Los microplásticos ya hacen parte de nuestra vida. Los han encontrado en los lugares más impensables: tanto en el Everest, como en el fondo del océano. También en la sangre y hasta en algunas muestras de placenta. Ahora, un grupo de investigadores reportó otro hallazgo: encontraron estas diminutas partículas en el pene humano.
En un artículo publicado este 19 de junio en International Journal of Impotence Research, del grupo Nature, detallan que, tras examinar muestras de tejido de los penes de seis hombres, detectaron siete tipos de microplásticos. Los más usuales fueron tereftalato de polietileno (47,8%) y el polipropileno (34,7%), materiales muy usados en nuestra cotidianidad. Las botellas plásticas, por ejemplo, pueden contenerlos.
Según explican en el artículo, lo que hizo el grupo de investigadores, liderado por Jason Codrington, del Instituto de Urología Desai Sethi de la Universidad de Miami, fue tomar muestras de tejido de los penes de los pacientes. Lo hicieron mientras les ponían una prótesis para tratar su disfunción eréctil. Todos, claro, dieron su consentimiento para que los examinaran.
A excepción de un paciente, en todos hallaron microplásticos. “Esta detección abre una nueva vía para comprender el impacto ambiental en la salud sexual, lo que plantea preguntas sobre las fuentes, las vías y las posibles consecuencias de la exposición a microplásticos en la función eréctil”.
“Descubrimos que había microplásticos en el músculo liso del pene. Todo lo que sabemos es que se supone que no deben estar allí y sospechamos que podrían provocar una disfunción del músculo liso”, le dijo Ranjith Ramasamy, otro de los autores de la investigación, al diario The Guardian.
Eso no quiere decir, como aclaran en el artículo, que los microplásticos estén relacionados con la disfunción eréctil. Como escriben los investigadores, se requiere una mayor investigación porque es un área completamente inexplorada.
“Es imperativo comprender cómo interactúan los microplásticos con el cuerpo humano para comprender sus posibles implicaciones en la salud y la fisiología humanas”, apuntan en un apartado.
“Si bien los resultados no establecen una correlación entre la presencia de microplásticos y disfunción eréctil, sí ofrecen información valiosa que enriquece las discusiones sobre las intrincadas interacciones entre microplásticos y tejidos humanos”, señalan en sus conclusiones.
Para Ramsay, según le dijo a The Guardian, estos hallazgos, posiblemente, sean útiles para llamar la atención sobre el uso de tantos elementos de plástico en nuestras vidas
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