Poliomielitis: un grave tropiezo cuando el mundo estaba cerca a erradicarla
El mundo ha estado muy cerca de erradicar la poliomielitis, una de las enfermedades más temidas del siglo XX. Pero ahora, las alarmas han vuelto a prenderse tras el anuncio sobre la situación de Estados Unidos: entró a la lista de naciones donde circula el virus. Antivacunas, bajas tasas de vacunación por las cuarentenas y el poco acceso a un biológico inyectable crearon un complejo escenario.
Sergio Silva Numa
Cuenta el escritor Steven Pinker que, cuando el 12 de abril de 1955, un equipo de científicos anunció que la vacuna contra la poliomielitis era segura, hubo celebraciones en Estados Unidos. Algunas escuelas cerraron, las campanas de las iglesias repicaron y la ciudad de Nueva York ofreció honrar a Jonas Salk con un desfile triunfal. Salk, quien había desarrollado la vacuna y comprobado su seguridad en un estudio clínico que involucró a 1,8 millones de niños, declinó el homenaje. Los esfuerzos que había invertido para detener una de las enfermedades más temidas del siglo XX, causante de una parálisis total o parcial a los pacientes, solo parecían tener sentido si se expandía su uso por el mundo. No la quiso patentar y, tan solo siete años después, los casos de polio en EE. UU. habían pasado de 45 mil a 902. (Lea Supersalud ordena liquidación de EPS Convida, con esta ya son 13)
Gánale la carrera a la desinformación NO TE QUEDES CON LAS GANAS DE LEER ESTE ARTÍCULO
¿Ya tienes una cuenta? Inicia sesión para continuar
Cuenta el escritor Steven Pinker que, cuando el 12 de abril de 1955, un equipo de científicos anunció que la vacuna contra la poliomielitis era segura, hubo celebraciones en Estados Unidos. Algunas escuelas cerraron, las campanas de las iglesias repicaron y la ciudad de Nueva York ofreció honrar a Jonas Salk con un desfile triunfal. Salk, quien había desarrollado la vacuna y comprobado su seguridad en un estudio clínico que involucró a 1,8 millones de niños, declinó el homenaje. Los esfuerzos que había invertido para detener una de las enfermedades más temidas del siglo XX, causante de una parálisis total o parcial a los pacientes, solo parecían tener sentido si se expandía su uso por el mundo. No la quiso patentar y, tan solo siete años después, los casos de polio en EE. UU. habían pasado de 45 mil a 902. (Lea Supersalud ordena liquidación de EPS Convida, con esta ya son 13)
A diferencia de lo que sucedía en la década del 50, en los últimos años la poliomielitis había dejado de ser una preocupación y de aparecer en las noticias. Esta semana, sin embargo, volvió a acaparar titulares luego de que el mismo país que celebró con entusiasmo el anuncio de Salk entrara en la lista de naciones donde circula el poliovirus, el cual causa la enfermedad.
El anuncio lo hizo los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) luego de detectar un caso de poliomielitis paralítica en un adulto no vacunado que vivía en el condado de Rockland, en el estado de Nueva York, y tras analizar varias muestras de aguas residuales, donde también detectaron el virus. Están relacionadas, explicaron en un comunicado de prensa, con muestras de aguas residuales en Jerusalén, Israel y Londres, Reino Unido. Ya se puede decir, anotaron, que hay transmisión comunitaria. Al mismo tiempo, Nueva York declaraba estado de emergencia al encontrar poliovirus en 57 muestras de materia fecal recolectadas de aguas residuales.
Lo que hallaron en Estados Unidos lo llaman “poliovirus circulante derivado de la vacuna” (VDPV) y necesita una breve explicación para evitar confusiones. La vacuna que anunció Salk en 1955 tenía una gran virtud, además de ser segura y presentar una alta eficacia (entre el 60% y 70% contra poliovirus salvajes tipo 1, y del 90% contra el tipo 2 y el tipo 3): se podía administrar de forma oral. No requerir instrumentos extra como agujas y jeringas facilitó una intensa campaña de salud pública que se expandió por todos los países. Desde 1988, los casos disminuyeron en un 99% y en 2015 y 2019 los poliovirus salvajes tipo 1 y tipo 2 fueron erradicados por completo. Solo el tipo I continuó circulando en Afganistán y Pakistán. En 2020 notificaron 140 casos.
