Publicidad

Procrastinar podría estar teniendo efectos negativos en su salud

Investigadores suecos encontraron que la procrastinación se asoció a un empeoramiento de salud, tanto física como mental, en universitarios. Aun así, la asociación que identificaron es débil y creen que se necesitan seguimientos mucho más largos (su estudio se basó en un seguimiento de 9 meses).

05 de enero de 2023 - 06:34 p. m.
Las asociaciones identificadas van en la misma dirección, pero en menor magnitud, que las reportadas en la mayoría de los estudios previos sobre procrastinación y resultados de salud.
Las asociaciones identificadas van en la misma dirección, pero en menor magnitud, que las reportadas en la mayoría de los estudios previos sobre procrastinación y resultados de salud.
Resume e infórmame rápido

Escucha este artículo

Audio generado con IA de Google

0:00

/

0:00

Un estudio con 3.525 estudiantes universitarios suecos encontró que la procrastinación se asoció con una peor salud mental posterior (síntomas de depresión, ansiedad y estrés), además de comportamientos de estilo de vida poco saludables y de algunos dolores físicos/musculares.

La procrastinación se define como retrasar voluntariamente un curso de acción previsto a pesar de esperar estar peor debido a la demora. Se estima que al menos la mitad de los universitarios incurren en procrastinación. ¿Pero, está asociado este comportamiento con resultados de salud?

Para responder esta pregunta investigadores suecos realizaron un estudio entre el 19 de agosto de 2019 y el 15 de diciembre de 2021, en el que se siguió a estudiantes universitarios reclutados de 8 universidades en el área metropolitana de Estocolmo y Örebro. A los nueves meses del seguimiento, se evaluaron dieciséis resultados de salud autoinformados en todos los universitarios.

Puede ver: Cómo afrontar el estrés laboral y recuperarse realmente del burnout

Estas evaluaciones incluyeron problemas de salud mental (síntomas de depresión, ansiedad y estrés), dolor incapacitante (cuello y/o espalda superior, espalda baja, extremidades superiores y extremidades inferiores), comportamientos de estilo de vida poco saludables (mala calidad del sueño, inactividad física, consumo de tabaco, consumo de cannabis, consumo de alcohol y omisión del desayuno), factores psicosociales de salud (soledad y dificultades económicas) y salud general.

La procrastinación se midió utilizando 5 ítems de la versión sueca de la Pure Procrastination Scale (PPS). Los ítems se calificaron en una escala de 1 (“muy rara vez o no me representa”) a 5 (“muy a menudo o siempre me representa”) y se sumaron para dar una puntuación total de procrastinación que va de 5 a 25. La puntuación media de procrastinación al inicio del estudio fue de 12,9.

El género y la edad fueron similares en todos los niveles de postergación, pero los participantes con mayores niveles tendían a ser más propensos a estudiar ciencias técnicas, ser solteros y haber nacido fuera de Europa. A los 9 meses, un aumento de 1 en el indicador de procrastinación se asoció con niveles medios más altos de síntomas de depresión, así como tener dolor incapacitante en las extremidades superiores, mala calidad del sueño, soledad y dificultades económicas.

Puede ver: Minsalud aclara dudas sobre decreto para el descuento del SOAT

Los investigadores no encontraron asociaciones claras entre la procrastinación y el dolor incapacitante posterior en otras regiones del cuerpo, diferentes a las extremidades superiores (cuello y/o parte superior de la espalda, parte inferior de la espalda o extremidades inferiores) y otros comportamientos de estilo de vida poco saludables (consumo de alcohol, tabaco o cannabis).

Las asociaciones identificadas van en la misma dirección, pero en menor magnitud, que las reportadas en la mayoría de los estudios previos sobre procrastinación y resultados de salud. Es decir, aunque los científicos encontraron que esta asociación sí parece existir, descubrieron que fue débil. Por ejemplo, un aumento de 1 en la procrastinación se asoció con un aumento medio de los síntomas de depresión posteriores de solo 0,13. Y muchas otras asociaciones fueron más bajas.

Los investigadores creen que es posible que esto se deba a que el seguimiento fue solo durante 9 meses. “… es posible que estas estimaciones sean más sólidas para un seguimiento más prolongado porque las posibles asociaciones negativas de la procrastinación con los resultados de salud podrían acumularse con el tiempo”. Aun así, y aunque las asociaciones no son muy fuertes, parece que la procrastinación podría tener asociaciones con muchos aspectos diferentes de la salud, incluida la salud mental, dolor físico, comportamientos de estilo de vida y factores psicosociales de salud.

Temas recomendados:

 

Sin comentarios aún. Suscribete e inicia la conversación
Este portal es propiedad de Comunican S.A. y utiliza cookies. Si continúas navegando, consideramos que aceptas su uso, de acuerdo con esta  política.
Aceptar