Nació un superhospital para niños con cáncer

El Centro de Cáncer Infantil en Bogotá cuenta con 400 camas, 50 habitaciones unipersonales y 36 unidades de cuidado intensivo.

Mariana Rolón Salazar
16 de diciembre de 2016 - 10:28 a. m.
El nuevo centro de oncología pediátrica hace parte de la Fundación Hospital Pediátrico de La Misericordia. / Fotos: Óscar Pérez
El nuevo centro de oncología pediátrica hace parte de la Fundación Hospital Pediátrico de La Misericordia. / Fotos: Óscar Pérez
Foto: OSCAR PEREZ
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“Me parece muy bien que hagan este hospital, pues a nosotros los niños muchas veces nos hacen esperar para darnos un diagnóstico, pero no podemos esperar porque se trata de una urgencia”, contó Mariana Cubillos, de nueve años, durante la inauguración del Centro de Cáncer Infantil, a partir de ahora la institución más grande y compleja para el tratamiento del cáncer infantil en Colombia, que exigió una inversión de $35.000 millones.

Mariana será una de las primeras pacientes en ser tratadas cuando el centro abra sus puertas en enero del próximo año. Recibirá un trasplante de médula con el que los médicos esperan ayudarla a superar la leucemia linfoide aguda que le diagnosticaron.

El nuevo centro hace parte de la Fundación Hospital Pediátrico de La Misericordia (HOMI) y con su construcción busca ampliar su capacidad de atención para niños con cáncer en un 30 %. Con 400 camas, 50 habitaciones unipersonales y 36 unidades de cuidado intensivo podrán diagnosticar a un paciente con cáncer en menos de 24 horas. El edificio, de seis pisos y 9.000 metros cuadrados, está ubicado en el sur de Bogotá.

El año pasado se diagnosticaron 1.100 niños con cáncer en todo el país, de los cuales 208 fueron manejados en el HOMI. Es decir, que el 20 % de los niños diagnosticados con cáncer en Colombia comienzan su lucha en esta institución. Su director, Mauricio Barberi, afirma con satisfacción que lideran la batalla contra esta enfermedad gracias al personal del hospital y a 12 oncohematólogos. Especialistas que escasean en el país, pues solo hay 72 en toda Colombia. Eso les ha permitido atender de manera oportuna y eficaz a los niños que llegan al hospital cada mes.

Niños de distintas regiones del país, así como del régimen subsidiado, contributivo o medicina prepagada, tendrán acceso al nuevo centro oncológico, uno de los más grandes de América Latina. Según el doctor Barberi, “de los 208 niños diagnosticados con cáncer el año pasado, 51 eran de Bogotá y el resto de otros departamentos”.

Una de las razones por las que los niños llegan a este hospital es porque es el único en el país que cuenta con una Unidad de Trasplante de Células Hematopoyéticas exclusiva para pediatría. Las células importadas del banco más grande del mundo, con sede en España, sirven para reemplazar las células defectuosas en los niños con ciertos tipos de cáncer.

El hospital ha logrado superar la tasa de sobrevida de leucemia linfoide que hay en el país. La tasa a nivel nacional es de 45 % y en la HOMI el porcentaje de sobrevida es de 79,9 %.

Avances como este posicionaron a la Fundación dentro de los estándares internacionales y le permitieron codearse con países como Estados Unidos en cuanto a la efectiva curación de niños. “El país tiene todo para tratar a los niños con cáncer”, dijo la doctora Isabel Sarmiento, líder de la Unidad de Oncohematología. Aseguró que como país “tenemos la responsabilidad de alcanzar los mismos resultados que tienen países parecidos a nosotros. Inclusive, aquellos con mayores ingresos que nosotros”.

Para ella, aunque el cáncer en niños no se puede prevenir, pues es una enfermedad que está determinada genéticamente, sí hay una salida: diagnosticarla a tiempo y atacarla con el tratamiento adecuado. Esa es la mayor apuesta del nuevo centro infantil, contribuirle al país con infraestructura, personal y tecnología. Para el doctor Barberi, en un país donde se han cerrado 600 camas pediátricas en los últimos cinco años, el centro con “esos seis pisos va a disminuir las necesidades que tiene nuestro país”.

Unos esfuerzos que Mariana, alzando la voz y orgullosa, resume con bastante sencillez: “Muchos niños están viviendo aquí en el hospital y aquí los están curando y dándoles medicinas. Si uno se propone que puede salir, va a salir, y lo más rápido que uno pueda”.

Por Mariana Rolón Salazar

 

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