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El 5 de abril de 2022, Reino Unido reportó a la Organización Mundial de la Salud (OMS) los casos de 10 niños que habían sido ingresados a centros de salud con una hepatitis aguda grave de origen “desconocido”. Aunque las causas de la hepatitis suelen ser los virus de la hepatitis A, la hepatitis B y la hepatitis C, ninguno de ellos era el motivo de la enfermedad en los menores. En cuestión de semanas, decenas de reportes más se hicieron en el resto de Europa, Asia y América. Ayer, como era de esperarse, finalmente, Colombia detectó su primer caso.
En horas de la mañana, el Instituto Nacional de Salud (INS) informó que, luego de analizar las pruebas y de descartar otras patologías, confirmaron que esta hepatitis había sido detectada en un menor de dos años. El paciente presentó un cuadro clínico que duró casi seis semanas, desde el inicio de los síntomas. Evolucionó favorablemente y, pese a que está en seguimiento, ya fue dado de alta. La enfermedad no causó en él daños graves ni tuvo que necesitar trasplante de hígado.
“Los síntomas tienen que ver especialmente con la coloración de algunas partes del cuerpo: la piel, la parte blanca de los ojos, el interior de los párpados y las palmas y plantas. También suele haber cambio en la coloración de la orina y de la materia fecal”, explicó el INS.
Como este, hasta el momento se han reportado 650 casos en el mundo. Además del niño colombiano, en América Latina ha habido otro 15 pacientes con hepatitis aguda grave de origen “desconocido”. Panamá, México y Argentina son los otros países donde las autoridades sanitarias han confirmado pacientes. Todos se están haciendo una misma pregunta: ¿Cuál es la causa de esta enfermedad?
Una de las hipótesis que, por ahora, se barajan es que la hepatitis puede estar relacionada con la infección provocada por un adenovirus, un tipo de virus muy comunes que pueden causar enfermedades como gastroenteritis, conjuntivitis y cistitis”, señalan los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC). (También puede leer: No hay motivos para el pánico, reitera la OMS frente a la viruela del mono)
En esta ocasión parece tratarse del adenovirus tipo 41 que, como se lee en la página de los CDC, “comúnmente causa gastroenteritis aguda pediátrica, que típicamente se presenta como diarrea, vómitos y fiebre, y a menudo puede ir acompañada de síntomas respiratorios”. Si bien esta entidad reconoce que en el pasado ha habido casos de hepatitis en niños inmunocomprometidos con infección por adenovirus tipo 41, “no se sabe que el adenovirus tipo 41 sea una causa de hepatitis en niños, por lo demás, sanos”.
Lo que parece suceder esta vez es que las infecciones que puede estar generando este adenovirus desencadenan un daño hepático mediado por el sistema inmune. Esto se debe, posiblemente, a la falta de exposición previa que han tenido los menores a estos tipos de virus durante la pandemia. Como le decía a Agencia Sinc Francisco Rodríguez, responsable de diagnóstico de laboratorio de las hepatitis víricas del Hospital de Vall d’Hebron (Barcelona, España), no es inusual que haya niños con adenovirus, pero quizá las extensas cuarentenas parecen haber imposibilitado la frecuente exposición.
Will Irving, catedrático de Virología de la Universidad de Nottingham (Reino Unido), añadió que es una relación que requiere un poco más de pruebas e investigación. “Hay muy pocos informes de casos en la literatura mundial sobre la infección por adenovirus asociada a la hepatitis”, aseguraba a Sinc.
Sin embargo, esta extraña hepatitis podría estar asociada a una infección previa con el SARS-CoV-2, causante del covid-19. De hecho, el niño colombiano, como ha sucedido con varios pacientes en el mundo, tenía antecedente tanto de adenovirus como de covid-19.
De manera que, para usar las palabras del INS, la “hipótesis más fuerte está basada en una reacción por infecciones secuenciales o concurrentes de dos virus: adenovirus (subtipos 40/41) y SARS-Cov-2”. Pero las dudas solo se esclarecerán con el tiempo.
Lo claro por el momento, como recordaba Franklyn Prieto, director de Vigilancia en Salud Pública y Análisis de Riesgo del INS, es que no hay ninguna evidencia que sugiera que la vacuna para el covid-19 conduzca a la presentación de esta hepatitis. ¿El motivo? La mayoría de los niños que la han presentado no han sido vacunados.
Colombia y otras preguntas
Aunque en la cabeza de muchos papás y mamás suene aterrador la presencia de una enfermedad cuyo origen aún no es claro, lo cierto es que al año se presentan episodios de hepatitis de origen desconocido.
“Algunos autores consideran que ‘habitualmente ocurren’, es posible que con el desarrollo de las nuevas técnicas diagnósticas de genómica podamos reconocer causas no identificadas previamente, como podría ocurrir con el adenovirus”, dice el INS. Claro: lo inusual en esta ocasión es que haya más de los esperados.
Por eso, como le había dicho a El Espectador el Ministerio de Salud los primeros días de mayo, ya hay conformado un comité de seguimiento. El día 17 de este mes, el INS también envío una serie de recomendaciones a las entidades territoriales y a los prestadores de salud, en las que les explicaba cómo hacer la vigilancia y la atención de casos de esta hepatitis. (Le puede interesar: Argentina confirma los dos primeros casos de “viruela del mono” en América Latina)
Un punto final antes de que se alarme: aunque parece ser causada por virus respiratorios, la hepatitis no se transmite como lo hacen los microorganismos. Si algún miembro de la familia la desarrolla, eso no quiere decir, de ninguna manera, que se identificarán en su núcleo cercano.