Minsalud rechaza reanudación de fumigación aérea con glifosato
A través de su cuenta en Twitter, Alejandro Gaviria se opuso a la propuesta del fiscal Néstor Humberto Martínez de reactivar las fumigaciones aéreas.
Redacción Salud
Ante la propuesta del fiscal general de reactivar la fumigación aérea con glifosato al considerar que la erradicación manual ha sido un fracaso, el ministro de Salud, Alejandro Gaviria no tardó en dar su punto de vista negativo a la propuesta y recordar las razones por las que fue prohibida dicha práctica en el país. (Vea: Fiscal general pide reactivar la aspersión aérea de cultivos ilícitos)
A través de su cuenta de Twitter el ministro recordó que la Organización Mundial de Salud considera el fungicida como “probablemente cancerígeno en humanos”, razones que tuvo en cuenta la Corte Constitucional para aplicar el principio de precaución y ordenar la suspensión de las aspersiones hasta que no se tuviera certeza que no existen riesgos derivados para el ser humano.
Además recordó que la exposición al glifosato está relacionada con un tipo de cáncer linfático en humanos, y hemorragias, tumores en la piel y cáncer pancréatico en animales. Así mismo aseguró que “en las aspersiones sobre cultivos ilícitos la población no tiene la posibilidad de expresar su voluntad de exponerse o no al riesgo, a diferencia de lo que ocurre en las aspersiones sobre cultivos lícitos”.
En Colombia, desde el año 2000, el glifosato se convirtió en una de las armas en la guerra contra el narcotráfico y se calcula que han sido fumigadas 1,5 millones de hectáreas de cultivos ilícitos. No poco dinero se invirtió en esta tarea. Entre 2000 y 2010, el Gobierno colombiano desembolsó US$668 millones anuales para combatir la producción de estupefacientes. Algo así como el 1% del PIB nacional.
Ya en 2007, Afganistán había suspendido las aspersiones aéreas con esta sustancia química. Desde entonces, Colombia es el único país en el mundo que la seguía usando. Hasta octubre de 2015, que el presidente Juan Manuel Santos ordenó la suspensión inmediata con este tipo de fumigación y se comenzó a establecer la estrategia de erradicación manual.
Ante la propuesta del fiscal general de reactivar la fumigación aérea con glifosato al considerar que la erradicación manual ha sido un fracaso, el ministro de Salud, Alejandro Gaviria no tardó en dar su punto de vista negativo a la propuesta y recordar las razones por las que fue prohibida dicha práctica en el país. (Vea: Fiscal general pide reactivar la aspersión aérea de cultivos ilícitos)
A través de su cuenta de Twitter el ministro recordó que la Organización Mundial de Salud considera el fungicida como “probablemente cancerígeno en humanos”, razones que tuvo en cuenta la Corte Constitucional para aplicar el principio de precaución y ordenar la suspensión de las aspersiones hasta que no se tuviera certeza que no existen riesgos derivados para el ser humano.
Además recordó que la exposición al glifosato está relacionada con un tipo de cáncer linfático en humanos, y hemorragias, tumores en la piel y cáncer pancréatico en animales. Así mismo aseguró que “en las aspersiones sobre cultivos ilícitos la población no tiene la posibilidad de expresar su voluntad de exponerse o no al riesgo, a diferencia de lo que ocurre en las aspersiones sobre cultivos lícitos”.
En Colombia, desde el año 2000, el glifosato se convirtió en una de las armas en la guerra contra el narcotráfico y se calcula que han sido fumigadas 1,5 millones de hectáreas de cultivos ilícitos. No poco dinero se invirtió en esta tarea. Entre 2000 y 2010, el Gobierno colombiano desembolsó US$668 millones anuales para combatir la producción de estupefacientes. Algo así como el 1% del PIB nacional.
Ya en 2007, Afganistán había suspendido las aspersiones aéreas con esta sustancia química. Desde entonces, Colombia es el único país en el mundo que la seguía usando. Hasta octubre de 2015, que el presidente Juan Manuel Santos ordenó la suspensión inmediata con este tipo de fumigación y se comenzó a establecer la estrategia de erradicación manual.