Pandemia causó 53 millones de casos adicionales de depresión
La revista “The Lancet” publicó la primera estimación global de la carga en salud mental causada por la pandemia del covid-19. También se registraron 76 millones de casos adicionales de ansiedad en comparación con 2019.
Esta semana la revista médica The Lancet publicó la evaluación más grande que se haya hecho sobre el impacto que la pandemia ha tenido en la salud mental de la población. El estudio se concentró en los trastornos de ansiedad y la depresión severa, y cuantificó la prevalencia y la carga de los trastornos por edad, sexo y ubicación en 204 países y territorios. (Lea: Salud y bienestar escolar: la mitad de los colegios colombianos están en deuda)
Los investigadores analizaron 5.638 estudios publicados entre enero de 2020 y enero de 2021, e incorporaron los impactos combinados de la propagación del virus, pedidos para quedarse en casa, disminución del transporte público, cierres de escuelas y negocios, así como disminución de las interacciones sociales, entre otros. En todo el mundo los trastornos de ansiedad se asociaron fuertemente con un aumento de las tasas de infección, mientras que la prevalencia de depresión severa estuvo más relacionada con las cuarentenas estrictas y las restricciones en la movilidad.
El número total de casos de trastornos mentales se incrementó de forma drástica, con 53,2 millones y 76,2 millones de casos adicionales de trastornos depresivos mayores (TDM) y ansiedad, respectivamente. Las más afectadas fueron las mujeres, con 52 millones de casos adicionales de ansiedad y 35 millones de casos de depresión mayor diagnosticadas, en comparación con 2019. Según los investigadores, la causa de este aumento entre mujeres es la precariedad económica a la que se vieron volcadas en la pandemia.
De acuerdo con la Comisión Económica para América Latina y el Caribe, los índices de igualdad de género retrocedieron el equivalente a 20 años. Se calcula, además, que la tasa de desempleo de las mujeres llegó al 12 % en 2020, casi 10 puntos menos que en 2019.
Igualmente, los jóvenes tienen más probabilidades de quedar desempleados durante y después de las crisis económicas, así que forman parte de la población más afectada. Según los investigadores, que pertenecen a la Universidad de Queensland, los picos de estos trastornos alcanzaron su punto máximo entre las personas de 20 a 24 años (1.118 casos adicionales de trastorno depresivo mayor por cada 100.000, y 1.331 casos adicionales de trastornos de ansiedad por cada 100.000).
“Por un lado, las responsabilidades domésticas y de cuidados adicionales tienden a recaer en las mujeres, y porque estas tienen más probabilidades de ser víctimas de violencia doméstica, que creció en las distintas etapas de la pandemia. Por el otro, el cierre de escuelas y las restricciones más amplias que limitan la capacidad de los jóvenes para aprender e interactuar con sus compañeros, junto con el mayor riesgo de desempleo también mostraron que los jóvenes se vieron más afectados por el trastorno depresivo mayor y los trastornos de ansiedad durante la pandemia”, dijo Alize Ferrari, líder del Centro de Investigación de Salud Mental de la Universidad de Queensland, al portal Health Data.
En la ausencia de la pandemia, las estimaciones del modelo sugieren que habría habido 193 millones de casos de trastorno depresivo mayor en todo el mundo en 2020. Sin embargo, el análisis muestra que hubo 246 millones de casos de depresión (un aumento del 28 %). En cuanto a la ansiedad, sin pandemia se esperaban 298 millones de casos, pero el análisis registró 347 millones de casos (un incremento del 26 %). (Puede leer: Cambio climático y salud mental: nuevas pistas para entender una compleja relación)
No obstante, a pesar del fuerte impacto en la salud mental que representó la pandemia, la depresión y la ansiedad ya eran considerados una carga de salud a escala mundial. En 2019, la depresión fue la segunda causa principal de discapacidad y la ansiedad ocupó el octavo lugar, siendo ambos los tipos más comunes de trastornos de salud mental. Ese año, más del 80 % de la carga de los trastornos de salud mental recayó en las personas entre 16 y 65 años, que son la edad laboral primaria.
“La demanda de servicios de salud mental nunca ha sido mayor, y es imperativo que los países no descuiden esta demanda mientras trabajan para mejorar los servicios de salud pública. La salud mental es un derecho humano, y las personas de todos los países y de todos los niveles de ingresos merecen acceso a recursos de tratamiento y prevención”, concluye la investigación.
