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Según una publicación de la revista Journal of the American Association, los médicos no recomiendan exámenes genéticos a mujeres con cáncer de seno o con mutaciones por cáncer de ovario. Estas pruebas genéticas ayudarían a muchas pacientes a elegir un mejor tratamiento para su enfermedad. Inclusive, podría mostrar otros caminos para reducir el riesgo de padecer la enfermedad, indica el estudio.
Por ejemplo, aseguran los científicos, las mujeres que tienen mutaciones podrían hacerse una cirugía antes de que el cáncer se desarrolle. “Muchas pacientes se beneficiarían de asesorías genéticas, pero no las reciben”, advierte la investigación.
Reshma Jagsi, autora del estudio y oncóloga de la Universidad de Michigan, le contó al diario The Washington Post los beneficios de las asesorías genéticas. “Las pruebas genéticas pueden ser una herramienta muy poderosa para algunas mujeres”, dice la médica. Sin embargo, asegura que “es preocupante ver cómo las mujeres con alto riesgo de mutación, ni siquiera están recibiendo consultas genéticas”.
Estos exámenes pueden identificar mutaciones de genes BRCA, que están relacionados con cáncer de seno y ovarios. Hace algunos años, acceder a uno de estos estudios era muy costoso. Pero ahora hay versiones más baratas, rápidas y eficientes, indica la investigación.
De acuerdo con los resultados de la publicación, los científicos encontraron que muy pocas pacientes conocían sobre los exámenes genéticos. En 2014, los investigadores hicieron una encuesta en Estados Unidos a más de 2,500 mujeres con cáncer de seno. Todas ellas ya se habían practicado antes una cirugía para combatir la enfermedad.
En la entrevista les preguntaron si alguna vez quisieron realizarse pruebas genéticas. Y aunque dos tercios de ellas dijeron haber estado interesadas, menos de un tercio se sometió a las pruebas. Más aún, ocho de diez mujeres con alto riesgo de mutaciones BRCA dijeron haber querido realizarse exámenes genéticos.
Muchas mujeres aseguraron que nunca se realizaron los exámenes porque sus médicos no se los recomendaron. “Los resultados sugieren que muchos doctores no reconocen la importancia de las pruebas genéticas para mujeres con alto riesgo de padecer mutaciones”, concluyeron los científicos.