Por muerte de una niña en droguería, sociedades científicas piden mayor regulación
La muerte de una menor de un año y ocho meses de una droguería de Valledupar, presuntamente por la aplicación inadecuada de un medicamento inyectable, volvió a despertar las alarmas de asociaciones científicas que piden aplicar la ley que prohíbe el empirismo en las droguerías.
A mediados de este mes, en redes sociales y distintos medios de comunicación, se conoció la muerte de una menor de un año y ocho meses de edad en una droguería en Valledupar. De acuerdo con Gina Sánchez, Secretaria de Salud del Cesar, la muerte de la niña se habría dado presuntamente por la aplicación de un medicamento inyectable.
Mientras la Secretaría de Salud selló la droguería, y Medicina Legal y el CTI de la Fiscalía avanzan en las investigaciones para aclarar los motivos de la muerte de la menor, más de 15 asociaciones científicas hicieron un llamado para “tomar medidas urgentes y contundentes para proteger el bienestar, la salud y la vida de la población colombiana, mediante el uso adecuado, responsable, ético y digno de los medicamentos”.
Las sociedades científicas, entre las que se encuentran la International Society of Pharmacovigilance, la Asociación Colombiana de Farmacovigilancia y el Colegio Nacional de Químicos Farmacéuticos de Colombia, entre otras, lamentaron la muerte de la menor y pidieron mayor compromiso por parte de las instancias que hacen parte del sistema para el uso seguro de los medicamentos.
En un comunicado publicado este lunes (25 de noviembre), las asociaciones recordaron que a través de derechos de petición dirigidos al Ministerio de Salud han insistido en que “permitir la Dirección Técnica de los establecimientos farmacéuticos (droguerías) a personal que entrega y administra medicamentos (…) sin una formación idónea y sin la verificación de sus conocimientos, favorece el uso inapropiado de los medicamentos con consecuencias incluso fatales (…)”.
Para las asociaciones, hay dos fenómenos en el país que les generan una gran preocupación. El primero de ellos, tiene que ver con “la situación del empirismo en las labores farmacéuticas” que incluso califican como un “caso inaudito”. Frente a esto, señalaron que el uso inadecuado de los medicamentos y la ocurrencia de errores de medicación cobra anualmente millones vidas humanas.
El segundo fenómeno que inquieta a las sociedades tiene que ver con la “autoprescripción” de medicamentos. Esto “refleja un problema estructural en la dispensación y recomendación de medicamentos por personal no idóneo, presente en los establecimientos farmacéuticos, exponiendo a los pacientes a riesgos innecesarios como errores de medicación, reacciones adversas, interacciones medicamentosas y contribuyendo a fenómenos graves y de interés en salud pública como la resistencia antimicrobiana”, aseguran las 16 sociedades científicas.
Ante el reciente caso de la menor en Valledupar y frente a los problemas estructurales que persisten en el país, las asociaciones plantearon cinco acciones prioritarias en las que se debería avanzar. La primera de ellas, tiene que ver con la “implementación urgente” del artículo 23 de la Ley 2386 de 2024, en la que se definen las estrategias efectivas para garantizar el uso seguro y adecuado de medicamentos en todas las etapas de la atención en salud.
La segunda acción está relacionada con el cumplimiento de la Ley 1164 de 2007 para que se detenga la expedición de la credencial de expendedor de drogas por parte de los entes territoriales de salud. “Es urgente que se cumpla la Ley que prohíbe el empirismo del Talento Humano en Salud y se detenga la expedición de este documento”, apuntan las sociedades, quienes agregan que es necesario asegurar la profesionalización progresiva de quienes tienen el derecho previamente adquirido.
Las tres acciones restantes están enfocadas en fortalecer las acciones de inspección, vigilancia y control; implementar un modelo de farmacia comunitaria; así como en la alfabetización sanitaria y educación sobre automedicación, “autoprescripción” y disposición de medicamentos.
