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A principios de la pandemia por Covid-19 una de las principales características del virus que se descubrió fue la pérdida del olfato y el gusto en alguno de los casos. Esta sintomatología llegó incluso a ser catalogada como clave para detectar el coronavirus. Ahora, un año después, la ciencia sigue estudiando este fenómeno e intenta responder las incógnitas frente a la duración, el tiempo de retorno de los sentidos o incluso la deformación de algunos de estos. La revista científica Nature recopiló algunos de los principales estudios sobre el tema y esto es lo que se conoce hasta el momento.
¿Cuántas personas con COVID-19 pierden el sentido del olfato?
Según Nature el porcentaje exacto de personas con estos síntomas varía según el estudio, sin embargo, la mayoría de expertos sugiere que es común. Una investigación publicada en junio pasado recopiló datos de 8.438 personas con Covid-19 y encontró que en el 41% de los casos se había experimentado pérdida del olfato.
Otro estudio publicado en agosto por un equipo de Instituto de Investigación en Ciencias Fundamentales en Teherán, Irán, administró una prueba de identificación de olores a 100 personas con coronavirus y el 96% de los participantes manifestó una disfunción olfativa y cerca un 18% tenía pérdida total de olfato, también conocida como anosmia. Para los autores de la investigación, es común que la disfunción de estos sentidos sea el único síntoma de Covid-19 que algunos registren, lo que sugiere que el fenómeno está separado de la congestión nasal inducida por virus.
¿Por qué las personas con Covid-19 pierden la sensibilidad a los olores?
Aunque el tema aún es material de estudio, existe un consenso en que la pérdida del olfato ocurre cuando el coronavirus infecta las células que sostienen las neuronas de la nariz. Nature señala que cuando los investigadores identificaron por primera vez la pérdida del olfato como sintomatología del Covid-19, una de las principales preocupaciones era que el virus afectara las neuronas sensibles al olor en la nariz que envían señales al bulbo olfatorio en el cerebro pues la infección tendría acceso al órgano principal. Sin embargo, los estudios post-mortem de personas contagiadas han demostrado que rara vez ha llegado hasta allí.
Un equipo dirigido por Sandeep Robert Datta, neurobiólogo de la Escuela de Medicina de Harvard en Boston, Massachusetts, descubrió que las células que sostienen las neuronas sensoriales en la nariz, llamadas sustentaculares, son probablemente las infectadas por el virus. Los científicos tuvieron en cuenta estas células porque el SARS-CoV-2 ataca a un receptor llamado ACE2 en la superficie de las células. Una de las principales conclusiones de la investigación sugirió que el coronavirus infecta las células de soporte y deja a las neuronas vulnerables y privadas de nutrientes.
Otro estudio sugiere que la perdida del olfato y del gusto se produce al mismo tiempo que un aumento en los niveles en la sangre de una molécula de señalización de inflamación llamada interleucina-6 y un estudio post-mortem, publicado en diciembre, mostró claros signos de inflamación en vasos sanguíneos o en los bulbos olfatorios de las personas que habían tenido Covid-19.
Sin embargo, el artículo de Nature advierte que, aunque hasta el momento se tiene algún conocimiento en los mecanismos que podrían estar involucrados en el olfato, aún no se sabe con certeza cómo el coronavirus afecta el gusto y el olfato.
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¿Cuánto tardan en regresa los sentidos afectados?
Para la mayoría de personas, el olfato y el gusto se recuperan en semanas. En un estudio publicado el 8 de junio, 72% de las personas con coronavirus que tenían pérdida olfativa recuperaron el sentido después de un mes, igual que el 84% de las personas con pérdida del gusto.
Sin embargo, para otros los síntomas son más graves. Cuando los sentidos no regresan de inmediato, según explicó a Nature Claire Hopkins, consultora de oído, nariz y garganta del Guy’s and St Thomas Hospital en Londres, retornan en un periodo prolongado pero lo olores a menudo se podrían registrar como desagradables y diferentes a como los recordaba. Esto es un fenómeno conocido como parasomia. “Todo huele rancio para estas personas y el efecto puede durar meses. Esto se debe a que las neuronas sensoriales olfativas se reconectan a medida que se recuperan”, señaló la experta a Nature.
¿Cómo afecta a una persona la pérdida permanente de los sentidos químicos?
Aunque aún la ciencia no ha explorado mucho este campo, en comparación con la pérdida de la audición o la vista, los expertos señalan que las personas que pierden este sentido podrían estar vulnerables a peligros de intoxicación alimentaria o al fuego. Uno de los referentes son justamente las personas con anosmia quienes no pueden detectar alimentos en mal estado o presencia de humo. Un estudio, publicado en 2014, demostró justamente que las personas con anosmia tenían el doble de probabilidad de experimentar un evento peligroso como comer alimentos descompuestos, que las personas con pérdida del olfato.
Otros expertos señalan que la disfunción del olfato se ha relacionado con la depresión, aunque el mecanismo biológico involucrado aún no está claro.
¿Existen tratamientos para restaurar estos sentidos?
La falta de investigación del tema, advierte el artículo de Nature, demuestra que aún hay pocos tratamientos establecidos. Sin embargo, muchos expertos trabajan con el entrenamiento del olfato en el que las personas huelen los olores prescritos para volver a aprenderlos. Existe evidencia, antes de la pandemia, de que en efecto se puede mejorar esta función del olfato, pero no parece funcionar para todos.
De igual forma, señala Hopkins a Nature, para las personas en las primeras etapas del Covid-19 cuando la pérdida del olfato puede deberse a una inflamación de las células de la nariz, los esteroides podrían ser útiles según explicó un ensayo preliminar. Sin embargo, tanto el remedio como la enfermedad siguen siendo material de estudio.