¿Qué significa que un medicamento sea declarado de interés público?
El Ministerio de Salud expidió una resolución en la que declara a un medicamento para el VIH como de interés público. Es la primera vez que sucede en Colombia. Pero, ¿qué significa esta figura?
Este martes, 3 de octubre, el Ministerio de Salud declaró como de interés público un medicamento para tratar el VIH llamado dolutegravir. Era un anuncio que se estaba esperando el mundo de las medicinas en Colombia, pues desde meses atrás esa cartera había manifestado su intención de sacar adelante ese proyecto. (Puede leer: Comisión de reforma a la salud terminó sin acuerdos en los puntos esenciales)
Como lo habíamos explicado en estas páginas, no es la primera vez que se inicia un proceso de este tipo en el país. Cuando Alejandro Gaviria era ministro de Salud, en el gobierno de Juan Manuel Santos, también declaró un fármaco (el imatinib) como de “interés público”, luego de las peticiones de organizaciones de la sociedad civil, aunque la propuesta terminó embolatándose y no tuvo el efecto que esperaban.
En esta oportunidad, esta figura tiene un propósito: es el paso previo para otorgar lo que se conoce como una “licencia obligatoria”. Con esta, la farmacéutica que es dueña de la patente del medicamento dejaría de tener los derechos exclusivos para explotarlo comercialmente. (Le puede interesar: Nobel de Medicina 2023: claves para entender la importancia del ARN mensajero)
Como dice la resolución del Ministerio, lo que buscan es “declarar la existencia de razones de interés público para someter la patente 07115501A del medicamento dolutegravir a licencia obligatoria en la modalidad de uso gubernamental”. Uno de los principales motivos que tiene el Minsalud, como ya explicamos en este artículo, es el precio, aunque, claro, hay discordia.
En palabras un poco más sencillas, es el primer paso para abrirle la puerta a más competidores al mercado colombiano que ofrezcan una versión genérica de esa medicina. (También puede leer: OMS da luz verde a una nueva vacuna para prevenir la malaria)
Sin embargo, en esta oportunidad la decisión tiene dos particularidades. La primera es que es el Gobierno quien lidera la iniciativa y no surge de una petición de ONG, como sucedió en el caso del imatinib.
La segunda es que el propósito, como le había dicho a El Espectador hace un par de meses Francisco Rossi, ex asesor de la exministra Carolina Corcho y hoy asesor de Ifarma, es permitirle al Gobierno comprar una versión genérica del dolutegravir a la Organización Panamericana de la Salud (OPS) a un mejor precio. Sin esa licencia obligatoria, que debe emitir la Superintendencia de Industria y Comercio (SIC) no podría hacerlo, pues estaría parado en el terreno de la ilegalidad. (Puede interesarle: Premio Nobel de Medicina para los pioneros de la vacuna de ARNm contra el covid-19)
¿Impediría esto que la farmacéutica que vende ese medicamento deje de comercializarlo en el país? No, pero seguramente, con esas nuevas piezas, la compañía ViiV Healthcare (ViiV), cuyos dueños son Pfizer, GlaxoSmithKline (GSK) y Shionogi, tomará decisiones para reacomodarse en el mercado colombiano. Su licencia para explotar el dolutegravir vencía originalmente en 2026.
Por el momento, no se han pronunciado. Tampoco Afidro, la asociación que reúne a las principales multinacionales farmacéuticas. ¿Demandarán el decreto como sucedió en el caso de Novartis con el imatinib?, es una pregunta que solo se resolverá con el tiempo. Según la resolución, los actores interesados tienen diez días después de que les notifiquen para interponer un recurso de reposición. (También puede leer: Aumenta realización de cesáreas que son innecesarias médicamente)
Pese a que hay que esperar un tiempo para que se tengan noticias de la licencia obligatoria, es claro que caso del dolutegravir, como explicamos en este artículo, ha tenido tanto detractores como quienes respaldan la decisión.
Y aunque cada medicamento para el que se busque otorgar una licencia obligatoria se debe analizar de manera individual, pues las razones varían, esta figura es una medida permitida por varios acuerdos internacionales, como el de la Organización Mundial del Comercio (OMC) y el Acuerdo sobre los Aspectos de los Derechos de Propiedad Intelectual (Adpic), como le explicaba a este diario hace un par de meses Carolina Gómez, que estuvo al frente de la Dirección de medicamentos del Minsalud en la época de Alejandro Gaviria. (Puede leer: Ensayan un nuevo método de prevención del VIH)
De hecho, ya se han otorgado licencias obligatorias en otros países como Brasil, Ecuador, India o Indonesia para promover el acceso a medicamentos a precios más bajos. Uno de los ejemplos más simbólicos fue el de Sudáfrica en 1997, cuando aprobó una que otorgaba una licencia obligatoria para los medicamentos contra el VIH, para permitir la importación y venta de versiones genéricas.
