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El covid prolongado o “long covid” representa un importante desafío para la salud mundial, pues hasta la fecha no se han encontrado tratamientos eficaces, que ayuden a tratar esta enfermedad que puede afectar múltiples órganos como los pulmones, los riñones, el corazón, el cerebro y la piel.
Por el momento se han formulado varias hipótesis para explicar las también llamadas secuelas posagudas del covid-19, como la persistencia viral, la inflamación crónica, la hipercoagulabilidad y la disfunción autonómica. Sin embargo, una nueva investigación publicada en la revista Cell, encontró que el covid prolongado estaría asociado con la reducción de la serotonina, también conocida como “la hormona de la felicidad”. (Lea: Dormir menos de cinco horas aumentaría riesgo de desarrollar síntomas depresivos)
“La infección viral y la inflamación provocada por el interferón (sustancia natural que ayuda al sistema inmunitario a combatir infecciones y otras enfermedades) tipo I reducen la serotonina a través de tres mecanismos”, indica el estudio.
Los investigadores de la Universidad de Pensilvania encontraron que la reducción de la serotonina, a su vez, impide la actividad del nervio vago, uno de los principales nervios del sistema nervioso, y, por tanto, perjudica las respuestas y la memoria del hipocampo, una estructura cerebral que se encarga, entre otras cosas, de la generación y recuperación de recuerdos.
El estudio vinculó las cuatro hipótesis que se tenían previamente con el fin de proporcionar conocimientos prácticos para intervenciones terapéuticas, incluidos medicamentos que aumenten la serotonina. (Lea: Las recomendaciones de la OMS para regular la inteligencia artificial en la salud)
“Todas estas hipótesis diferentes podrían estar conectadas a través de la ruta de la serotonina”, afirma Christoph Thaiss, uno de los autores principales del estudio y profesor adjunto de Microbiología en la Escuela de Medicina Perelman de la Universidad de Pensilvania.
Para llegar a dicha conclusión analizaron la sangre de 58 personas que padecieron covid prolongado por un periodo entre tres y 22 meses desde su infección. Esos resultados los compararon con los análisis de sangre de 30 personas sin síntomas poscovid y 60 pacientes que se encontraban en la fase inicial y aguda de la infección por coronavirus.
Los resultados mostraron que los niveles de serotonina y otros metabolitos se alteraban justo después de la infección por coronavirus, algo que también ocurre con otras infecciones virales. Sin embargo, la diferencia es que las personas con “long covid” la serotonina fue la única molécula que no recuperó sus niveles previos a la infección. (Lea: La obesidad y el sobrepeso le cuestan a Colombia $2.4 billones de pesos al año)
“El hecho de que también se encuentren niveles bajos de serotonina en afecciones no virales caracterizadas por niveles elevados de interferón, como el lupus eritematoso sistémico o la esclerosis múltiple, sugiere que la vía descrita en este estudio puede aplicarse incluso más allá de las infecciones virales”, dicen los investigadores.
El estudio reconoce que hay que seguir estudiando la relación entre la serotonina y el covid prolongado para confirmar con seguridad la hipótesis.