Primeras reacciones al acuerdo de las EPS con el gobierno de Gustavo Petro
Ayer, el presidente Gustavo Petro y los representantes de varias EPS sellaron un pacto, que abre la puerta a la presentación de un nuevo documento de reforma a la salud. Estas son las primeras apreciaciones en el mundo de la salud.
En la noche de este 24 de abril, el presidente Gustavo Petro anunció, a través de su cuenta de X, un acuerdo que había logrado con las principales EPS y con las asociaciones que las agremian. En síntesis, las EPS aceptaron convertirse en Gestoras de Vida y Salud y renunciaron, entre otras cosas, a conformar sus redes, una tarea esencial que desempeñaban.
“Después de las sesiones de trabajo con las EPS, se acordaron los criterios de transformación de estas en Gestoras de Salud, su rol y responsabilidades en el sistema de salud. Esto refleja una transformación concertada que será presentada al Congreso para su discusión en los próximos días”, trinó Petro, al tiempo que publicaba el comunicado pactado entre las EPS y el ministro de Salud, Guillermo Alfonso Jaramillo.
“El consenso giró en torno al compromiso de ofrecerla a los colombianos un mejor sistema de salud”, se lee en el comunicado, donde, además, aseguran que continuarán discutiendo sobre la situación financiera del sistema de salud.
Instantes previos a esa reunión ya estaba circulando entre los diferentes actores del sistema de salud una nueva propuesta de reforma a la salud. El borrador contiene los puntos claves que serán presentados al Congreso en los próximos días. Están resumidos en 47 artículos que cambiarán algunas de las funciones esenciales que hoy cumplen las EPS, un asunto que ya explicamos en este artículo.
La decisión ha generado diferentes reacciones en el mundo de la salud. Hay posturas a favor y críticas a este nuevo camino que tomará el sistema.
Andrés Vecino, investigador de la Universidad Johns Hopkins, por ejemplo, manifestó en X su desacuerdo. “La propuesta de reforma a la salud acordada con EPS, aunque les da una salida a estas, sigue siendo problemática en términos de mejorar los problemas estructurales del sistema y podría, de hecho, empeorarlo”, escribió.
Entre sus argumentos, asegura que, debido al mantenimiento del “manual tarifario”, que ha despertado tanta controversia en los últimos días, puede haber riesgo financiero. Además, señala que, al continuar fragmentados los Centros de Atención Primaria en Salud (CAPS), la puerta de entrada para los pacientes al sistema, no hay una ruta clara aún para quienes requieren un manejo especializado.
También critica que no haya una concepción diferencial entre la provisión de servicios en áreas rurales y urbanas, una vieja deuda del sistema de salud, y que se deje de lado la salud pública. “El texto adolece de los mismos problemas que el texto que se archivó en comisión VII de senado, sólo que esta vez le da una salida a las EPS que pueden aceptar. No me parece que repare los problemas estructurales del sistema de salud”, apuntó Vecino.
Ramón Abel Castaño, consultor en salud, dejó ver una opinión similar, pues, como escribió en X, cree que “el nuevo proyecto de reforma, al parecer concertado con EPS, conserva los elementos fundamentales de las versiones previas y, por lo tanto, no va a resolver el problema de sostenibilidad financiera, sino que lo va a empeorar”.
Entre sus razones, destaca que el giro directo al prestador se limitará a las formas de pago por evento o por episodio. “Esto lleva a mayor facturación y menos gestión del riesgo técnico de morbilidad evitable”, escribió. “Nadie tendrá incentivos para controlar el gasto. Se desbordará la facturación y los recursos se agotarán mucho más rápido”.
“La reforma concertada entre el gobierno y las EPS a puerta cerrada no mejora la reforma negada por el Senado. Facilita, eso sí, que las EPS se transformen en gestoras (le da continuidad a un negocio). Sin embargo, no resuelve las grandes preocupaciones sobre sostenibilidad (genera más gasto sin fuentes claras de recursos), sobre la ruta del paciente (que quedará a la deriva), sobre la fragmentación entre la atención primaria y la de mayor complejidad y sobre los incentivos para una adecuada gestión de los recursos. Sigue siendo una reforma confusa y perjudicial”, apuntó, por su parte, el exiministro de Salud, Alejandro Gaviria.
En el caso de la Asociación de Sociedades Científicas, vieron con buenos ojos que se esté trabajando en una concertación, como le dijo su vicepresidente, Jaime González, a Noticias Caracol, aunque esperan que también sean llamados a contribuir en la discusión. Además, insisten en que se resuelva otra deuda que no han saldado gobiernos anteriores: reglamentar la ley estatutaria en salud.
La congresista Martha Alfonso Jurado, una de las grandes defensoras de la reforma a la salud que presentó el Gobierno, señaló que, por su lado, está lista para tramitar la reforma en la Cámara de Representantes. “Lo podemos lograr”, dijo en su cuenta de X.
Andrés Forero, representante a la Cámara del Centro Democrático y uno de los principales críticos del documento que había radicado el Minsalud, no vio con buenos ojos este nuevo pacto entre las EPS y Gustavo Petro: “Como lo advertimos, el gobierno acordó un texto de reforma a puerta cerrada con las EPS tras criminalizarlas y doblegarlas con la amenaza de la Superintendencia de Salud. Excluyeron a médicos y pacientes del proceso y pretenden ‘pupitrear’ una versión edulcorada de la reforma hundida en Senado”.
“Las EPS acordaron esos 50 artículos sobre el texto redactado por el gobierno. Así que lo que veremos será más que un acuerdo, una claudicación. Claudicación que para nada tiene en cuenta a los pacientes, sino la defensa de los negocios”, manifestó en X, por su parte, Giovanni Jiménez, profesor del Área Académica de Salud de la Universidad Jorge Tadeo Lozano.
