Otro paso para producir vacunas en Colombia: inauguran en Medellín la planta de VaxThera
Ayer se inauguró en Medellín la primera etapa de una planta de producción de vacunas. VaxThera, una compañía paisa propiedad del Grupo Sura, construyó durante dos años el complejo industrial en un área de 36 mil metros cuadrados en el que espera producir entre 100 y 120 millones de dosis al año. La planta tendrá que ser validada en las próximas semanas por las agencias sanitarias de Colombia, Estados Unidos y Europa.
Juan Diego Quiceno
A menos de una hora del centro de Medellín, a pocos minutos del túnel que une la ciudad con el aeropuerto internacional José María Córdoba (en Rionegro), la compañía colombiana VaxThera inauguró ayer la primera etapa de un gran complejo industrial en el que espera producir vacunas “made in” Colombia. Los seis edificios inaugurados (en un área de poco más de 35.000 m2) recibirán en las próximas semanas la visita técnica de las autoridades sanitarias, que tendrán que certificar que la planta cumple con los estándares de calidad necesarios, en un proceso que puede alargarse durante meses. ¿El objetivo? Producir para finales de 2025 los primeros biológicos para abastecer el mercado local e internacional.
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A menos de una hora del centro de Medellín, a pocos minutos del túnel que une la ciudad con el aeropuerto internacional José María Córdoba (en Rionegro), la compañía colombiana VaxThera inauguró ayer la primera etapa de un gran complejo industrial en el que espera producir vacunas “made in” Colombia. Los seis edificios inaugurados (en un área de poco más de 35.000 m2) recibirán en las próximas semanas la visita técnica de las autoridades sanitarias, que tendrán que certificar que la planta cumple con los estándares de calidad necesarios, en un proceso que puede alargarse durante meses. ¿El objetivo? Producir para finales de 2025 los primeros biológicos para abastecer el mercado local e internacional.
La ciudadela está compuesta hoy de seis edificios terminados: uno administrativo, un laboratorio de potencia y toxicidad, una bodega con capacidad de almacenar hasta cuatro meses de producción, un laboratorio de control de calidad y un bloque de envasado y finalización, que desde VaxThera llaman “la joya de la corona”. Es en este último donde las vacunas tendrán su proceso de llenado, envasado, etiquetado y distribución final, o fill and finish, como lo llaman en el mundo farmacéutico.
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“Una vez la planta esté validada por las agencias sanitarias, estará lista para producir vacunas. Desde que se empezó el diseño de la planta, VaxThera está teniendo conversaciones con el INVIMA para que conocieran el diseño y proceso de construcción. A principios del próximo año comenzará la transferencia de tecnología con nuestros aliados internacionales, para que, antes de terminar el año (2025), ojalá, estemos ya produciendo vacunas con el logo de VaxThera”, vaticinó Jorge Emilio Osorio, CEO de la compañía, que espera concentrar sus esfuerzos de investigación y producción contra enfermedades como el coronavirus, Viruela del mono, Chikunguña, Zika, Fiebre Amarilla, Dengue e Influenza.
Al interior de los edificios se siente todavía el olor a concreto y a pintura recién aplicada. Hay máquinas que ya están en su sitio, pendientes de alguna última conexión, y espacios vacíos que Juan Fernando Noreña, director de la planta, señala indicando en qué serán ocupados: “Allí estará la oficina de metrología”, dice en un punto. Habla con orgullo, toma fotos y describe datos que se sabe de memoria: que la fábrica es ambientalmente sostenible, que recolecta su propia agua y cuenta con paneles solares que garantizan su eficiencia energética. Que allí, en esos bloques de metal conectados por largas tuberías, la planta produce su propio vapor, con el que se limpiarán y se esterilizarán los equipos.
“Esto es otro mundo”, dice Noreña, señalando los cuartos en donde los operarios tendrán que ponerse y quitarse los trajes que asegurarán que no ingresen microorganismos como bacterias al proceso de producción. La planta está diseñada con recorridos unidireccionales, es decir, con rutas específicas en un solo sentido, segregadas por puertas de metal, en donde, para pasar de un “nivel” al otro, las personas tendrán que someterse a procesos asépticos. El “corazón” del bloque es un espacio en el que, en el futuro, se dará la etapa de mezcla, limpiado, envasado y terminado de las vacunas a un ritmo de 150 viales por minuto. La planta busca producir entre 100 y 120 millones de dosis al año, en operación “normal”.
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Los viales son esos pequeños frascos de vidrio que el médico saca cada vez que le van a aplicar una vacuna. Antes de que puedan contener el líquido y ser almacenados en cadenas de frío de 2 a 8ºC, -20ºC y hasta -80ºC, dependiendo del biológico, tienen que pasar por un proceso de lavado y esterilización de tres etapas, en donde son precalentados a una temperatura que puede subir hasta los 350ºC para eliminar cualquier contaminante. A través de un “túnel” que conecta tres habitaciones del edificio, los pequeños tubos de vidrio quedan listos para recibir la etiqueta final y ser distribuidos.
“Esta es la primera planta que va a estar certificada en todas las buenas prácticas de manufactura de vacuna humana en este país. Vamos a estar certificados por la FDA (la agencia sanitaria de Estados Unidos), por la EMA (la agencia sanitaria europea) y, por supuesto, por el INVIMA. Hace 22 años yo no tengo conocimiento de que una planta de vacunas humanas tenga esas capacidades en Colombia”, dice Noreña. VaxThera, una empresa del grupo antioqueño Sura que se creó en 2021, ha invertido, hasta ahora, alrededor de US $100 millones y espera emplear a unas 500 personas.
La construcción de la planta duró alrededor de dos años. Necesitó de 10.000 metros cúbicos de concreto, lo suficiente para llenar cuatro piscinas olímpicas; 1.300 toneladas de acero y hierro, el 13% del peso de la Torre Eiffel; 40 kilómetros de tubería, 95 kilómetros de cable eléctrico y 16 kilómetros de ductos.
“Hoy es un día histórico para el país”, dijo Francisco Rossi, director del Invima, quien estaba presente en la inauguración de la primera etapa de la planta. “Esto es un paso enorme en la soberanía sanitaria que ha sido una obsesión de todos los científicos y de todos los salubristas de este país. El Invima tiene como tarea asegurar que lo que aquí se produce quede bien hecho, cumpla con todos los requisitos. Una planta de esta naturaleza es un reto para el Invima, y más que estar en una actitud de ‘vamos a vigilar’, lo que queremos es formar parte de esta historia y acompañar una iniciativa como está en la que, desde el punto de vista técnico y científico, lo que nos espera es construir conocimiento”.
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VaxThera no es la única iniciativa de producción de vacunas en Colombia que está en marcha. Hace unos meses reportamos en este periódico que la Alcaldía de Bogotá y la multinacional china Sinovac estaban listas para iniciar un proyecto de producción de vacunas a nivel nacional. “En diciembre se firmaron los acuerdos y en enero comenzamos a ser oficialmente accionistas de BogotáBio”, nos dijo Diana Calderón, vicepresidenta de Asuntos Públicos y líder de país de la empresa china hace unas semanas.
Esa compañía espera tener en junio adelantado la compra del lote en la que levantará su planta de producción. Además, avanzan paralelamente dos proyectos públicos: uno en cabeza de VECOL (Empresa Colombiana de Productos Veterinario, una entidad adscrita al Ministerio de Agricultura), y uno más liderado por la Universidad de Antioquia. (Vea: La Supersalud prorrogó un año la intervención a Asmet Salud)
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