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La Clínica Marly aclaró la situación argumentando que es injusto que se haya nombrado a ese centro médico en el lamentable suceso que se presentó en el Hospital San Ignacio, en Bogotá, en donde murió un paciente de 85 años que duró cinco horas esperando atención médica en la unidad de urgencias.
“No es cierto que la clínica Marly se haya negado a atender al señor Sedy Vera. En situaciones de urgencias que comprometen la vida de las personas siempre atendemos al necesitado, ya sea que el intermediario de la salud al cual esté vinculado tenga o no convenio asistencial con la clínica Marly. Esto es tan cierto que, en la misma fecha en que el señor Vera se acercó a nuestras instalaciones, prestamos atención a varias personas, doce para ser exactos, cuya empresa promotora de salud no tiene acuerdo de servicios con la clínica”, señala un comunicado de esa institución.
“El señor Vera, si bien en la fecha indicada se acercó a nuestras dependencias acompañado de una persona, nunca ingresó a los instalaciones del servicio de urgencias, en vista de la decisión espontánea y libre que tomó la persona que le acompañaba, quien decidió dirigirse a otra institución. De este modo, enfáticamente declaro, que todo el personal del servicio estuvo presto a dispensar la asistencia requerida”, agrega el boletín de la Marly.
El hecho se presentó el pasado viernes en la sala de urgencias del Hospital San Ignacio de Bogotá. Lo que más indigna a la familia de Sedy Vera, es que horas después de haber muerto lo llamaron por altavoz para atenderlo. De acuerdo con la denuncia de Eliana Vera, hija de esta nueva víctima del paseo de la muerte, su padre de 63 años de edad pasó más de cinco horas en urgencias con un dolor abdominal fuerte y esperando turno, pues había sido clasificada su dolencia como triage 3, es decir que necesitaba una consulta prioritaria y atención de 30 minutos a una hora, pero no requiere de atención urgente.
Su estado de salud se fue agravando con el paso de las horas hasta que falleció pero sorpresivamente en el hospital nunca se percataron de su muerte. “La negligencia fue tanta que no se dieron cuenta que había fallecido, lo llaman por altavoz para que pase a la atención una enfermera lo recoge, lo entra en silla de ruedas y le decimos está muerto…”, expresa indignada Eliana.
La hija de esta nueva víctima de negligencia médica había asegurado que antes de llegar a la San Ignacio, el señor Sedy había pasado por la Clínica de Colsubsidio y la de Marly, donde no lo atendieron porque su EPS no tenía convenio con el hospital. Hecho que fue desmentido por la Marly.