Sin embargo, en otros países sí se detectaron brotes del poliovirus circulante derivado de la vacuna. ¿El motivo? Al ser una vacuna oral de virus atenuado, tras ingresar al organismo e inducir inmunidad en el intestino, se puede excretar. Eso quiere decir, como explica el doctor Eduardo López, pediatra, infectólogo y director científico del Centro de Estudios de Infectología Pediátrica en Cali, que el virus puede ir a parar a las aguas residuales, tal como ha ocurrido en Nueva York. (Puede leer: La amenaza de la polio: no puede haber pretexto para no estar vacunado)
Para evitar ese inconveniente, desde principios de este siglo empezó a aplicarse otro tipo de biológico que se inyecta en el brazo: la Vacuna Inactivada de Polio. Como se lee en la página de los CDC, desde el 2000 Estados Unidos administra, exclusivamente, esa vacuna. La Organización Panamericana de la Salud también le ha recomendado a los países de la región que hagan ese tránsito.
Colombia, como se lee en el documento de los lineamientos técnicos del Minsalud, empezó a hacer ese cambio gradual desde el 1 de noviembre del 2018. A partir el 1 de abril de 2020, los niños y niñas menores de 6 años reciben las tres primeras dosis de manera intramuscular y el primer y segundo refuerzo de manera oral. La idea es retirar esas últimas presentaciones poco a poco y así evitar casos de virus derivados de vacuna oral de polio.
De hecho, según el informe del último semestre de 2022 sobre poliomielitis del Instituto Nacional de Salud (INS), en el país no se registró ningún caso de esta enfermedad, aunque el sistema de vigilancia detectó 74 casos probables de parálisis flácida aguda, un trastorno que suele vincularse a la polio.
Pero hay países que no han logrado hacer ese tránsito, en parte por el costo de la vacuna intramuscular. México es uno de ellos. El poliovirus circulante, señala la OMS, se ha notificado en otras 30 naciones, además de Estados Unidos, donde la situación es particular. Lo que sugieren los hallazgos de las últimas semanas, señalan los CDC, es que parece haber una inmunidad local muy baja y, por eso, cuando el virus termina en las aguas residuales, empiezan a aparecer más casos. En otras palabras, al haber personas que no recibieron ninguna de las vacunas en ningún momento de su vida, surgen brotes.
“La vacunación contra la poliomielitis es la mejor forma y la más segura de combatir esta enfermedad debilitante y es imperativo que las personas de estas comunidades que no están vacunadas se pongan al día con la vacunación contra la poliomielitis de inmediato”, dijo en comunicado José R. Romero, director de los CDC. (Le puede interesar: Es posible que la polio estuviera en las aguas de Nueva York desde abril pasado)
Pero, además de las dificultades para acceder en la vacuna intramuscular que tienen algunos países, hay otro factor que ha jugado un papel clave. Los estrictos cierres que se ordenaron en la pandemia del covid-19, también hicieron que las tasas de vacunación se fueran a pique.
Como había dicho la directora de Unicef, Catherine Russell, se trata de “una alerta roja para la salud infantil. Estamos siendo testigos de la mayor caída sostenida en la inmunización infantil en una generación. Las consecuencias se medirán en vidas”.
En cifras, como lo señala el INS, eso quiere decir que las coberturas globales de la tercera dosis de polio pasaron del 86% en 2019 a 80% en 2021. Ese año, en las Américas, fue el más crítico: la cobertura fue del 79%. El panorama en Colombia no es tan preocupante, pero también empieza a causar inquietud: “Del 2016 a 2019 las coberturas superaron el 90%, mientras que para 2020 se ubicó en 88% y en 2021, el 86%”.
A mediados del año pasado, un grupo de investigadores colombianos publicó una estudio en Archives of Disease in Childhood que examinaba ese panorama durante el primer año de pandemia. José Moreno-Montoya, epidemiólogo clínico y parte de la división de Estudios Clínicos y Epidemiología Clínica de la Fundación Santa Fe; Jaid Constanza Rojas Sotelo y Clara Lucía Bocanegra Cervera, entonces funcionarios Ministerio de Salud, mostraban que en los niños de 5 años, el caso más preocupante fue el segundo refuerzo de la vacuna antipoliomielítica oral: la cobertura había disminuido 11,4 %.
“El mensaje es el mismo que hemos venido repitiendo y que es urgente”, dice ahora el doctor López. “Vacúnense. Lleven a sus hijos a vacunar. Ambas vacunas son seguras y eficaces. Vayan que las vacunas salvan vidas”. Su otra recomendación es que debe haber una constante vigilancia ambiental en aguas residuales para detectar el virus antes de que aparezcan brotes. Pero ese asunto merece otro artículo.
Lea las últimas noticias sobre salud en El Espectador.