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Es posible que muy a menudo escuche que debe hacer ejercicio físico para tener un mejor estado de salud y evitar algunas enfermedades. De hecho, la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda la actividad física regular para prevenir y controlar enfermedades cardíacas, la diabetes, entre otras, así como para “mejorar la salud mental, la calidad de vida y el bienestar”. (Puede leer: Investigadores creen que es mejor cambiarle el nombre a la obesidad. ¿Por qué?)
Sin embargo, según señalan en un reciente estudio un grupo de investigadores del University College London (UCL, por sus siglas en inglés), es importante considerar conjuntamente el sueño y la actividad física cuando se habla de mejorar la salud cognitiva de los adultos y adultos mayores.
Mikaela Bloomberg, investigadora del Instituto de Epidemiología y Atención Sanitaria de la UCL, explica que “los estudios anteriores que examinaban cómo el sueño y la actividad física podrían combinarse para afectar a la función cognitiva han sido principalmente transversales —centrándose solo en una instantánea en el tiempo— y nos sorprendió que la actividad física regular podría no ser siempre suficiente para contrarrestar los efectos a largo plazo de la falta de sueño sobre la salud cognitiva”. (Le puede interesar: Los países que más beben alcohol en el mundo (y qué dice esto sobre nuestra salud))
Por eso, un equipo liderado por Bloomberg analizó a 8.958 personas de entre 50 y 95 años a lo largo de 10 años. Lo hicieron para ver cómo diferentes combinaciones de hábitos de sueño y de actividad física afectaban la función cognitiva de estas personas. Sus resultados fueron publicados recientemente en la revista académica The Lancet Healthy Longevity.
Lo que encontraron fue que aquellas personas que hacían bastante ejercicio pero que dormían poco, es decir, menos de seis horas y media por noche, “tenían tasas más rápidas de declive cognitivo que aquellos con mayor actividad física y sueño óptimo”. (También puede leer: A partir de julio, algunos médicos en Australia pueden recetar hongos y MDMA)
El declive cognitivo de hacer mucho ejercicio pero dormir poco era tal, que al cabo de 10 años era similar al de las personas que manifestaron realizar poca actividad física.
“Nuestro estudio sugiere que puede ser necesario dormir lo suficiente para obtener todos los beneficios cognitivos de la actividad física. Demuestra lo importante que es considerar conjuntamente el sueño y la actividad física cuando se piensa en la salud cognitiva”, concluye Bloomberg. (Puede interesarle: Los reparos de la Procuraduría a la intervención de la Supersalud sobre Savia Salud)
Para Andrew Steptoe, colega de Bloomberg, “la Organización Mundial de la Salud ya identifica la actividad física como una forma de mantener la función cognitiva, pero las intervenciones también deberían tener en cuenta los hábitos de sueño para maximizar los beneficios a largo plazo para la salud cognitiva”.