¿Quiere mejorar su salud? Camine unos minutos después de comer
Estudio publicado en Sport Medicine encontró que, incluso una caminata de dos o tres minutos, ayuda a reducir los niveles de azúcar en la sangre.
Aunque el instituto tras comer es hacer reposo y, por qué no, echarse una siesta, algunos expertos ya habían indicado que no es necesariamente lo más recomendado. Dar una vuelta a pie tras comer ayudaría a mejorar la digestión, así como evitar la pesadez. Ahora, un estudio publicado en la revista Sport Medicine – en el que a la vez se hizo un metaanálisis de otras siete investigaciones – encontró que caminar tras comer también puede reducir los niveles de azúcar en sangre, ayudando a evitar complicaciones como la diabetes de tipo 2.
De hecho, señalan los investigadores, una breve caminada de solo dos minutos también tiene sus beneficios. Para llegar a esta conclusión, el equipo analizó los datos de siete estudios en las que se medían factores que indican una buena salud del corazón, como los niveles de insulina y azúcar en sangre. “Descubrieron que caminar ligeramente después de una comida, en incrementos de tan sólo dos a cinco minutos, tenía un impacto significativo en la moderación de los niveles de azúcar en la sangre”, es como lo presenta el New York Times.
Además, encontraron que quedarse un tiempo de pie también tiene sus ventajas, aunque más reducidas que la caminata. “Estar de pie tuvo un pequeño beneficio”, afirmó Aidan Buffey, estudiante de posgrado de la Universidad de Limerick (Irlanda) y autor del artículo al periódico estadunidense. “En comparación con estar sentado o de pie, caminar de forma ligera fue una intervención superior”.
Lo ideal, aseguran, es que esta caminata se haga entre hora u hora y media después de comer, ya que en ese momento es cuando los niveles de azúcar en la sangre llegan a su punto máximo, por lo que moverse ayuda a reducirlos. Aunque, de nuevo, insisten, si no se puede esperar tanto, caminar en cualquier momento tras comer siempre será bueno.
De hecho, para las personas que trabajan y no tienen tanta libertad de tiempo, la recomendación es una caminata corta, de apenas minutos. Según explicó el doctor Buffey, líder del estudio, a New York Times, las personas que van al trabajo pueden caminar de dos a tres minutos tras almorzar, antes de volver a la oficina. Mientras a los que trabajan desde casa, les recomienda salir por las cuadras del barrio tras almorzar o reuniones de Zoom.
Aunque el instituto tras comer es hacer reposo y, por qué no, echarse una siesta, algunos expertos ya habían indicado que no es necesariamente lo más recomendado. Dar una vuelta a pie tras comer ayudaría a mejorar la digestión, así como evitar la pesadez. Ahora, un estudio publicado en la revista Sport Medicine – en el que a la vez se hizo un metaanálisis de otras siete investigaciones – encontró que caminar tras comer también puede reducir los niveles de azúcar en sangre, ayudando a evitar complicaciones como la diabetes de tipo 2.
De hecho, señalan los investigadores, una breve caminada de solo dos minutos también tiene sus beneficios. Para llegar a esta conclusión, el equipo analizó los datos de siete estudios en las que se medían factores que indican una buena salud del corazón, como los niveles de insulina y azúcar en sangre. “Descubrieron que caminar ligeramente después de una comida, en incrementos de tan sólo dos a cinco minutos, tenía un impacto significativo en la moderación de los niveles de azúcar en la sangre”, es como lo presenta el New York Times.
Además, encontraron que quedarse un tiempo de pie también tiene sus ventajas, aunque más reducidas que la caminata. “Estar de pie tuvo un pequeño beneficio”, afirmó Aidan Buffey, estudiante de posgrado de la Universidad de Limerick (Irlanda) y autor del artículo al periódico estadunidense. “En comparación con estar sentado o de pie, caminar de forma ligera fue una intervención superior”.
Lo ideal, aseguran, es que esta caminata se haga entre hora u hora y media después de comer, ya que en ese momento es cuando los niveles de azúcar en la sangre llegan a su punto máximo, por lo que moverse ayuda a reducirlos. Aunque, de nuevo, insisten, si no se puede esperar tanto, caminar en cualquier momento tras comer siempre será bueno.
De hecho, para las personas que trabajan y no tienen tanta libertad de tiempo, la recomendación es una caminata corta, de apenas minutos. Según explicó el doctor Buffey, líder del estudio, a New York Times, las personas que van al trabajo pueden caminar de dos a tres minutos tras almorzar, antes de volver a la oficina. Mientras a los que trabajan desde casa, les recomienda salir por las cuadras del barrio tras almorzar o reuniones de Zoom.