Lo que se sabe, hasta ahora, de la nueva variante identificada en Sudáfrica
La variante B 1.1.529 del coronavirus fue identificada en Sudáfrica en muestras tomadas desde el pasado 14 de noviembre. La OMS ha anunciado que será objeto de estudio para determinar si puede tratarse de una variante de “interés” o de “preocupación”.
En la última semana, gracias al juicioso sistema de vigilancia genómica de Sudáfrica, fue identificada la variante B 1.1.529 del coronavirus. Una variante que parece estar extendiéndose más rápido de lo que lo hicieron otras variantes como Beta y Delta. Aunque los datos que hay actualmente son bastante preliminares para comprender sus potenciales implicaciones, esto es lo que se conoce hasta ahora sobre ella.
La variante fue identificada en Sudáfrica muy recientemente, en muestras tomadas desde el 14 de noviembre. Sin embargo, se ha evidenciado que se está extendiendo rápidamente, lo que coincide también con un aumento de los casos en el país en los últimos días (que acababa de superar su última ola por la variante Delta). El número de casos, no obstante, es todavía muy pequeño.
En la segunda ola en Sudáfrica, que tuvo su pico entre diciembre de 2020 y febrero de 2021, se alcanzaron a reportar más de 17.000 casos diarios en los que la variante predominante era Beta. En la tercera ola, que ocurrió entre junio e inicios de noviembre, se reportaron casi 20.000 casos diarios en el país en los que la variante predominante era Delta. Las cifras recientes estiman, hasta ahora, que podría haber cerca de 2.000 contagios diarios en Sudáfrica, predominantemente de la variante B 1.1.529. Sin embargo, las autoridades sanitarias han decidido vigilarla de cerca porque, en pocos días, se ha convertido en la más frecuente en el país.
“Esta nueva variante parece extenderse muy rápido. En menos de dos semanas ha dominado las infecciones tras una ola devastadora de Delta en Sudáfrica”, explicó Tulio de Oliveira, el director del Centro de Respuesta e Innovación para Epidemias de Sudáfrica (CERI, por sus siglas en inglés).
Lo que ha llamado también la atención de los expertos es que la identificación de la variante coincide con un aumento rápido de casos en varias provincias de Sudáfrica, principalmente en Gauteng, en donde se estima que el 90% de los casos (al menos 1000 contagios diarios) son de esta variante.
De Oliveira afirmó que trabajan intensamente en comprender los efectos de esta variante en temas como la transmisibilidad, las vacunas, la gravedad de la enfermedad, el diagnóstico y la reinfección.
La Organización Mundial de la Salud (OMS), que convocó también a una reunión de emergencia este viernes para discutir la nueva variante, anunció que harán falta “varias semanas” para entender mejor el “impacto” de esta y determinar su virulencia. Este viernes se espera debatir, por ejemplo, si la variante debe considerarse de “preocupación” o de “interés”.
“Los primeros análisis muestran que esta variante tiene una gran cantidad de mutaciones que requieren y serán objeto de más estudios”, insistió la OMS.
¿Qué más se conoce sobre la variante?
Según de Oliveira, la variante B.1.1.529 tiene un número “extremadamente elevado” de mutaciones y “podemos ver que tiene un potencial alto de propagación”, aseguró el jueves durante una rueda de prensa en línea del ministerio de Sanidad.
Como la variante podría ser muy transmisible, es probable que ya se encuentre en otros países del mundo. Al momento se han detectado casos en países como Israel, Botswana y Hong Kong. Aunque fue detectada por primera vez en Sudáfrica, es importante recordar que esto no implica que este sea su lugar de origen (que aún no se conoce).
Sin embargo, ya varios países han empezado a imponer restricciones de vuelos desde países del Sur de África. Uno de esos es Reino Unido: desde el mediodía del 26 de noviembre, los ciudadanos provenientes de Sudáfrica, Botswana, Lesoto, Namibia, Swazilandia y Zimbabue deberán reservar y pagar un cuarto en uno de los hoteles aprobados por el gobierno británico para realizar una cuarentena de 10 días si desean ingresar al territorio.
Pero, como asegura un artículo publicado en la revista CELL, estas restricciones podrían jugar en contra de la nueva detección de variantes. “Las restricciones de viajes podrían desincentivar los reportes futuros y distraer de otras medidas importantes”, señalan los autores.
La OMS insistió también este viernes en que desaconsejaba las restricciones de viajes debido a la nueva variante. “Permítanme reiterar nuestra posición oficial: la OMS recomienda que los países sigan aplicando un enfoque científico y basado en los riesgos (...). En esta fase, de nuevo, no se recomienda la aplicación de restricciones en los viajes”, dijo Christian Lindmeier, portavoz de la organización, a los periodistas en Ginebra”.
“El mundo debería apoyar a Sudáfrica y África, y no discriminarlas o aislarlas”, asegura Tulio de Oliveira. “Hemos sido muy transparentes con la información científica. Identificamos e hicimos los datos públicos, y levantamos la alerta mientras que las infecciones están hasta ahora aumentando. Lo hicimos para proteger nuestro país y al mundo a pesar de sufrir una posible discriminación masiva”, agrega.
Lo cierto es que aún no se conoce con claridad qué implicaciones podrá haber en cuanto a transmisibilidad o escape inmune, pero todavía no hay razones para pensar que las vacunas no funcionarán frente a esta nueva variante. “En los siguientes días se podrá tener más información sobre si representa o no un cambio real en la pandemia para otras regiones del mundo”, afirmó en su cuenta de Twitter la epidemióloga colombiana Zulma Cucunubá.
