No se debatirá en sesiones extras. ¿Qué sigue para la reforma a la salud?

Este miércoles 21 de junio se conoció el decreto con el que se establecieron las sesiones extraordinarias que se darán durante los próximos días, con los que cerrará el primer período legislativo de este Congreso. Allí no se incluyó la reforma a la salud como parte de los debates, uno de los proyectos más importantes para el Gobierno de Gustavo Petro. (Le puede interesar: La soledad y el aislamiento social incrementan el riesgo de muerte)

El pasado 23 de mayo, el proyecto fue aprobado en primer debate en la Comisión Séptima de la Cámara de Representantes, luego de varias sesiones de discusión. La ponencia presentada para el segundo debate aún tiene varios temas que han generado desacuerdos entre los partidos.

La administración de los dineros de la salud, que pasaría completamente a manos de la Adres (el banco de la salud), es uno de los aspectos que aún genera voces de disenso, pues a los sectores de oposición, así como a los gremios de las EPS, les preocupa el rol que tendría esta entidad y las capacidades que necesitaría. La Adres sería el gran pagador del sistema, asumiendo la mayoría de funciones que hoy cumplen las EPS.

(Lea: La compleja negociación para tener un tratado global de datos abiertos en salud)

Otro punto fundamental es el rol que asumirían las EPS, que se convertirán en Gestoras de Salud y Vida, y que tendrían que enfocarse en los territorios del país en los que tengan mayores capacidades de atención. Allí también surge la duda sobre aquellos territorios en los que no hay una buena capacidad de atención. Durante la transición, los afiliados al sistema en estas zonas, según la reforma, pasarían a Nueva EPS.

También resuenan las dudas frente a la creación de dependencias regionales para la administración de salud y recursos del sistema, un artículo que generó trabas durante el primer debate hasta que finalmente se cayó. Este podría incluirse nuevamente en futuras sesiones.

Estos puntos de desacuerdo generaron que, luego de ser aprobada en la Comisión Séptima, el partido de la U solicitara el aplazamiento del siguiente debate. El partido Conservador, por su parte, había anunciado que no acompañaría este proyecto de ley en su segundo debate. Ambos partidos hicieron parte, al principio del período legislativo, de la coalición de Gobierno.

Para la próxima legislatura, que empieza el próximo 20 de julio, el Gobierno deberá buscar las mayorías para lograr aprobar uno de los proyectos bandera desde su campaña. De acuerdo con el reglamento del Congreso de la República, el proyecto podrá ser retomado para entrar a discusión en plenaria de Cámara para su segundo debate, pues no ha sido archivado y apenas cumple su primera legislatura. Eso sí, de no ser aprobado durante el próximo año legislativo, deberá iniciar nuevamente su trámite en 2024.

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Este miércoles 21 de junio se conoció el decreto con el que se establecieron las sesiones extraordinarias que se darán durante los próximos días, con los que cerrará el primer período legislativo de este Congreso. Allí no se incluyó la reforma a la salud como parte de los debates, uno de los proyectos más importantes para el Gobierno de Gustavo Petro. (Le puede interesar: La soledad y el aislamiento social incrementan el riesgo de muerte)

El pasado 23 de mayo, el proyecto fue aprobado en primer debate en la Comisión Séptima de la Cámara de Representantes, luego de varias sesiones de discusión. La ponencia presentada para el segundo debate aún tiene varios temas que han generado desacuerdos entre los partidos.

La administración de los dineros de la salud, que pasaría completamente a manos de la Adres (el banco de la salud), es uno de los aspectos que aún genera voces de disenso, pues a los sectores de oposición, así como a los gremios de las EPS, les preocupa el rol que tendría esta entidad y las capacidades que necesitaría. La Adres sería el gran pagador del sistema, asumiendo la mayoría de funciones que hoy cumplen las EPS.

(Lea: La compleja negociación para tener un tratado global de datos abiertos en salud)

Otro punto fundamental es el rol que asumirían las EPS, que se convertirán en Gestoras de Salud y Vida, y que tendrían que enfocarse en los territorios del país en los que tengan mayores capacidades de atención. Allí también surge la duda sobre aquellos territorios en los que no hay una buena capacidad de atención. Durante la transición, los afiliados al sistema en estas zonas, según la reforma, pasarían a Nueva EPS.

También resuenan las dudas frente a la creación de dependencias regionales para la administración de salud y recursos del sistema, un artículo que generó trabas durante el primer debate hasta que finalmente se cayó. Este podría incluirse nuevamente en futuras sesiones.

Estos puntos de desacuerdo generaron que, luego de ser aprobada en la Comisión Séptima, el partido de la U solicitara el aplazamiento del siguiente debate. El partido Conservador, por su parte, había anunciado que no acompañaría este proyecto de ley en su segundo debate. Ambos partidos hicieron parte, al principio del período legislativo, de la coalición de Gobierno.

Para la próxima legislatura, que empieza el próximo 20 de julio, el Gobierno deberá buscar las mayorías para lograr aprobar uno de los proyectos bandera desde su campaña. De acuerdo con el reglamento del Congreso de la República, el proyecto podrá ser retomado para entrar a discusión en plenaria de Cámara para su segundo debate, pues no ha sido archivado y apenas cumple su primera legislatura. Eso sí, de no ser aprobado durante el próximo año legislativo, deberá iniciar nuevamente su trámite en 2024.

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