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¿Qué hacer por el futuro de la salud en 2022?

Darle el lugar que corresponde a la salud pública y no relegarla, mejorar las condiciones del personal sanitario, innovar en el modelo de atención y buscar una sostenibilidad financiera son algunos de los desafíos a los que se enfrenta el sector este año.

Jairo Humberto Restrepo Zea *
01 de enero de 2022 - 02:00 p. m.
El sistema de salud, encargado de mejorar la salud de la población, brindar cobertura y garantizar protección financiera, ha sorteado una prueba de estrés durante estos dos años.
El sistema de salud, encargado de mejorar la salud de la población, brindar cobertura y garantizar protección financiera, ha sorteado una prueba de estrés durante estos dos años.
Foto: Getty Images - Getty Images

Como ha sucedido en buena parte del mundo, la salud de la población colombiana se ha visto seriamente afectada debido a la pandemia del covid-19. Al concluir el año 2021, y desde cuando empezó la pandemia en marzo de 2020, en el país se reportaron cerca de 130.000 muertes y un poco más de cinco millones de personas enfermas por coronavirus. Según estudios internacionales, la pérdida por cada defunción atribuida al covid puede significar unos 16 años de vida, pues se trata de personas que han muerto de manera temprana, así que Colombia habría perdido unos dos millones de años de vida. A esto se suma la situación de quienes lo padecen, muchos de los cuales han quedado etiquetados como pacientes con síndrome poscovid, con problemas respiratorios y otras complicaciones.

El sistema de salud, encargado de mejorar la salud de la población, brindar cobertura y garantizar protección financiera, ha sorteado una prueba de estrés durante estos dos años. En medio de las dificultades, pasando por los momentos más difíciles con más de 30.000 contagios y 700 muertes por día, el país atendió a cientos de miles de pacientes que requirieron atención hospitalaria y no debieron realizar pagos por la atención, pues los costos fueron asumidos por las EPS o por el Gobierno. Podría concluirse que el sistema de salud se movilizó en forma positiva para atender la enfermedad, con un incremento de la capacidad hospitalaria y el esfuerzo del recurso humano y la centralización en el manejo de la disponibilidad de camas de UCI, pero que no lo hizo tan bien en lo que respecta a la prevención y, al final, las muertes resultaron muy altas si se compara con tasas internacionales. No obstante, el año 2021 terminó con mejores avances en materia de vacunación, aun por debajo de otros países latinoamericanos.

Los aprendizajes y las lecciones que deja esta pandemia deben servir para orientar el futuro de la salud en Colombia. Resulta un imperativo nacional reconocer las fortalezas y los logros que pueden atribuirse al sistema, así como las debilidades y los pendientes que pudieron ser más notorios en este tiempo. Al ser 2022 un año electoral, y si bien en un escenario democrático son bienvenidas las alternativas planteadas desde distintas orillas, no deja de ser un ideal que las distintas fuerzas políticas acojan alguna declaración o manifiesto para adelantar los cambios en salud que pueda requerir el país sin importar quiénes vayan a gobernar.

En este sentido, se cuenta con esfuerzos importantes que pueden articularse para buscar consensos en pro de acciones de corto y mediano plazo para mejorar o cambiar el sistema de salud. Es el caso del denominado Acuerdo Vital, una iniciativa privada en la que participan gremios y organizaciones representativas del sector; el ejercicio con expertos adelantado por el Observatorio Así Vamos en Salud, para la construcción de nuevos paradigmas de salud y protección social, y el Decálogo por un nuevo sistema de salud y seguridad social, propuesto por la Federación Médica Colombiana y otros actores de la sociedad civil. Gran servicio prestarían al país los promotores de estas y otras iniciativas similares si coinciden en un espacio y un método de concertación en el que se hagan explícitos los acuerdos y los desacuerdos, y se plantee una hoja de ruta sobre el futuro del sistema de salud.

Esta aspiración, sobre un espacio formal para la deliberación y la formulación de políticas públicas, debería ser una prioridad para el año 2022. Aunque existe una instancia de asesoría y coordinación, y una comisión intersectorial de salud pública, la primera no cumple un papel protagónico y la segunda ha sido poco operativa, y solo está conformada por agentes del Gobierno. Así que, en el marco de la formulación del plan decenal de salud pública, que dicho sea de paso cuenta con un cronograma bastante corto que debería ser extendido, bien podría darse paso a la creación de una comisión o un consejo nacional de salud, con la participación de todos los actores, cuyo encargo inicial sea precisamente sistematizar la experiencia de la pandemia y plantear la hoja de ruta.

