No más paliativos al sistema de salud
El director de la Asociación Colombiana de Hospitales y Clínicas (ACHC), Juan Carlos Giraldo, expresó su preocupación por la crisis que hay en este sector y los retos del gremio hospitalario para 2017.
Mariana Rolón Salazar
La mayor dificultad es la falla estructural del actual sistema de salud y la inequidad en el acceso a este servicio público. Por eso, la ACHC hizo una propuesta para transformar este modelo desde las raíces y dejar de atender a los pacientes de acuerdo con su solvencia económica.
Entre los problemas base del sistema de salud están los bajos recursos económicos de las EPS y la ineficiencia en la prestación de servicios a causa de ese mismo factor: el endeudamiento. Situación que se evidencia en las cifras, pues en 2015 el 50,9% de las instituciones hospitalarias tuvo que endeudarse para resolver la falta de recursos. Así como 30 de las EPS del país no cumplen con el margen de solvencia financiera y $7,1 billones es la deuda de hospitales y clínicas.
Como consecuencia directa, a los ciudadanos no se les está garantizando la protección de un derecho fundamental como es la salud. En 2014, cada cuatro minutos se interpuso una tutela para reclamar servicios de salud y el año pasado cerca de 300 mil colombianos radicaron una petición, queja, reclamo o sugerencia ante la Superintendencia Nacional de Salud por las dificultades en el goce de este derecho.
Frente a este panorama, la ACHC expuso cuatro alternativas para reformar el modelo de salud: la atención oportuna de equipos profesionales con el fin de prevenir el deterioro de la salud de los pacientes, integrar las instituciones que ofrecen diferentes especialidades y servicios de salud, crear un banco que recaude todos los dineros del sistema de salud y pague directamente a quienes prestan los servicios para evitar el mal uso de los recursos y, finalmente, cambiar el rol de las EPS con el objetivo de que no manejen dinero sino que hagan coordinación logística, verificación de calidad y autorización de servicios.
Sin embargo, Giraldo afirma que este nuevo modelo “no es una solución mágica. En ninguna parte del mundo hay un sistema de salud perfecto, en todos los países el tema de reforma de salud es una constante”. Lo que sí es definitivo, según Giraldo, es identificar las condiciones para un mejor sistema. Este debe ser sencillo y fácil de administrar, “que usted sepa de dónde viene la plata y en qué se debe gastar”. También, tiene que haber una prioridad especial por los pacientes, ellos son el centro del sistema y no los hospitales ni las EPS.
La propuesta, entonces, busca “construir sobre lo bueno que se ha logrado”, como la cobertura y los planes de beneficios para los usuarios. El reto para poder implementarlo es encontrar voluntad política pues hasta el momento “el presidente Santos ha tratado el tema, pero el gran pendiente sigue siendo la reforma estructural al sistema de salud. Lo que va a heredar el siguiente gobierno es una situación compleja”, concluyó Giraldo.
La mayor dificultad es la falla estructural del actual sistema de salud y la inequidad en el acceso a este servicio público. Por eso, la ACHC hizo una propuesta para transformar este modelo desde las raíces y dejar de atender a los pacientes de acuerdo con su solvencia económica.
Entre los problemas base del sistema de salud están los bajos recursos económicos de las EPS y la ineficiencia en la prestación de servicios a causa de ese mismo factor: el endeudamiento. Situación que se evidencia en las cifras, pues en 2015 el 50,9% de las instituciones hospitalarias tuvo que endeudarse para resolver la falta de recursos. Así como 30 de las EPS del país no cumplen con el margen de solvencia financiera y $7,1 billones es la deuda de hospitales y clínicas.
Como consecuencia directa, a los ciudadanos no se les está garantizando la protección de un derecho fundamental como es la salud. En 2014, cada cuatro minutos se interpuso una tutela para reclamar servicios de salud y el año pasado cerca de 300 mil colombianos radicaron una petición, queja, reclamo o sugerencia ante la Superintendencia Nacional de Salud por las dificultades en el goce de este derecho.
Frente a este panorama, la ACHC expuso cuatro alternativas para reformar el modelo de salud: la atención oportuna de equipos profesionales con el fin de prevenir el deterioro de la salud de los pacientes, integrar las instituciones que ofrecen diferentes especialidades y servicios de salud, crear un banco que recaude todos los dineros del sistema de salud y pague directamente a quienes prestan los servicios para evitar el mal uso de los recursos y, finalmente, cambiar el rol de las EPS con el objetivo de que no manejen dinero sino que hagan coordinación logística, verificación de calidad y autorización de servicios.
Sin embargo, Giraldo afirma que este nuevo modelo “no es una solución mágica. En ninguna parte del mundo hay un sistema de salud perfecto, en todos los países el tema de reforma de salud es una constante”. Lo que sí es definitivo, según Giraldo, es identificar las condiciones para un mejor sistema. Este debe ser sencillo y fácil de administrar, “que usted sepa de dónde viene la plata y en qué se debe gastar”. También, tiene que haber una prioridad especial por los pacientes, ellos son el centro del sistema y no los hospitales ni las EPS.
La propuesta, entonces, busca “construir sobre lo bueno que se ha logrado”, como la cobertura y los planes de beneficios para los usuarios. El reto para poder implementarlo es encontrar voluntad política pues hasta el momento “el presidente Santos ha tratado el tema, pero el gran pendiente sigue siendo la reforma estructural al sistema de salud. Lo que va a heredar el siguiente gobierno es una situación compleja”, concluyó Giraldo.