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Los resultados de una evaluación económica indican que los efectos de Dasatinib en la salud son mínimos frente a su alto costo. Este es el principio activo de los medicamentos para tratar la leucemia mieloide crónica (LMC).
A esta conclusión llegó el magíster en Economía David Quitián, de la Universidad Nacional de Colombia (U.N.), quien considera que la inclusión de este medicamento en el plan de beneficios podría representar un impacto presupuestal que afectaría la sostenibilidad financiera del sistema de salud colombiano.
“Desde el punto de vista de eficiencia económica, dasatinib no representa la mejor alternativa en comparación con nilotinib –otro principio activo– en términos de costo-efectividad”, comenta el magíster.
La LMC es una enfermedad cancerígena de la médula ósea, caracterizada por un aumento descontrolado en la producción de algunas de las células que esta produce.
Para el estudio se trabajó con pacientes adultos diagnosticados con LMC resistentes o intolerantes al tratamiento de primera línea con imatinib, medicamento para tratar ciertos tipos de cáncer.
“Teniendo en cuenta que la respuesta al tratamiento difiere en relación con las características de la población, la evaluación económica contempló un análisis de dos subgrupos de pacientes: aquellos que presentan resistencia a dosis estándar de imatinib, y aquellos intolerantes”, indica el investigador.
Los datos de eficacia, seguridad y utilidad se tomaron de estudios publicados a partir de ensayos clínicos desarrollados con los medicamentos estudiados.
El diseño metodológico estuvo acompañado por expertos clínicos del Hospital Militar Central de Bogotá, quienes contribuyeron desde sus áreas temáticas a consolidar un estudio de calidad, de manera que las conclusiones permitan una discusión efectiva para tomar decisiones en torno a las necesidades de salud de la población colombiana.
En ese sentido, se identificó que en pacientes resistentes los costos totales esperados del tratamiento libre de progresión fueron: nilotinib, cerca de los 650 millones de pesos y dasatinib 686,5 millones de pesos, mientras que para pacientes intolerantes los costos fueron: para nilotinib, poco más de 740 millones de pesos y para dasatinib cercva de 856 millones de pesos.
En términos de años de vida ganados, los resultados en pacientes resistentes fue de 4,26 años con nilonitib y de 4,97 años con dasatinib. Por su parte, personas intolerantes al medicamento presentaron 4,36 años de vida ganados con nilotinib y 5,67 con dasatinib.
Por último, la razón de costo-efectividad incremental para pacientes resistentes es cercana a los 337 millones de pesos, mientras que para individuos intolerantes fue de 166 millones de pesos. Estos resultados muestran que dasatinib no es una alternativa costo-efectiva.
“El análisis probabilístico con 10.000 simulaciones reveló que dasatinib tiene el 28,7 % de probabilidades de ser efectivo frente a su costo, en pacientes resistentes, mientras que en personas intolerantes presentó solo el 9 %”, comenta el magíster.
Para la investigación se diseñó un árbol de decisión y Markov para estimar los años de vida libres en una segunda línea de tratamiento en pacientes con LMC resistentes o intolerantes a dasatinib (140 mg/día) comparado con nilotinib (800 mg/día).
Los costos de tratamiento y manejo de eventos adversos se estimaron según bases de datos y tarifas oficiales de Colombia. Los resultados se probaron mediante análisis de sensibilidad determinísticos y probabilísticos.
Sobre el tratamiento de cáncer, el investigador comenta que aunque las nuevas tecnologías han aumentado en cierta medida la sobrevida y calidad de vida de los pacientes, representan un impacto presupuestal considerable para los sistemas de salud, hecho que motivó el desarrollo de la evaluación económica sobre los tratamientos de segunda línea en este tipo de pacientes.
“La evaluación económica de los tratamientos de segunda línea constituye un aporte fundamental para elegir la mejor alternativa en términos de eficacia, seguridad y eficiencia económica para el sistema de salud, teniendo en cuenta que, a cualquier nivel dado de recursos disponibles, se busca maximizar los beneficios en salud para la población”, concluye.
La LMC constituye el 20 % de las leucemias y se considera una enfermedad poco frecuente, pues solo afecta a cerca de una persona por cada 100.000 habitantes. La edad media de aparición es de 56 años, siendo muy poco frecuente en edad infantil.