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En la noche de este 24 de abril, el presidente Gustavo Petro anunció, a través de su cuenta de X, un acuerdo que había logrado con las principales EPS y con las asociaciones que las agremian. En síntesis, las EPS aceptaron convertirse en Gestoras de Vida y Salud y renunciaron, entre otras cosas, a conformar sus redes, una tarea esencial que desempeñaban.
“Después de las sesiones de trabajo con las EPS, se acordaron los criterios de transformación de estas en Gestoras de Salud, su rol y responsabilidades en el sistema de salud. Esto refleja una transformación concertada que será presentada al Congreso para su discusión en los próximos días”, trinó Petro, al tiempo que publicaba el comunicado pactado entre las EPS y el ministro de Salud, Guillermo Alfonso Jaramillo.
“El consenso giró en torno al compromiso de ofrecerla a los colombianos un mejor sistema de salud”, se lee en el comunicado, donde, además, aseguran que continuarán discutiendo sobre la situación financiera del sistema de salud.
Instantes previos a esa reunión ya estaba circulando entre los diferentes actores del sistema de salud una nueva propuesta de reforma a la salud. El borrador contiene los puntos claves que serán presentados al Congreso en los próximos días. Están resumidos en 47 artículos que cambiarán algunas de las funciones esenciales que hoy cumplen las EPS, un asunto que ya explicamos en este artículo.
La decisión ha generado diferentes reacciones en el mundo de la salud. Hay posturas a favor y críticas a este nuevo camino que tomará el sistema.
Andrés Vecino, investigador de la Universidad Johns Hopkins, por ejemplo, manifestó en X su desacuerdo. “La propuesta de reforma a la salud acordada con EPS, aunque les da una salida a estas, sigue siendo problemática en términos de mejorar los problemas estructurales del sistema y podría, de hecho, empeorarlo”, escribió.
Entre sus argumentos, asegura que, debido al mantenimiento del “manual tarifario”, que ha despertado tanta controversia en los últimos días, puede haber riesgo financiero. Además, señala que, al continuar fragmentados los Centros de Atención Primaria en Salud (CAPS), la puerta de entrada para los pacientes al sistema, no hay una ruta clara aún para quienes requieren un manejo especializado.
También critica que no haya una concepción diferencial entre la provisión de servicios en áreas rurales y urbanas, una vieja deuda del sistema de salud, y que se deje de lado la salud pública. “El texto adolece de los mismos problemas que el texto que se archivó en comisión VII de senado, sólo que esta vez le da una salida a las EPS que pueden aceptar. No me parece que repare los problemas estructurales del sistema de salud”, apuntó Vecino.
Ramón Abel Castaño, consultor en salud, dejó ver una opinión similar, pues, como escribió en X, cree que “el nuevo proyecto de reforma, al parecer concertado con EPS, conserva los elementos fundamentales de las versiones previas y, por lo tanto, no va a resolver el problema de sostenibilidad financiera, sino que lo va a empeorar”.
Entre sus razones, destaca que el giro directo al prestador se limitará a las formas de pago por evento o por episodio. “Esto lleva a mayor facturación y menos gestión del riesgo técnico de morbilidad evitable”, escribió. “Nadie tendrá incentivos para controlar el gasto. Se desbordará la facturación y los recursos se agotarán mucho más rápido”.
“La reforma concertada entre el gobierno y las EPS a puerta cerrada no mejora la reforma negada por el Senado. Facilita, eso sí, que las EPS se transformen en gestoras (le da continuidad a un negocio). Sin embargo, no resuelve las grandes preocupaciones sobre sostenibilidad (genera más gasto sin fuentes claras de recursos), sobre la ruta del paciente (que quedará a la deriva), sobre la fragmentación entre la atención primaria y la de mayor complejidad y sobre los incentivos para una adecuada gestión de los recursos. Sigue siendo una reforma confusa y perjudicial”, apuntó, por su parte, el exiministro de Salud, Alejandro Gaviria.
En el caso de la Asociación de Sociedades Científicas, vieron con buenos ojos que se esté trabajando en una concertación, como le dijo su vicepresidente, Jaime González, a Noticias Caracol, aunque esperan que también sean llamados a contribuir en la discusión. Además, insisten en que se resuelva otra deuda que no han saldado gobiernos anteriores: reglamentar la ley estatutaria en salud.
La congresista Martha Alfonso Jurado, una de las grandes defensoras de la reforma a la salud que presentó el Gobierno, señaló que, por su lado, está lista para tramitar la reforma en la Cámara de Representantes. “Lo podemos lograr”, dijo en su cuenta de X.
Andrés Forero, representante a la Cámara del Centro Democrático y uno de los principales críticos del documento que había radicado el Minsalud, no vio con buenos ojos este nuevo pacto entre las EPS y Gustavo Petro: “Como lo advertimos, el gobierno acordó un texto de reforma a puerta cerrada con las EPS tras criminalizarlas y doblegarlas con la amenaza de la Superintendencia de Salud. Excluyeron a médicos y pacientes del proceso y pretenden ‘pupitrear’ una versión edulcorada de la reforma hundida en Senado”.
“Las EPS acordaron esos 50 artículos sobre el texto redactado por el gobierno. Así que lo que veremos será más que un acuerdo, una claudicación. Claudicación que para nada tiene en cuenta a los pacientes, sino la defensa de los negocios”, manifestó en X, por su parte, Giovanni Jiménez, profesor del Área Académica de Salud de la Universidad Jorge Tadeo Lozano.
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