Luz visible también afecta a la pigmentación
Expertos de la universidad de Columbia han abordado los efectos que tiene en la epidermis esta luz.
EFE
En las últimas décadas se han producido grandes avances en el conocimiento de los efectos biológicos de la radiación ultravioleta, pero estudios recientes han demostrado que la luz visible, la que vemos y contiene la gama de colores del arcoiris, también interactúa con la piel y afecta a la pigmentación.
Este es uno de los asuntos que se han analizado en el primer Forum Dermatológico Pierre Fabre, que se celebra en París, con la asistencia de cerca de 800 especialistas en esta disciplina que debaten sobre los últimos avances que se han producido para hacer frente a las enfermedades que afectan a la piel.
El dermatólogo Harvey Luis, de la Universidad British Columbia ha abordado los efectos que tiene en la epidermis esta luz, que está en un espectro de longitud de onda entre los rayos ultravioletas (los que absorben más fotones -energía de la luz- y los infrarrojos (los que absorben menos).
Los últimos estudios evidencian que puede hacer desarrollar más pigmentación sobre todo en pieles más oscuras, en fototipos (el grado de pigmentación que aporta el color) del 4 al 6, es decir en pieles morenas, mulatas y negras. Con esta luz, estas pieles se ponen aún más morenas, pero también les salen manchas.
Los efectos son estéticos, pero se sabe que, al igual que los rayos infrarrojos, de manera indirecta, dañan el ADN, al provocar radicales libres, con lo que favorecen el envejecimiento cutáneo, pero aún no se ha evidenciado que lo modifique.
De ahí la importancia en hacer educación en fotoprotección, de la que ha hablado el dermatólogo alemán Eggert Stockfleth, de European Skin Cancer Foundation, al explicar el Sun Pass Project, un programa en el que se implican a las guarderías y a sus profesionales para concienciar a los niños y sus padres de la importancia de la prevención.
A los niños se les instruye para que vayan vestidos con ropa adecuada para que no les afecte el sol, se les enseña cómo aplicarse los fotoprotectores, a buscar sombras en los recreos, etc, y los responsables del proyecto visitan por sorpresa al cabo de unos meses la guardería para ver cómo es la evolución.
Si en la segunda visita, también sin avisar, ven que la evolución es positiva se concede al centro el certificado de calidad del Sun Pass Project.
La prevención es uno de los temas que más se han tratado en este congreso, en el que se ha incidido en la importancia de realizar campañas de prevención para evitar el cáncer de piel, como la que que presentará la semana que viene en España Avène.
La campaña se centrará en la prevención en adolescentes y en el acné para concienciar a este grupo sobre los peligros de no protegerse del sol durante todo el año, sobre todo en los primeros 20 años, que es cuando se acumula la radiación solar que puede provocar en un futuro cáncer de piel.
Pero algunos niños ya tienen problemas con la piel desde que nacen, como ha señalado el jefe del Servicio de Dermatología del hospital Niño Jesús de Madrid, Antonio Torrello, especialista en dermatitis atópica (DA), una enfermedad crónica que evoluciona por brote y que se manifiesta con una inflamación de la piel caracterizada por lesiones cutáneas, que pueden provocar intenso picor.
La sufren entre el 10 y 15 % de niños de menos de cuatro o cinco años en los países europeos industrializados. En niños mayores y en adultos la incidencia puede ser del 5 %.
Y la padecen más los niños porque es una patología que tiende a resolverse en muchos de los casos con la edad, gracias a una cierta maduración de la piel, que mejora su función de barrera.
Aunque, según Torrello, "los pacientes con DA en la infancia pueden sufrir otras manifestaciones clínicas a lo largo de su vida en la piel relacionadas con la patología" de la que parecían curados.
El tratamiento de la DA leve y moderada se basa en emolientes, que se aplican diariamente por todo el cuerpo, salvo en el periodo de brote de la enfermedad, en el que se evita la zona del eccema, en la que dosifica un corticoide tópico bajo prescripción médica.
El problema son los casos muy severos de DA y el futuro pasa por los estudios que se están elaborando sobre moléculas biológicas: "existen esperanzas en cuanto a nuevos tratamientos. Quizás en el futuro tengamos nuevas noticias sobre estas moléculas que deberían actuar como bloqueadores de las respuestas inmunológica", dijo a Efe Torrello.
