Las aves acuáticas silvestres, incluidas las gaviotas, los gaviotines, las aves playeras, los patos, los gansos y los cisnes, se consideran reservorios (huéspedes naturales) de los virus de la gripe aviar. EFE/EPA/JIM LO SCALZO
Foto: EFE - JIM LO SCALZO
Las primeras noticias que conocemos de la influenza tipo A, que hoy aparece en tantos periódicos y noticieros del mundo, son de 1878, cuando unos pobladores del norte de Italia notaron que sus aves de corral estaban enfermando y muriendo rápidamente. Cuando no fallecían repentinamente, lo hacían después de mostrar desorientación, falta de energía, decoloración de color morado y/o inflamación de varias partes del cuerpo. Los italianos la llamaron “la plaga de las aves”.
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