“Las acciones propuestas buscan proteger a los pacientes, garantizar la seguridad en la atención y reforzar la confianza en el sistema de salud formal”, concluyeron las sociedades científicas.
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A mediados de este mes, en redes sociales y distintos medios de comunicación, se conoció la muerte de una menor de un año y ocho meses de edad en una droguería en Valledupar. De acuerdo con Gina Sánchez, Secretaria de Salud del Cesar, la muerte de la niña se habría dado presuntamente por la aplicación de un medicamento inyectable.
Mientras la Secretaría de Salud selló la droguería, y Medicina Legal y el CTI de la Fiscalía avanzan en las investigaciones para aclarar los motivos de la muerte de la menor, más de 15 asociaciones científicas hicieron un llamado para “tomar medidas urgentes y contundentes para proteger el bienestar, la salud y la vida de la población colombiana, mediante el uso adecuado, responsable, ético y digno de los medicamentos”.
Las sociedades científicas, entre las que se encuentran la International Society of Pharmacovigilance, la Asociación Colombiana de Farmacovigilancia y el Colegio Nacional de Químicos Farmacéuticos de Colombia, entre otras, lamentaron la muerte de la menor y pidieron mayor compromiso por parte de las instancias que hacen parte del sistema para el uso seguro de los medicamentos.
En un comunicado publicado este lunes (25 de noviembre), las asociaciones recordaron que a través de derechos de petición dirigidos al Ministerio de Salud han insistido en que “permitir la Dirección Técnica de los establecimientos farmacéuticos (droguerías) a personal que entrega y administra medicamentos (…) sin una formación idónea y sin la verificación de sus conocimientos, favorece el uso inapropiado de los medicamentos con consecuencias incluso fatales (…)”.
Para las asociaciones, hay dos fenómenos en el país que les generan una gran preocupación. El primero de ellos, tiene que ver con “la situación del empirismo en las labores farmacéuticas” que incluso califican como un “caso inaudito”. Frente a esto, señalaron que el uso inadecuado de los medicamentos y la ocurrencia de errores de medicación cobra anualmente millones vidas humanas.
El segundo fenómeno que inquieta a las sociedades tiene que ver con la “autoprescripción” de medicamentos. Esto “refleja un problema estructural en la dispensación y recomendación de medicamentos por personal no idóneo, presente en los establecimientos farmacéuticos, exponiendo a los pacientes a riesgos innecesarios como errores de medicación, reacciones adversas, interacciones medicamentosas y contribuyendo a fenómenos graves y de interés en salud pública como la resistencia antimicrobiana”, aseguran las 16 sociedades científicas.
Ante el reciente caso de la menor en Valledupar y frente a los problemas estructurales que persisten en el país, las asociaciones plantearon cinco acciones prioritarias en las que se debería avanzar. La primera de ellas, tiene que ver con la “implementación urgente” del artículo 23 de la Ley 2386 de 2024, en la que se definen las estrategias efectivas para garantizar el uso seguro y adecuado de medicamentos en todas las etapas de la atención en salud.
La segunda acción está relacionada con el cumplimiento de la Ley 1164 de 2007 para que se detenga la expedición de la credencial de expendedor de drogas por parte de los entes territoriales de salud. “Es urgente que se cumpla la Ley que prohíbe el empirismo del Talento Humano en Salud y se detenga la expedición de este documento”, apuntan las sociedades, quienes agregan que es necesario asegurar la profesionalización progresiva de quienes tienen el derecho previamente adquirido.
Las tres acciones restantes están enfocadas en fortalecer las acciones de inspección, vigilancia y control; implementar un modelo de farmacia comunitaria; así como en la alfabetización sanitaria y educación sobre automedicación, “autoprescripción” y disposición de medicamentos.
“Las acciones propuestas buscan proteger a los pacientes, garantizar la seguridad en la atención y reforzar la confianza en el sistema de salud formal”, concluyeron las sociedades científicas.
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