Juan Pablo Rueda, presidente de Sanitas, a la izquierda, le respondió al ministro de Salud.
Foto: Archivo y El Espectador
La intervención forzosa de la EPS Sanitas por parte de la Superintendencia de Salud removió el mundo de salud. Aunque desde hace meses había tensión entre esta EPS y el ministro de Salud, Guillermo Alfonso Jaramillo, esta medida abre un nuevo capítulo, en medio del hundimiento de una reforma que buscaba darle un giro de 180 grados al sistema. Sanitas, con más de 5,7 millones de afiliados, quedará ahora en manos de Duver Dicson Vargas, el interventor designado por la Supersalud.
Por Sergio Silva Numa
Editor de las secciones de ciencia, salud y ambiente de El Espectador. Hizo una maestría en Estudios Latinoamericanos. También tiene una maestría en Salud Pública de la Universidad de los Andes. Fue ganador del Premio de periodismo Simón Bolívar.@SergioSilva03ssilva@elespectador.com