En resumen, asegura la Dra. Cucunubá, los datos aún son muy pocos y preliminares para comprender las potenciales implicaciones. Sin embargo, la variante contiene un alto número de mutaciones, por lo que es importante vigilarla de cerca.
En la última semana, gracias al juicioso sistema de vigilancia genómica de Sudáfrica, fue identificada la variante B 1.1.529 del coronavirus. Una variante que parece estar extendiéndose más rápido de lo que lo hicieron otras variantes como Beta y Delta. Aunque los datos que hay actualmente son bastante preliminares para comprender sus potenciales implicaciones, esto es lo que se conoce hasta ahora sobre ella.
La variante fue identificada en Sudáfrica muy recientemente, en muestras tomadas desde el 14 de noviembre. Sin embargo, se ha evidenciado que se está extendiendo rápidamente, lo que coincide también con un aumento de los casos en el país en los últimos días (que acababa de superar su última ola por la variante Delta). El número de casos, no obstante, es todavía muy pequeño.
En la segunda ola en Sudáfrica, que tuvo su pico entre diciembre de 2020 y febrero de 2021, se alcanzaron a reportar más de 17.000 casos diarios en los que la variante predominante era Beta. En la tercera ola, que ocurrió entre junio e inicios de noviembre, se reportaron casi 20.000 casos diarios en el país en los que la variante predominante era Delta. Las cifras recientes estiman, hasta ahora, que podría haber cerca de 2.000 contagios diarios en Sudáfrica, predominantemente de la variante B 1.1.529. Sin embargo, las autoridades sanitarias han decidido vigilarla de cerca porque, en pocos días, se ha convertido en la más frecuente en el país.
“Esta nueva variante parece extenderse muy rápido. En menos de dos semanas ha dominado las infecciones tras una ola devastadora de Delta en Sudáfrica”, explicó Tulio de Oliveira, el director del Centro de Respuesta e Innovación para Epidemias de Sudáfrica (CERI, por sus siglas en inglés).
Lo que ha llamado también la atención de los expertos es que la identificación de la variante coincide con un aumento rápido de casos en varias provincias de Sudáfrica, principalmente en Gauteng, en donde se estima que el 90% de los casos (al menos 1000 contagios diarios) son de esta variante.
De Oliveira afirmó que trabajan intensamente en comprender los efectos de esta variante en temas como la transmisibilidad, las vacunas, la gravedad de la enfermedad, el diagnóstico y la reinfección.
La Organización Mundial de la Salud (OMS), que convocó también a una reunión de emergencia este viernes para discutir la nueva variante, anunció que harán falta “varias semanas” para entender mejor el “impacto” de esta y determinar su virulencia. Este viernes se espera debatir, por ejemplo, si la variante debe considerarse de “preocupación” o de “interés”.
“Los primeros análisis muestran que esta variante tiene una gran cantidad de mutaciones que requieren y serán objeto de más estudios”, insistió la OMS.
¿Qué más se conoce sobre la variante?
Según de Oliveira, la variante B.1.1.529 tiene un número “extremadamente elevado” de mutaciones y “podemos ver que tiene un potencial alto de propagación”, aseguró el jueves durante una rueda de prensa en línea del ministerio de Sanidad.
Como la variante podría ser muy transmisible, es probable que ya se encuentre en otros países del mundo. Al momento se han detectado casos en países como Israel, Botswana y Hong Kong. Aunque fue detectada por primera vez en Sudáfrica, es importante recordar que esto no implica que este sea su lugar de origen (que aún no se conoce).
Sin embargo, ya varios países han empezado a imponer restricciones de vuelos desde países del Sur de África. Uno de esos es Reino Unido: desde el mediodía del 26 de noviembre, los ciudadanos provenientes de Sudáfrica, Botswana, Lesoto, Namibia, Swazilandia y Zimbabue deberán reservar y pagar un cuarto en uno de los hoteles aprobados por el gobierno británico para realizar una cuarentena de 10 días si desean ingresar al territorio.
Pero, como asegura un artículo publicado en la revista CELL, estas restricciones podrían jugar en contra de la nueva detección de variantes. “Las restricciones de viajes podrían desincentivar los reportes futuros y distraer de otras medidas importantes”, señalan los autores.
La OMS insistió también este viernes en que desaconsejaba las restricciones de viajes debido a la nueva variante. “Permítanme reiterar nuestra posición oficial: la OMS recomienda que los países sigan aplicando un enfoque científico y basado en los riesgos (...). En esta fase, de nuevo, no se recomienda la aplicación de restricciones en los viajes”, dijo Christian Lindmeier, portavoz de la organización, a los periodistas en Ginebra”.
“El mundo debería apoyar a Sudáfrica y África, y no discriminarlas o aislarlas”, asegura Tulio de Oliveira. “Hemos sido muy transparentes con la información científica. Identificamos e hicimos los datos públicos, y levantamos la alerta mientras que las infecciones están hasta ahora aumentando. Lo hicimos para proteger nuestro país y al mundo a pesar de sufrir una posible discriminación masiva”, agrega.
Lo cierto es que aún no se conoce con claridad qué implicaciones podrá haber en cuanto a transmisibilidad o escape inmune, pero todavía no hay razones para pensar que las vacunas no funcionarán frente a esta nueva variante. “En los siguientes días se podrá tener más información sobre si representa o no un cambio real en la pandemia para otras regiones del mundo”, afirmó en su cuenta de Twitter la epidemióloga colombiana Zulma Cucunubá.
En resumen, asegura la Dra. Cucunubá, los datos aún son muy pocos y preliminares para comprender las potenciales implicaciones. Sin embargo, la variante contiene un alto número de mutaciones, por lo que es importante vigilarla de cerca.