Entre los temas para la discusión sobre el futuro de la salud en Colombia se encuentran:

1) Una mejor gobernanza. El sistema de salud requiere el fortalecimiento de la rectoría y la gobernanza, lo que además de pasar por la creación de una instancia nacional implica establecer espacios formales de coordinación entre los distintos niveles de gobierno y fortalecer en los territoriales el papel de los comités de seguridad social en salud.

2) Nueva salud pública. De la mano con la mejor gobernanza, este debe ser el principal capítulo para orientar una reforma al sistema de salud, sobre todo para no relegarla y darle el lugar que le corresponde. La salud pública debe ser la base del sistema y claramente ser parte de la rectoría a cargo del ministerio y de las direcciones territoriales.

3) Depuración del aseguramiento. En el país es necesario reducir el número de EPS y procurar que cada una cuente con grandes números de afiliados en los territorios, como condición para garantizar accesibilidad.

4) Vigilancia y control de la oferta hospitalaria. Se requiere una profunda reflexión sobre la lógica que debe seguir la prestación de servicios y la remuneración del talento humano. Es necesario contar con un modelo de vigilancia a cargo del Estado, en el marco de lo establecido en la Ley Estatutaria de Salud sobre el goce del derecho a la salud, incluyendo la financiación pública de cierta disponibilidad.

5) Talento humano en salud. La pandemia ha develado precarias situaciones laborales de los profesionales de la salud, especialmente de quienes están al frente de la atención básica. Es necesario regular las condiciones de contratación coherente con los propósitos del trabajo decente. Además, es necesario emprender campañas por el respeto y el trato digno para el personal de salud.

6) Innovación en modelos de atención. En el tratamiento de enfermedades no covid, en particular las enfermedades crónicas y la salud mental que se encuentran en riesgo de bajar su control, con consecuencias graves sobre la situación de salud, es hora de acelerar la adopción de las TIC en los modelos de atención en salud y contar con atención en casa, incluyendo entregas de medicamentos y toma de muestras.

7) Cobertura y sostenibilidad financiera. La situación actual, con un mayor desempleo y una reducción del ingreso, constituye una prueba sobre las ventajas de la seguridad social, del seguro público, pues sin importar las condiciones de las personas la cobertura deberá mantenerse. Eso sí, se agranda el reto de la sostenibilidad financiera, de manera que es necesario continuar diversificando e incrementando fuentes de recursos, especialmente los impuestos generales, insistir en impuestos específicos, como los propuestos para las bebidas azucaradas, y concebir estrategias audaces para mejorar la eficiencia.

* Profesor de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad de Antioquia.

Por Jairo Humberto Restrepo Zea *

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Guillermo(15616)02 de enero de 2022 - 03:44 p. m.
La mayor debilidad del sistema de salud en Colombia esta en la financiacion. La salud publica como derecho civil garantizado por el estado (Constitucion del 91) no puede ni debe ser un negocio con animo de lucro. El problema fundamental son las EPS. La solucion es un pagador unico, una sola EPS, de cobertura nacional, manejada por el estado y financiada con nuestros impuestos.
Antonio(sa3gs)01 de enero de 2022 - 08:06 p. m.
Será que habrá un candidato que lea esto.
Luis(22669)01 de enero de 2022 - 07:49 p. m.
Las enfermedades complejas congénitas exigen entrenamiento de alto nivel que lo debemos obtener por nuestros propios medios en un sistema que ni vacaciones te da y que si no operas no vas a ganar y eso hace que la mayor complejidad sea para muchos trabajo no deseable. No se establece diferencia entre el que se ha pasado su vida capacitándose y el que solo hace lo común. Así que habrá que ver.
Luis(22669)01 de enero de 2022 - 07:47 p. m.
Adicionalmente la consecución de equipos para los procedimientos de los niños y adolescentes es una tristeza ya que disque la atención de los menores no es lucrativo, en otras sociedades saben que niños sanos son adultos productivos e inteligentes pero acá lo que vale tratar es lo de alto costo, Cáncer, vih, falla renal, trasplantes. Si se hiciera prevención no se llegaría a tanto.
Luis(22669)01 de enero de 2022 - 07:44 p. m.
Eso habrá que verlo, los intereses son muchos, hago parte del Sistema como cirujano y desde que al patrón le dio por decir que la salud es un negocio todo se pervirtió. Para que en una entidad pública den trabajo no miran las calidades de la hoja de vida basta con ir a las reuniones que el senador de la región programe y obvio ayudarle en la campaña con dinero. Esa es una de tantas perlas.
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