Escucha este artículo
Audio generado con IA de Google
0:00
/
0:00
Las últimas declaraciones del ministro de salud, Guillermo Alfonso Jaramillo, sobre el sistema de salud y su financiamiento (o desfinanciamiento) están generando mucho ruido. Desde Bucaramanga, durante una de las audiencias públicas sobre la reforma a la salud, Jaramillo fue, una vez más, tajante en su respuesta a las EPS: si el dinero que está girando el Estado no está alcanzando, “vamos a necesitar más recursos. Entonces no nos jodan a nosotros y más bien ayúdenos a que hagamos una reforma tributaria”
“Entonces, si falta la plata, si Gestarsalud (gremio de las EPS del subsidiado) dice que no hay dinero, la Andi dice que no hay dinero, que no alcanza la plata, que hay que darle más a las EPS (...) pues entonces hagamos la reforma tributaria y pongamos a los empresarios a que paguen la plata que dejaron de pagar (...) una reforma justa y equitativa en la que todos pongamos”, dijo Jaramillo. No es la primera vez que el ministro de salud lanza una idea así. A mediados de agosto del año pasado, cuando el Minsalud abrió la puerta a revisar si la UPC (la plata que gira el Estado a las EPS por cada afiliado) era suficiente o no, dijo lo mismo.
Puede ver: El genoma del virus del covid-19 se depositó en una base de datos antes de lo que sabía
Desde esas primeras declaraciones (y como ha hecho hasta ahora) el ministro ha defendido que el Gobierno ha aumentado los recursos del sistema general de salud y que no hay posibilidad o riesgos de un colapso financiero del sistema, como han venido alertando las EPS (aunque no solo ellas). Es decir, lo dicho por Jaramillo tiene que verse, primero, en esa perspectiva: como una respuesta a la petición de un sector del mundo de la salud por más recursos, y no como necesariamente una propuesta.
No parece claro o probable (hasta el momento) que el Ministerio de Salud y el Gobierno estén en realidad pensando en una reforma tributaria dirigida a financiar el sistema de salud, entre otras cosas porque han defendido de manera insistente que los recursos de la UPC son suficientes para garantizar el PBS.
Hace apenas unos días, de hecho, Jaramillo señaló, por ejemplo, que el aumento del 12,1% de la UPC para 2024 está muy por encima del 6,7 % que habían arrojado los primeros cálculos que se hacen con base en las frecuencias y costos que reportan las EPS. Además, señaló que esos recursos también son suficientes para garantizar las inclusiones en el Plan de Beneficios en Salud (PBS): “Lo que calculamos que puede valer esas inclusiones es $455.000 millones de pesos en el régimen contributivo. El 70% de los gastos son de ese régimen. Se le suma 30%, lo que da cerca de $600.000 millones de pesos. ¿Cuánto les dimos para eso? 2.28%. ¿Cuánto representa eso? Cerca de $2 billones de pesos. Tienen $1.4 billones de pesos adicionales”.
En la otra orilla, están Acemi, Gestarsalud, la Andi e incluso varios exministros de salud del país como Alejandro Gaviria. Las EPS defienden que la plata que les está girando el Estado para financiar el Plan de Beneficios en Salud no está alcanzando para eso. Según Gestarsalud, en 2021 la siniestralidad alcanzó el 101 % en promedio; en 2022 se elevó al 106 %, y en el 2023 se mantuvo en un 103 %. Lo que quiere decir “siniestralidad” es que las EPS se tuvieron que gastar 106 pesos (2022) de 100 que recibieron.
Puede ver: Exministros de Salud advierten que el sistema avanza hacia un “colapso”
“En otras palabras, los ingresos recibidos por las EPS no fueron suficientes para cubrir la facturación recibida de las IPS y proveedores de tecnologías en salud por atenciones realizadas a sus afiliados”, decía ese gremio. Se trata de una discusión que se lleva dando en el sistema de salud durante el último año y que está enfrentando al Gobierno con las aseguradoras, en medio de la tensión por una reforma a la salud.
👩⚕️📄¿Quieres conocer las últimas noticias sobre salud? Te invitamos a verlas en El Espectador.⚕️🩺