OMS llamó a la nueva variante Omicron y la designó como “variante de preocupación”
La Organización Mundial de la Salud había convocado este viernes una reunión de emergencia para estudiar lo que se conocía de la nueva variante identificada en Sudáfrica en las últimas semanas (B.1.1.529). Fue denominada Omicron y designada como variante “de preocupación”.
Este viernes, luego de que se convocara una reunión de emergencia por la Organización Mundial de la Salud para revisar lo que se sabe de la nueva variante del coronavirus identificada en Sudáfrica (B.1.1.529), el grupo de Asesoría Técnica sobre la Evolución del coronavirus recomendó a la OMS designar a Omicron, como llamaron a la nueva variante, como “Variante de preocupación”. (Le recomendamos: Lo que se sabe, hasta ahora, de la nueva variante identificada en Sudáfrica)
El Grupo Técnico Asesor sobre la Evolución del Virus del SRAS-CoV-2 (TAG-VE), que entregó la recomendación, es un grupo independiente de expertos que monitorea y evalúa periódicamente la evolución del coronavirus, y estudia si mutaciones específicas y combinaciones de mutaciones alteran el comportamiento del virus.
Según informó la OMS, la situación epidemiológica en Sudáfrica se ha caracterizado por tres picos distintos, el último de los cuales fue predominantemente la variante Delta. En las últimas semanas, las infecciones han aumentado de forma pronunciada, coincidiendo con la detección de la variante B.1.1.529. “La primera infección confirmada conocida por B.1.1.529 fue de una muestra recolectada el 9 de noviembre de 2021″, aclaró la entidad. (Le puede interesar: La variante Delta ya predomina en Colombia, informó el Minsalud)
¿Qué significa que sea una variante de preocupación?
La OMS tiene dos clasificaciones para las variantes que requieren una atención especial en medio de la pandemia: las variantes de interés (VOI) y las variantes de preocupación (VOC).
Una variante de preocupación es una variante que, además de haber sido identificada como la causante de una transmisión comunitaria significativa, y que va tomando prevalencia a medida que aumenta el número de casos, también puede demostrarse -a través de una evaluación comparativa- que tiene uno o más de los siguientes cambios que son de importancia para la salud pública mundial: aumento en la transmisibilidad o un cambio sustancial en la epidemiología de COVID-19, aumento de la virulencia o cambio en la presentación clínica de la enfermedad; o disminución de la eficacia de las medidas sociales y de salud pública, diagnósticos, vacunas y terapias disponibles.
Según explicaron, esta variante fue catalogada como “de preocupación”, ya que tiene una gran cantidad de mutaciones que merecen que se le estudie de cerca. Aunque los datos todavía son preliminares, y se requieren más estudios que nos digan con certeza cómo podría cambiar el panorama de la pandemia con la presencia de esta nueva variante, según el reporte entregado por la OMS tras la reunión “la evidencia preliminar sugiere que esta variante podría tener un mayor riesgo de reinfección”, y se ha detectado que también podría tener una ventaja de crecimiento. (Le puede interesar: Aunque la OMS lo desaconseja, Europa decide cerrarse por nueva variante)
“Con base en la evidencia presentada, que indica un cambio sustancial en la epidemiología de COVID-19, el TAG-VE ha informado a la OMS que esta variante debe designarse como una variante de preocupación, y la OMS ha designado a B.1.1.529 como una VOC llamada Omicron”, asegura la autoridad sanitaria. Esta es la quinta variante que se designa como “de preocupación” desde que comenzó la pandemia. Las demás son Alfa, Beta, Gamma, Delta y, ahora, Omicron.
Con esta designación, los países tendrán que compartir las secuencias genómicas completas y metadatos asociados en bases de datos públicas (como GISAID), reportar los casos o grupos iniciales de contagios con esta variante a la OMS y realizar investigaciones de campo y evaluaciones de laboratorio para comprender los impactos, la epidemiología, la gravedad, la efectividad de las medidas sociales y de salud pública, las respuestas inmunitarias, los anticuerpos neutralización, u otras características relevantes.