Este martes, 3 de octubre, el Ministerio de Salud declaró como de interés público un medicamento para tratar el VIH llamado dolutegravir. Era un anuncio que se estaba esperando el mundo de las medicinas en Colombia, pues desde meses atrás esa cartera había manifestado su intención de sacar adelante ese proyecto. (Puede leer: Comisión de reforma a la salud terminó sin acuerdos en los puntos esenciales)
Como lo habíamos explicado en estas páginas, no es la primera vez que se inicia un proceso de este tipo en el país. Cuando Alejandro Gaviria era ministro de Salud, en el gobierno de Juan Manuel Santos, también declaró un fármaco (el imatinib) como de “interés público”, luego de las peticiones de organizaciones de la sociedad civil, aunque la propuesta terminó embolatándose y no tuvo el efecto que esperaban.
En esta oportunidad, esta figura tiene un propósito: es el paso previo para otorgar lo que se conoce como una “licencia obligatoria”. Con esta, la farmacéutica que es dueña de la patente del medicamento dejaría de tener los derechos exclusivos para explotarlo comercialmente. (Le puede interesar: Nobel de Medicina 2023: claves para entender la importancia del ARN mensajero)
Como dice la resolución del Ministerio, lo que buscan es “declarar la existencia de razones de interés público para someter la patente 07115501A del medicamento dolutegravir a licencia obligatoria en la modalidad de uso gubernamental”. Uno de los principales motivos que tiene el Minsalud, como ya explicamos en este artículo, es el precio, aunque, claro, hay discordia.
En palabras un poco más sencillas, es el primer paso para abrirle la puerta a más competidores al mercado colombiano que ofrezcan una versión genérica de esa medicina. (También puede leer: OMS da luz verde a una nueva vacuna para prevenir la malaria)
Sin embargo, en esta oportunidad la decisión tiene dos particularidades. La primera es que es el Gobierno quien lidera la iniciativa y no surge de una petición de ONG, como sucedió en el caso del imatinib.
La segunda es que el propósito, como le había dicho a El Espectador hace un par de meses Francisco Rossi, ex asesor de la exministra Carolina Corcho y hoy asesor de Ifarma, es permitirle al Gobierno comprar una versión genérica del dolutegravir a la Organización Panamericana de la Salud (OPS) a un mejor precio. Sin esa licencia obligatoria, que debe emitir la Superintendencia de Industria y Comercio (SIC) no podría hacerlo, pues estaría parado en el terreno de la ilegalidad. (Puede interesarle: Premio Nobel de Medicina para los pioneros de la vacuna de ARNm contra el covid-19)
¿Impediría esto que la farmacéutica que vende ese medicamento deje de comercializarlo en el país? No, pero seguramente, con esas nuevas piezas, la compañía ViiV Healthcare (ViiV), cuyos dueños son Pfizer, GlaxoSmithKline (GSK) y Shionogi, tomará decisiones para reacomodarse en el mercado colombiano. Su licencia para explotar el dolutegravir vencía originalmente en 2026.
Por el momento, no se han pronunciado. Tampoco Afidro, la asociación que reúne a las principales multinacionales farmacéuticas. ¿Demandarán el decreto como sucedió en el caso de Novartis con el imatinib?, es una pregunta que solo se resolverá con el tiempo. Según la resolución, los actores interesados tienen diez días después de que les notifiquen para interponer un recurso de reposición. (También puede leer: Aumenta realización de cesáreas que son innecesarias médicamente)
Pese a que hay que esperar un tiempo para que se tengan noticias de la licencia obligatoria, es claro que caso del dolutegravir, como explicamos en este artículo, ha tenido tanto detractores como quienes respaldan la decisión.
Y aunque cada medicamento para el que se busque otorgar una licencia obligatoria se debe analizar de manera individual, pues las razones varían, esta figura es una medida permitida por varios acuerdos internacionales, como el de la Organización Mundial del Comercio (OMC) y el Acuerdo sobre los Aspectos de los Derechos de Propiedad Intelectual (Adpic), como le explicaba a este diario hace un par de meses Carolina Gómez, que estuvo al frente de la Dirección de medicamentos del Minsalud en la época de Alejandro Gaviria. (Puede leer: Ensayan un nuevo método de prevención del VIH)
De hecho, ya se han otorgado licencias obligatorias en otros países como Brasil, Ecuador, India o Indonesia para promover el acceso a medicamentos a precios más bajos. Uno de los ejemplos más simbólicos fue el de Sudáfrica en 1997, cuando aprobó una que otorgaba una licencia obligatoria para los medicamentos contra el VIH, para permitir la importación y venta de versiones genéricas.