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La Organización Mundial de la Salud ha reiterado en las últimas horas que aunque está preocupada por lo que denominó una “situación inusual” respecto a la viruela del mono, considera que no hay motivos para el pánico y mucho menos para pensar que esta infección pueda eventualmente convertirse en una pandemia. “Aún es posible detenerla antes de que se extienda”, señaló en rueda de prensa la principal experta en viruela del mono de la OMS, Rosamund Lewis.
Desde el 13 de mayo y hasta el 29 de mayo de 2022 la viruela del mono ha sido notificada a la OMS por 23 Estados miembros que no son endémicos para ese virus, en cuatro regiones de la OMS. Un caso de viruela símica en un país no endémico se considera un brote. La gran mayoría de los casos notificados hasta el momento no tienen vínculos de viaje establecidos con un área endémica y se han presentado a través de los servicios de atención primaria o de salud sexual, lo que es atípico, dice el organismo de salud global.
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Se trata de alrededor de 257 casos confirmados por laboratorio y alrededor de 120 casos sospechosos. No se han reportado muertes. La OMS espera que se identifiquen más casos a medida que se expande la vigilancia en países no endémicos. La viruela del mono es una zoonosis viral (un virus transmitido a los humanos por los animales) con síntomas muy similares a los observados en el pasado en pacientes con viruela, aunque clínicamente es menos grave.
El virus de la viruela del simio se transmite de una persona a otra por contacto cercano con lesiones, fluidos corporales, gotitas respiratorias y materiales contaminados, como la ropa de cama. Actualmente, el riesgo general para la salud pública a nivel mundial es evaluado por la OMS como moderado considerando que esta es la primera vez que se notifican casos y grupos de viruela símica simultáneamente en áreas geográficas de la OMS muy dispares, y sin vínculos epidemiológicos conocidos con países no endémicos en África occidental o central.