En las últimas décadas se han producido grandes avances en el conocimiento de los efectos biológicos de la radiación ultravioleta, pero estudios recientes han demostrado que la luz visible, la que vemos y contiene la gama de colores del arcoiris, también interactúa con la piel y afecta a la pigmentación.
Este es uno de los asuntos que se han analizado en el primer Forum Dermatológico Pierre Fabre, que se celebra en París, con la asistencia de cerca de 800 especialistas en esta disciplina que debaten sobre los últimos avances que se han producido para hacer frente a las enfermedades que afectan a la piel.
El dermatólogo Harvey Luis, de la Universidad British Columbia ha abordado los efectos que tiene en la epidermis esta luz, que está en un espectro de longitud de onda entre los rayos ultravioletas (los que absorben más fotones -energía de la luz- y los infrarrojos (los que absorben menos).
Los últimos estudios evidencian que puede hacer desarrollar más pigmentación sobre todo en pieles más oscuras, en fototipos (el grado de pigmentación que aporta el color) del 4 al 6, es decir en pieles morenas, mulatas y negras. Con esta luz, estas pieles se ponen aún más morenas, pero también les salen manchas.
Los efectos son estéticos, pero se sabe que, al igual que los rayos infrarrojos, de manera indirecta, dañan el ADN, al provocar radicales libres, con lo que favorecen el envejecimiento cutáneo, pero aún no se ha evidenciado que lo modifique.
De ahí la importancia en hacer educación en fotoprotección, de la que ha hablado el dermatólogo alemán Eggert Stockfleth, de European Skin Cancer Foundation, al explicar el Sun Pass Project, un programa en el que se implican a las guarderías y a sus profesionales para concienciar a los niños y sus padres de la importancia de la prevención.
A los niños se les instruye para que vayan vestidos con ropa adecuada para que no les afecte el sol, se les enseña cómo aplicarse los fotoprotectores, a buscar sombras en los recreos, etc, y los responsables del proyecto visitan por sorpresa al cabo de unos meses la guardería para ver cómo es la evolución.
Si en la segunda visita, también sin avisar, ven que la evolución es positiva se concede al centro el certificado de calidad del Sun Pass Project.
La prevención es uno de los temas que más se han tratado en este congreso, en el que se ha incidido en la importancia de realizar campañas de prevención para evitar el cáncer de piel, como la que que presentará la semana que viene en España Avène.
La campaña se centrará en la prevención en adolescentes y en el acné para concienciar a este grupo sobre los peligros de no protegerse del sol durante todo el año, sobre todo en los primeros 20 años, que es cuando se acumula la radiación solar que puede provocar en un futuro cáncer de piel.
Pero algunos niños ya tienen problemas con la piel desde que nacen, como ha señalado el jefe del Servicio de Dermatología del hospital Niño Jesús de Madrid, Antonio Torrello, especialista en dermatitis atópica (DA), una enfermedad crónica que evoluciona por brote y que se manifiesta con una inflamación de la piel caracterizada por lesiones cutáneas, que pueden provocar intenso picor.
La sufren entre el 10 y 15 % de niños de menos de cuatro o cinco años en los países europeos industrializados. En niños mayores y en adultos la incidencia puede ser del 5 %.
Y la padecen más los niños porque es una patología que tiende a resolverse en muchos de los casos con la edad, gracias a una cierta maduración de la piel, que mejora su función de barrera.
Aunque, según Torrello, "los pacientes con DA en la infancia pueden sufrir otras manifestaciones clínicas a lo largo de su vida en la piel relacionadas con la patología" de la que parecían curados.
El tratamiento de la DA leve y moderada se basa en emolientes, que se aplican diariamente por todo el cuerpo, salvo en el periodo de brote de la enfermedad, en el que se evita la zona del eccema, en la que dosifica un corticoide tópico bajo prescripción médica.
El problema son los casos muy severos de DA y el futuro pasa por los estudios que se están elaborando sobre moléculas biológicas: "existen esperanzas en cuanto a nuevos tratamientos. Quizás en el futuro tengamos nuevas noticias sobre estas moléculas que deberían actuar como bloqueadores de las respuestas inmunológica", dijo a Efe Torrello.