Pacientes con cáncer de seno tendrían que ajustar dosis del medicamento tamoxifeno
El efecto que genera este medicamento es antagónico al nivel de tejido mamario, advierte estudio realizado con 30 pacientes del Hospital Universitario San Ignacio de Bogotá.
Agencia de noticia UN
El tamoxifeno es prescrito a pacientes con cáncer de seno que tienen receptores de estrógeno, los cuales estimulan el crecimiento del cáncer de mama. Es importante tener en cuenta que este tratamiento se puede manejar entre 5 y 10 años.
Algunas de las mujeres que integraron la muestra presentaron sangrado profuso y calores o sofocos tras haber iniciado el tratamiento con este medicamento, que al bloquear la actividad del estrógeno en el tejido mamario puede detener el crecimiento de algunos tumores. (Lea también: En el 7% de colombianas con cáncer de seno hay genes peligrosos)
“Como las células tumorales tienen varios receptores de estrógeno en la membrana, que están sobreexpresados y las pacientes producen estrógenos de manera natural, el tamoxifeno compite con estos y bloquea los receptores”, explica la estudiante Viviana Ariza Márquez, del Doctorado en Biotecnología de la Universidad Nacional de Colombia (U.N.).
“Dentro de las 30 pacientes se identificaron dos ‘pobres metabolizadoras’, es decir que con la dosis suministrada no van a experimentar el beneficio terapéutico, porque no alcanzarán el límite de la concentración que se requiere en la sangre”, detalla la doctoranda. (Lea también: El cáncer de mama no tiene género)
Otra de las pacientes, quien suspendió el medicamento de manera prematura, fue considerada como ultrametabolizadora. Las demás mujeres continuaron con la dosis y algunas cambiaron el tratamiento a inhibidores de aromatasa y anastrozol (comercialmente Arimidex).
Estos dos medicamentos son alternativas que inhiben las aromatasas, encargadas de convertir andrógenos en estrógenos, hormonas sexuales que intervienen en la aparición de los caracteres sexuales femeninos.
Para esta investigación se realizó un seguimiento a las pacientes y luego se identificaron los metabolitos intermediarios, la genotipificación y los efectos secundarios. El seguimiento se realizó a 30 mujeres mayores de 54 años en promedio, 20 de ellas posmenopáusicas y 10 premenopáusicas, quienes estaban consumiendo el medicamento cuatro meses antes de tomar la muestra.
Luego se realizó la cuantificación de metabolitos intermediarios en cada una de las pacientes. “Evaluamos las moléculas en sangre producidas por los citocromos, para evidenciar si ellas estaban metabolizando correctamente y había correlación con los metabolitos intermediarios”, explica la investigadora.
Luego se validaron los síntomas que referían las pacientes y se les hizo un seguimiento para identificar si habían respondido o no al tratamiento, y si habían experimentado efectos secundarios o algún tipo de recaída o repetición de la enfermedad.
“La mayor molestia que experimentaban eran los sangrados, lo que indica que hay un posible engrosamiento del endometrio. Este medicamento es beneficioso a nivel de los receptores de estrógeno en cáncer mamario, puntualmente en el tejido mamario, porque lo bloquea, pero puede llegar a estimular los receptores de estrógenos presentes en el endometrio, generando cáncer”, explica la investigadora.
A raíz de los resultados del estudio, la estudiante de doctorado de la U.N. propone una genotipificación previa en las pacientes para ajustar la dosis o hacer un direccionamiento terapéutico, ya que esta es una de las enfermedades más crónicas.
El tamoxifeno es prescrito a pacientes con cáncer de seno que tienen receptores de estrógeno, los cuales estimulan el crecimiento del cáncer de mama. Es importante tener en cuenta que este tratamiento se puede manejar entre 5 y 10 años.
Algunas de las mujeres que integraron la muestra presentaron sangrado profuso y calores o sofocos tras haber iniciado el tratamiento con este medicamento, que al bloquear la actividad del estrógeno en el tejido mamario puede detener el crecimiento de algunos tumores. (Lea también: En el 7% de colombianas con cáncer de seno hay genes peligrosos)
“Como las células tumorales tienen varios receptores de estrógeno en la membrana, que están sobreexpresados y las pacientes producen estrógenos de manera natural, el tamoxifeno compite con estos y bloquea los receptores”, explica la estudiante Viviana Ariza Márquez, del Doctorado en Biotecnología de la Universidad Nacional de Colombia (U.N.).
“Dentro de las 30 pacientes se identificaron dos ‘pobres metabolizadoras’, es decir que con la dosis suministrada no van a experimentar el beneficio terapéutico, porque no alcanzarán el límite de la concentración que se requiere en la sangre”, detalla la doctoranda. (Lea también: El cáncer de mama no tiene género)
Otra de las pacientes, quien suspendió el medicamento de manera prematura, fue considerada como ultrametabolizadora. Las demás mujeres continuaron con la dosis y algunas cambiaron el tratamiento a inhibidores de aromatasa y anastrozol (comercialmente Arimidex).
Estos dos medicamentos son alternativas que inhiben las aromatasas, encargadas de convertir andrógenos en estrógenos, hormonas sexuales que intervienen en la aparición de los caracteres sexuales femeninos.
Para esta investigación se realizó un seguimiento a las pacientes y luego se identificaron los metabolitos intermediarios, la genotipificación y los efectos secundarios. El seguimiento se realizó a 30 mujeres mayores de 54 años en promedio, 20 de ellas posmenopáusicas y 10 premenopáusicas, quienes estaban consumiendo el medicamento cuatro meses antes de tomar la muestra.
Luego se realizó la cuantificación de metabolitos intermediarios en cada una de las pacientes. “Evaluamos las moléculas en sangre producidas por los citocromos, para evidenciar si ellas estaban metabolizando correctamente y había correlación con los metabolitos intermediarios”, explica la investigadora.
Luego se validaron los síntomas que referían las pacientes y se les hizo un seguimiento para identificar si habían respondido o no al tratamiento, y si habían experimentado efectos secundarios o algún tipo de recaída o repetición de la enfermedad.
“La mayor molestia que experimentaban eran los sangrados, lo que indica que hay un posible engrosamiento del endometrio. Este medicamento es beneficioso a nivel de los receptores de estrógeno en cáncer mamario, puntualmente en el tejido mamario, porque lo bloquea, pero puede llegar a estimular los receptores de estrógenos presentes en el endometrio, generando cáncer”, explica la investigadora.
A raíz de los resultados del estudio, la estudiante de doctorado de la U.N. propone una genotipificación previa en las pacientes para ajustar la dosis o hacer un direccionamiento terapéutico, ya que esta es una de las enfermedades más crónicas.