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En los últimos años Estados Unidos ha tenido que enfrentar una compleja epidemia que parece incontenible: el excesivo consumo de los llamados opioides, un grupo de fármacos usados para tratar el dolor pero que pueden generar adicción si no son tomados bajo supervisión médica. En ese país más 72 mil personas murieron en 2017 como consecuencia de esa crisis en la que también se mezclaron sustancias ilegales como la heroína. (Lea Medicamentos opioides: en Colombia hay desigualdad hasta para tratar el dolor)
Detrás de ese enorme problema se esconden muchos motivos. Farmacéuticas que promovieron el consumo de estos medicamentos, publicidad engañosa de laboratorios y médicos que traspasaron los límites éticos de su profesión. Ahora, una nueva investigación publicada en el Journal of General Internal Medicine, muestra que hubo, además, otra razón que motivó la epidemia: los regalos que suele hacer la industria a los doctores para que prescriban medicinas de su marca. (Lea "En medicamentos no ha habida una presión similar a la que ha sufrido Colombia")
Según el documento, hecho por un grupo de investigadores de la University of Pittsburgh Graduate School of Public Health, los profesionales de la salud que recibieron obsequios o prebendas equivalentes a US$ 100 o más fueron más proclives a formular opioides.
Tras analizar la base de datos donde están registrados los regalos que las compañías dieron a los médicos en 2014 y 2015 relacionados con opioides, y cruzarlos con la formulación de estos fármacos los dos años siguientes, concluyeron que sí hubo un vínculo entre las dádivas de la industria, su valor y la prescripción de opiáceos.
"En 2017, por cada 100 estadounidenses hubo 58 recetas de opioides, una cantidad enorme de prescripción en un país que está luchando contra esta epidemia ", le dijo al portal del Centro Médico de la Universidad de Pittsburgh la autora principal del estudio, Mara Hollander.
Como dice un comunicado de esa universidad, lo que hicieron Hollander y su equipo fue agrupar a los médicos en siete categorías de especialidades: atención primaria, cirugía, psiquiatría y neurología, medicina deportiva y de rehabilitación, hematología y oncología, medicina para el dolor y anestesiología, y otras especialidades no quirúrgicas. La idea era evaluar si había algún vínculo con las prescripciones según estas categorías.
“Si bien hubo una relación entre los obsequios y la prescripción de opioides en todas las especialidades, hubo una variabilidad considerable. Los médicos de atención primaria tenían 3,5 veces más probabilidades de estar en el cuartil más alto de prescripción de opioides si se les pagaba $ 100 o más en obsequios. Los psiquiatras y neurólogos a quienes se les pagó $ 100 o más tenían 13 veces más probabilidades de estar en el cuartil más alto de prescripción”, dice el boletín publicado por el centro médico.
Otro de los hallazgos de los investigadores muestra la responsabilidad de una de las compañías en la crisis de opioides. Aunque había 18 empresas que solían ofrecer obsequios a los médicos relacionados con estos fármacos, los de Insys y Purdue representaron casi dos tercios del total del valor de los regalos.
De hecho, en marzo de este año Purdue Pharma acordó pagar unos US$270 millones por la publicidad engañosa relacionada con OxyContin, uno de sus productos más populares. En 2018 había dejado de comercializar opioides ante la evidente epidemia. Johnson & Johnson fue otra de las compañías que, al parecer, tuvo gran responsabilidad. En agosto de 2019 fue condenada a pagar US$ 572 millones por haber fomentado el consumo de estas medicinas.