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Siete hábitos podrían reducir las posibilidades de desarrollar demencia. Así lo afirmó un estudio publicado por la Academia Americana de Neurología que investigó a 20 mujeres estadounidenses durante dos décadas.
“Desde que sabemos que la demencia puede comenzar en el cerebro décadas antes de tener un diagnóstico, es importante que aprendamos cómo nuestros hábitos en una edad media pueden afectar el riesgo de que desarrollemos esta enfermedad en una edad avanzada”, dice Pamela Rist, integrantes de la Academia Americana de Neurología e integrante de la división de medicina preventiva en Brigham y el hospital para mujeres en Boston (Lea también: Mesa de negociación con Fecode iniciará el 9 de marzo: Mineducación).
Los resultados preliminares señalaron que los hábitos consisten en:
- Tener una dieta balanceada.
- Mantener un peso saludable.
- No fumar.
- Mantener una presión sanguínea normal.
- Controlar el colesterol.
- Tener bajos niveles de azúcar en la sangre.
- Tener una actividad física activa.
En este estudio, participaron 13.720 mujeres con una edad promedio de 54 años al comenzar con la investigación. Luego de más de dos décadas de seguimiento, los autores examinaron los datos recolectados en aquellas que fueron diagnosticadas con demencia: un total de 1.771 mujeres, o sea el 13% de las involucradas en el estudio.
Asimismo, la investigación realizado en estadounidenses se une los resultados de investigadores chinos quienes, durante enero del 2023, publicaron un estudio que decía que una combinación de decisiones sanas en el estilo de vida como comer balanceadamente, hacer ejercicio de manera regular y socializar al menos dos veces a la semana podría disminuir la pérdida de memoria y el riesgo de demencia (No se pierda: Aprueban en EE.UU. primera prueba casera para detectar covid-19 y gripe).
“Las personas deberían sentirse empoderadas al saber que, realizar por lo menos 30 minutos de actividad física diaria o mantener su presión sanguínea estable, podría reducir el riesgo de que desarrollen demencia en un futuro”, dijo Rist.
Los autores del estudio estadounidense advirtieron que sus hallazgos tienen limitaciones, incluyendo el hecho de que no pudieron estudiar a aquellas personas que dejaron de fumar y cómo esta decisión pudo haber influenciado el desarrollo o no de esta enfermedad.
Debe recordarse que la demencia es una de las principales amenazas para la salud a nivel mundial. El número de personas que tienen esta enfermedad se encontrará cerca de los 153 millones en 2050, y los científicos han mencionado que este incremento podría representar una amenaza para los sistemas de salud de cada país.