza de Luis Carlos Leal, se pronunció sobre la solicitud de liquidación voluntaria de Compensar EPS, que pidió la aprobación para retirar su programa de salud de manera total y voluntaria del Sistema de Seguridad Social en Salud. De acuerdo con la Supersalud, antes de evaluar si se aprueba, o no, esta solicitud, Compensar deberá realizar dos acciones.
En primer lugar, Compensar deberá comunicar su decisión con antelación de, mínimo, cuatro meses, a sus afiliados, entidades territoriales y la Supersalud. Y además, se requiere que presente un cronograma detallado con acuerdos de pago para sus proveedores, especificando los plazos de las obligaciones a cumplir.
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Vale precisar que en la comunicación pública, Compensar señaló que presentará en los próximos días un cronograma de conciliación de las cuentas con su red de prestadores y proveedores de servicios de salud, “teniendo claro que a la fecha la entidad tiene paz y salvo con su red de prestación hasta diciembre de 2022, por lo cual la liquidación contemplaría casi en su totalidad solo la operación de 2023″. Aun así, por el comunicado de la Supersalud, parece que este está aún por entregarse.
#Noticia | El Superintendente Nacional de Salud, @LuisCarlosLealA, entregó un parte de tranquilidad a los 2,1 millones de afiliados al programa de salud de la Caja de Compensación @Compensar_info en todo el país, luego de que la entidad presentara la semana pasada la solicitud de… pic.twitter.com/xlOiInJxqm
— Supersalud (@Supersalud) April 12, 2024
“Es importante destacar que cualquier decisión estará guiada por el principio fundamental de proteger el derecho a la salud de las personas, incluyendo el derecho a la libre elección y la continuidad en la prestación del servicio para los usuarios. En este sentido, la solicitud de retiro de Compensar no debe ni debería impactar la prestación ni continuidad de los servicios y tratamientos médicos para los pacientes en el país”, indicó Leal.
La Superintendencia podrá solicitar información adicional a la EPS o realizar visitas de inspección. Si la Supersalud aprueba la solicitud, emitirá una resolución que ordena la liquidación voluntaria de la EPS. Se pasará, entonces, a ordenar un liquidador que será responsable de llevar a cabo el proceso de liquidación de la EPS de manera ordenada: esto implicar evaluar los activos y pasivos de la EPS, determinar la situación financiera, resolver compromisos pendientes, garantizar la continuidad de la atención a los afiliados y asegurar el cumplimiento de las obligaciones legales y contractuales. Si la Superintendencia Nacional de Salud deniega la solicitud, la EPS podrá subsanar las deficiencias y volver a presentarla.
El liquidador deberá encargarse de pagar las obligaciones pendientes de la EPS, transferir los afiliados a otra EPS, vender los activos de la EPS y cerrar la EPS. Este proceso no es inmediato, puede demorarse más de un par de meses. Durante ese tiempo, Compensar no puede dejar de prestar servicios y, de hecho, la EPS se comprometió a no hacerlo: Compensar espera que la solicitud de retiro y liquidación voluntaria de su programa de EPS sea aceptada por la Superintendencia Nacional de Salud, y continuará atendiendo a los usuarios de la mejor forma posible, hasta el último día en que estén a su cargo, realizando una entrega ordenada de la población a la entidad que el gobierno defina”, dice la EPS en un comunicado.
En contexto: ¿Qué pasa cuando una EPS, como Compensar, solicita su liquidación voluntaria?
La entidad había alertado desde 2023 de su difícil situación financiera. En 2022, sus pérdidas fueron de $139.000 millones y proyectaban unas pérdidas de $97 mil millones para el 2023. Además, indicaban que el porcentaje de inversión por persona era de 113% respecto al monto que estaba recibiendo por concepto de UPC, es decir, la plata que le da el Estado a las EPS por cada usuario. En 2022, añadían, la insuficiencia de la UPC fue de $494 mil millones. Por otra parte, la deuda que tenía entonces de presupuestos máximos era de $173 mil millones y su cartera de tratamientos que no estaban en el PBS era de más de $89 mil millones. Mientras tanto, el valor de su nómina por año era de más de $260 mil millones.
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