“El estudio debería incentivar urgentemente más investigaciones para determinar la distribución geográfica de la prevalencia de los trastornos depresivos y de ansiedad, así como los mecanismos subyacentes para mejorar la salud mental en el contexto de la pandemia de covid-19 mundial”, escribió la Academia Nacional de Ciencias de Estados Unidos (que no participó en el estudio). (Le puede interesar: Salud mental: El problema de largo plazo que deja la pandemia)
Esta semana la revista médica The Lancet publicó la evaluación más grande que se haya hecho sobre el impacto que la pandemia ha tenido en la salud mental de la población. El estudio se concentró en los trastornos de ansiedad y la depresión severa, y cuantificó la prevalencia y la carga de los trastornos por edad, sexo y ubicación en 204 países y territorios. (Lea: Salud y bienestar escolar: la mitad de los colegios colombianos están en deuda)
Los investigadores analizaron 5.638 estudios publicados entre enero de 2020 y enero de 2021, e incorporaron los impactos combinados de la propagación del virus, pedidos para quedarse en casa, disminución del transporte público, cierres de escuelas y negocios, así como disminución de las interacciones sociales, entre otros. En todo el mundo los trastornos de ansiedad se asociaron fuertemente con un aumento de las tasas de infección, mientras que la prevalencia de depresión severa estuvo más relacionada con las cuarentenas estrictas y las restricciones en la movilidad.
El número total de casos de trastornos mentales se incrementó de forma drástica, con 53,2 millones y 76,2 millones de casos adicionales de trastornos depresivos mayores (TDM) y ansiedad, respectivamente. Las más afectadas fueron las mujeres, con 52 millones de casos adicionales de ansiedad y 35 millones de casos de depresión mayor diagnosticadas, en comparación con 2019. Según los investigadores, la causa de este aumento entre mujeres es la precariedad económica a la que se vieron volcadas en la pandemia.
De acuerdo con la Comisión Económica para América Latina y el Caribe, los índices de igualdad de género retrocedieron el equivalente a 20 años. Se calcula, además, que la tasa de desempleo de las mujeres llegó al 12 % en 2020, casi 10 puntos menos que en 2019.
Igualmente, los jóvenes tienen más probabilidades de quedar desempleados durante y después de las crisis económicas, así que forman parte de la población más afectada. Según los investigadores, que pertenecen a la Universidad de Queensland, los picos de estos trastornos alcanzaron su punto máximo entre las personas de 20 a 24 años (1.118 casos adicionales de trastorno depresivo mayor por cada 100.000, y 1.331 casos adicionales de trastornos de ansiedad por cada 100.000).
“Por un lado, las responsabilidades domésticas y de cuidados adicionales tienden a recaer en las mujeres, y porque estas tienen más probabilidades de ser víctimas de violencia doméstica, que creció en las distintas etapas de la pandemia. Por el otro, el cierre de escuelas y las restricciones más amplias que limitan la capacidad de los jóvenes para aprender e interactuar con sus compañeros, junto con el mayor riesgo de desempleo también mostraron que los jóvenes se vieron más afectados por el trastorno depresivo mayor y los trastornos de ansiedad durante la pandemia”, dijo Alize Ferrari, líder del Centro de Investigación de Salud Mental de la Universidad de Queensland, al portal Health Data.
En la ausencia de la pandemia, las estimaciones del modelo sugieren que habría habido 193 millones de casos de trastorno depresivo mayor en todo el mundo en 2020. Sin embargo, el análisis muestra que hubo 246 millones de casos de depresión (un aumento del 28 %). En cuanto a la ansiedad, sin pandemia se esperaban 298 millones de casos, pero el análisis registró 347 millones de casos (un incremento del 26 %). (Puede leer: Cambio climático y salud mental: nuevas pistas para entender una compleja relación)
No obstante, a pesar del fuerte impacto en la salud mental que representó la pandemia, la depresión y la ansiedad ya eran considerados una carga de salud a escala mundial. En 2019, la depresión fue la segunda causa principal de discapacidad y la ansiedad ocupó el octavo lugar, siendo ambos los tipos más comunes de trastornos de salud mental. Ese año, más del 80 % de la carga de los trastornos de salud mental recayó en las personas entre 16 y 65 años, que son la edad laboral primaria.
“La demanda de servicios de salud mental nunca ha sido mayor, y es imperativo que los países no descuiden esta demanda mientras trabajan para mejorar los servicios de salud pública. La salud mental es un derecho humano, y las personas de todos los países y de todos los niveles de ingresos merecen acceso a recursos de tratamiento y prevención”, concluye la investigación.
“El estudio debería incentivar urgentemente más investigaciones para determinar la distribución geográfica de la prevalencia de los trastornos depresivos y de ansiedad, así como los mecanismos subyacentes para mejorar la salud mental en el contexto de la pandemia de covid-19 mundial”, escribió la Academia Nacional de Ciencias de Estados Unidos (que no participó en el estudio). (Le puede interesar: Salud mental: El problema de largo plazo que deja la pandemia)