Más de 1,5 millones de colombianos podrían haber desarrollado “long covid”

Hace un par de semanas, el Observatorio Nacional de Salud del Instituto Nacional de Salud (INS) publicó un estudio que pasó inadvertido. Bajo el título “Panorama de eventos en salud pública”, esa entidad presentó una estimación de las personas que desarrollaron un síndrome que dejó el covid-19: el llamado “long covid” o “covid prolongado”, una enfermedad sobre la que aún hay muchos interrogantes. Según sus cálculos, desde que empezó la pandemia hasta junio de 2022, el 29,5% de las personas mayores de 18 años que se infectaron con el coronavirus y sobrevivieron, desarrollaron esa enfermedad; es decir, 1.509.813 pacientes.

Hace un par de semanas, el Observatorio Nacional de Salud del Instituto Nacional de Salud (INS) publicó un estudio que pasó inadvertido. Bajo el título “Panorama de eventos en salud pública”, esa entidad presentó una estimación de las personas que desarrollaron un síndrome que dejó el covid-19: el llamado “long covid” o “covid prolongado”, una enfermedad sobre la que aún hay muchos interrogantes. Según sus cálculos, desde que empezó la pandemia hasta junio de 2022, el 29,5% de las personas mayores de 18 años que se infectaron con el coronavirus y sobrevivieron, desarrollaron esa enfermedad; es decir, 1.509.813 pacientes.

De acuerdo con la investigación, los síntomas que se han reportado con más frecuencia en el país son: cansancio, dificultad respiratoria, trastornos del sueño y desórdenes cognitivos. Además, añade el Observatorio, el mayor riesgo de desarrollar este síndrome se reportó en personas con 60 años o más y en aquellas que requirieron hospitalización.

Para hacer la modelación, los investigadores asumieron que todos los síntomas tienen una duración de nueve meses y así estimaron los años de vida saludables perdidos debido al “long covid”.

Como explica Carlos Andrés Castañeda Orjuela, director del Observatorio, se estima que este síndrome causó casi 200 mil años de vida saludable perdidos en Colombia. “Para poner un ejemplo, 200 mil años de vida perdidas significan el equivalente a que doscientas mil personas perdieron, cada una, un año de vida saludable y de bienestar”, dice.

Según el estudio, los departamentos con las tasas más altas de años de vida saludable perdidos son Antioquia, Atlántico, Bogotá, Caldas, Quindío, Risaralda, Valle del Cauca y San Andrés. Y, aunque el estudio no determina el impacto que ha tenido la atención de estos pacientes en el sistema de salud, seguramente o han requerido los servicios para tratar los síntomas. Eso, agrega Castañeda, implica un consumo de recursos.

En otras palabras, añade, “el covid prolongado representa un reto para los sistemas de salud tanto en la atención de pacientes como en el seguimiento y registro de casos”.

Es un desafío que también han detectado varios actores de la salud en Colombia. De hecho, como confirmó el Ministerio de Salud, actualmente, el “long covid” no es un evento bajo vigilancia de salud pública, lo cual dificulta que haya cifras precisas sobre el número de afectados. “Por ahora, se realizan seguimientos por procesos de investigación clínica”, dicen desde la Dirección de Epidemiología y Demografía.

Además del análisis del Observatorio del INS, hay otra fuente de datos que da algunas señales sobre lo que está sucediendo con el “long covid” en Colombia: las EPS que, a través de sus gremios, Acemi y Gestarsaud, han manifestado en las últimas semanas sus inquietudes y preocupaciones frente al aumento de los costos en atención que parece estar causando esta enfermedad.

Una de las EPS que ha hecho un esfuerzo por recopilar datos relacionados con este síndrome es Compensar, que hacia junio de 2022 tenía más de dos millones de afiliados al Plan de Beneficios en Salud (270.000 en el Plan Complementario).

Como le contó a El Espectador, seleccionaron una muestra representativa de personas que habían tenido covid-19. Luego, identificaron que el 25,8% de pacientes ha presentado signos y síntomas sugestivos de “long covid” a los 3, 6 o 9 meses desde el momento en que el laboratorio confirmó el diagnóstico.

Según los datos de esta EPS, los síntomas residuales tres meses después de presentar un cuadro agudo de covid-19 incluían disnea, fatiga, depresión, parestesias o disestesias, insomnio, falta de concentración, ansiedad, cefalea, mialgias, artralgias y dolor torácico. Aunque cada caso es particular, Compensar dice que no es muy frecuente que estos pacientes se agraven.

También le preguntamos a Sura y Nueva EPS, si estaban haciendo seguimiento de los casos con long covid. Al momento de publicar este artículo, solo Sura confirmó que sí lo estaba haciendo, pero no revelaría los datos.

Otra gran dificultad

La Procuraduría General fue otra de las entidades que hace poco llamó la atención sobre el covid prolongado. En una carta enviada al Ministerio de Salud, le pidió acciones inmediatas y urgentes para evitar cualquier colapso del sistema. En su respuesta, la cartera que encabeza Carolina Corcho, le dejó claro que, en el medio, hay otra dificultad: realizar diagnóstico preciso de ese síndrome. No toda enfermedad relacionada con temas cardiacos, circulatorios o neurológicos, recordaba el Minsalud, significa que sea una consecuencia del covid-19.

En el fondo, esas dudas revelaban un obstáculo: saber con precisión qué es el long covid. Varios organismos como la OMS, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos (EE. UU.) y diversas universidades han hecho aportes para llenar los vacíos de lo que sabemos y no sabemos de este síndrome.

A finales de 2021, por ejemplo, la OMS publicó una primera definición de un caso clínico: ocurre en personas con antecedentes de infección por SARS-CoV-2 probable o confirmada generalmente tres meses después del brote original de la enfermedad.  Los síntomas más comunes, decía entonces, incluyen fatiga, dificultad para respirar o dolor en las articulaciones.

Para saber con más precisión a quiénes afecta, a mediados de este año los CDC informaron que casi uno de cada cinco adultos estadounidenses que han tenido covid-19, todavía tienen “covid prolongado”. Otro estudio global publicado en The Journal Infecious Diseases y que examinó 41 estudios que se han publicado en el mundo sobre el tema, encontró que ese porcentaje puede ser mayor. La fatiga, concluían sus atores, fue el síntoma más común.

Sin embargo, como reconocía en The New York Times el Dr. Ziyad Al-Aly, epidemiólogo de la Universidad de Washington y quien ha publicado varias investigaciones sobre el tema, aún hay retos para estudiar este síndrome por la variedad de síntomas y por los “marcos de tiempo” que se usan para analizarlo. Por eso, dijo, los esfuerzos por entenderlo mejor deben continuar.

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