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El virus del herpes simple (VHS) tipo 1 y tipo 2 causan infecciones de por vida y están ampliamente distribuidos en todo el mundo, lo que resulta en una enfermedad significativa y una carga económica. Se trata de dos enfermedades que se manifiestan de manera diferente, pero comparten características comunes.
El VHS-1 suele estar asociado con infecciones orales, como el herpes labial, aunque también puede causar infecciones genitales. Por su parte, el VHS-2 es la principal causa de herpes genital, una enfermedad de...
Además de las dolorosas llagas genitales, el herpes genital puede afectar la vida emocional y social de quienes lo padecen, incluidos efectos negativos sobre las relaciones sexuales, la calidad de vida y problemas de salud mental como depresión, ansiedad y baja autoestima. Se cree también que la infección por VHS-2 aumenta el riesgo de adquisición y transmisión del VIH, lo que potencialmente resulta en una sinergia epidemiológica entre estas dos infecciones. Es decir, ambas infecciones pueden “trabajar juntas” y empeorar la situación en las personas afectadas. Debido a esto, es importante saber cada vez más de estas afecciones.
Un nuevo estudio publicado en la revista Sexually Transmitted Infections calculó la infección genital con ambos tipos de VHS y la úlcera genital asociada a nivel mundial en 2020, desglosando los datos por región de la Organización Mundial de la Salud y por sexo para mujeres y hombres. ¿Qué encontraron?
Una alta carga mundial
En 2020, se estimó que 25,6 millones de personas entre los 15 y los 49 años contrajeron nuevas infecciones por HSV-2, el virus responsable del herpes genital. Además, más de 519,5 millones de personas en este rango de edad ya vivían con la infección, lo que representa aproximadamente el 13,3 % de la población global en este grupo de edad. Por otro lado, el HSV-1, que generalmente está asociado con herpes labial, pero también puede causar infecciones genitales, tuvo 16,8 millones de nuevos casos genitales en el mismo año.
En total, se calcula que 376,2 millones de personas (un 10,2 % de esta población) convivían con infecciones genitales por HSV-1. Sumando los casos de ambos virus, se estima que 204,6 millones de personas entre los 15 y los 49 años experimentaron al menos un episodio de síntomas relacionados con el herpes genital en 2020. De estos, 187,9 millones se atribuyen al HSV-2 y 16,7 millones al HSV-1.
“Aunque la mayoría de las personas que padecen una infección por herpes genital tienen pocos síntomas, al ser tan elevado el número de infecciones, el herpes genital sigue causando dolor y sufrimiento a millones de personas en todo el mundo y ejerce presión sobre unos sistemas de salud ya sobrecargados”, reaccionó a la investigación Meg Doherty, directora de los Programas Mundiales sobre VIH, Hepatitis e Infecciones de Transmisión Sexual de la OMS. “Se necesitan con urgencia mejores opciones de prevención y tratamiento para reducir la transmisión del herpes, que también contribuirán a reducir la transmisión del VIH”.
De hecho, los autores de la investigación concluyen que aunque las infecciones por VHS tienen una prevalencia amplia en todas las regiones del mundo, y esto una carga significativa de trastornos de transmisión sexual con repercusiones en la salud psicosocial, sexual y reproductiva, casi no existen programas específicos para la prevención y el control del VHS, incluso en los países ricos en recursos.
Esto podría deberse, en parte, la falta de herramientas para abordar infecciones tan prevalentes, a menudo asintomáticas e incurables a nivel de la población. “Las modalidades de prevención disponibles, incluidos los preservativos y la terapia antiviral, son insuficientes para controlar la transmisión de la infección y, en el mejor de los casos, han tenido un impacto modesto en la población en la reducción de las tasas de incidencia”, escriben los autores de la investigación. Por todo esto, “existe la necesidad de vacunas profilácticas y terapéuticas contra el VHS como un enfoque estratégico para controlar la transmisión y frenar la enfermedad y las cargas económicas de estas infecciones”. En la actualidad no hay cura para el herpes.
“La estigmatización en torno al herpes genital indica que se ha hablado de ello muy poco, a pesar de que afecta a millones de personas en todo el mundo. No se ha hecho lo suficiente para afrontar esta infección frecuente”, dijo también Sami Gottlieb, uno de los autores del informe y funcionario médico del Departamento de Salud Sexual y Reproductiva e Investigaciones Conexas de la OMS. “Unas investigaciones más amplias y una mayor inversión para desarrollar nuevas vacunas y tratamientos contra el herpes, y su uso equitativo, podrían desempeñar un papel fundamental en la mejora de la calidad de vida de las personas”.
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