Por ahora, informa la OMS, continúan varios estudios en curso y el grupo de asesoría técnica continuará evaluando esta variante. “La Organización comunicará los nuevos hallazgos a los Estados Miembros y al público según sea necesario”, concluyeron.
Este viernes, luego de que se convocara una reunión de emergencia por la Organización Mundial de la Salud para revisar lo que se sabe de la nueva variante del coronavirus identificada en Sudáfrica (B.1.1.529), el grupo de Asesoría Técnica sobre la Evolución del coronavirus recomendó a la OMS designar a Omicron, como llamaron a la nueva variante, como “Variante de preocupación”. (Le recomendamos: Lo que se sabe, hasta ahora, de la nueva variante identificada en Sudáfrica)
El Grupo Técnico Asesor sobre la Evolución del Virus del SRAS-CoV-2 (TAG-VE), que entregó la recomendación, es un grupo independiente de expertos que monitorea y evalúa periódicamente la evolución del coronavirus, y estudia si mutaciones específicas y combinaciones de mutaciones alteran el comportamiento del virus.
Según informó la OMS, la situación epidemiológica en Sudáfrica se ha caracterizado por tres picos distintos, el último de los cuales fue predominantemente la variante Delta. En las últimas semanas, las infecciones han aumentado de forma pronunciada, coincidiendo con la detección de la variante B.1.1.529. “La primera infección confirmada conocida por B.1.1.529 fue de una muestra recolectada el 9 de noviembre de 2021″, aclaró la entidad. (Le puede interesar: La variante Delta ya predomina en Colombia, informó el Minsalud)
¿Qué significa que sea una variante de preocupación?
La OMS tiene dos clasificaciones para las variantes que requieren una atención especial en medio de la pandemia: las variantes de interés (VOI) y las variantes de preocupación (VOC).
Una variante de preocupación es una variante que, además de haber sido identificada como la causante de una transmisión comunitaria significativa, y que va tomando prevalencia a medida que aumenta el número de casos, también puede demostrarse -a través de una evaluación comparativa- que tiene uno o más de los siguientes cambios que son de importancia para la salud pública mundial: aumento en la transmisibilidad o un cambio sustancial en la epidemiología de COVID-19, aumento de la virulencia o cambio en la presentación clínica de la enfermedad; o disminución de la eficacia de las medidas sociales y de salud pública, diagnósticos, vacunas y terapias disponibles.
Según explicaron, esta variante fue catalogada como “de preocupación”, ya que tiene una gran cantidad de mutaciones que merecen que se le estudie de cerca. Aunque los datos todavía son preliminares, y se requieren más estudios que nos digan con certeza cómo podría cambiar el panorama de la pandemia con la presencia de esta nueva variante, según el reporte entregado por la OMS tras la reunión “la evidencia preliminar sugiere que esta variante podría tener un mayor riesgo de reinfección”, y se ha detectado que también podría tener una ventaja de crecimiento. (Le puede interesar: Aunque la OMS lo desaconseja, Europa decide cerrarse por nueva variante)
“Con base en la evidencia presentada, que indica un cambio sustancial en la epidemiología de COVID-19, el TAG-VE ha informado a la OMS que esta variante debe designarse como una variante de preocupación, y la OMS ha designado a B.1.1.529 como una VOC llamada Omicron”, asegura la autoridad sanitaria. Esta es la quinta variante que se designa como “de preocupación” desde que comenzó la pandemia. Las demás son Alfa, Beta, Gamma, Delta y, ahora, Omicron.
Con esta designación, los países tendrán que compartir las secuencias genómicas completas y metadatos asociados en bases de datos públicas (como GISAID), reportar los casos o grupos iniciales de contagios con esta variante a la OMS y realizar investigaciones de campo y evaluaciones de laboratorio para comprender los impactos, la epidemiología, la gravedad, la efectividad de las medidas sociales y de salud pública, las respuestas inmunitarias, los anticuerpos neutralización, u otras características relevantes.
Por ahora, informa la OMS, continúan varios estudios en curso y el grupo de asesoría técnica continuará evaluando esta variante. “La Organización comunicará los nuevos hallazgos a los Estados Miembros y al público según sea necesario”, concluyeron.