EE le explica: ¿Qué tanto avanza la mpox o viruela símica y qué podemos hacer?
Los casos detectados en África han aumentado en 160 % este año, la OMS ya destina recursos para atender la emergencia y por ahora en Colombia no se han reportado nuevos pacientes.
Edwin Bohórquez Aya
Es miércoles, día de El Espectador le explica. ¿Qué es la viruela símica? ¿Nos estamos enfrentando a la misma realidad que vivimos con el Covid-19? ¿Cómo una enfermedad que se identificó en animales ahora está presente en humanos? ¿Cuál ha sido la posición de la Organización Mundial de la Salud, OMS, al respecto? ¿Qué han dicho las autoridades colombianas? ¿Cómo nos podemos cuidar en nuestro trabajo, casa y transporte público? ¿Cuál ha sido su velocidad de contagio desde cuando se empezaron a hacer los reportes de seguimiento más recientes? Pues con la ayuda de todos los contenidos que han desarrollado en la redacción de Salud, responderemos esas y otras preguntas para explicar detalladamente todo lo que se sabe sobre el llamado ‘monkey pox’ -en inglés- o mpox, como se le llama formalmente en todo el mundo. Recuerde entrar a cada uno de los enlaces que dejaremos a continuación. Comencemos.
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Es miércoles, día de El Espectador le explica. ¿Qué es la viruela símica? ¿Nos estamos enfrentando a la misma realidad que vivimos con el Covid-19? ¿Cómo una enfermedad que se identificó en animales ahora está presente en humanos? ¿Cuál ha sido la posición de la Organización Mundial de la Salud, OMS, al respecto? ¿Qué han dicho las autoridades colombianas? ¿Cómo nos podemos cuidar en nuestro trabajo, casa y transporte público? ¿Cuál ha sido su velocidad de contagio desde cuando se empezaron a hacer los reportes de seguimiento más recientes? Pues con la ayuda de todos los contenidos que han desarrollado en la redacción de Salud, responderemos esas y otras preguntas para explicar detalladamente todo lo que se sabe sobre el llamado ‘monkey pox’ -en inglés- o mpox, como se le llama formalmente en todo el mundo. Recuerde entrar a cada uno de los enlaces que dejaremos a continuación. Comencemos.
Antes de hablar de lo que estamos viviendo hoy es preciso entender qué es la viruela símica. En 1958 la comunidad médica de Dinamarca identificó un tipo de viruela en los monos que eran destinados para investigación. Se sabía que existían desarrollos de esa enfermedad en roedores, pero la primera vez que se conoció de un caso en humanos fue en 1970, cuando lo documentaron en una zona de la República Democrática del Congo. De acuerdo con la OMS, se trataba de una zoonosis viral, es decir, una enfermedad provocada por virus transmitido de los animales a las personas. “Su propagación a humanos se limitaba a ciertos países de África occidental, donde es endémica”, nos dijeron, es decir, que está localizada en una misma zona geográfica y en un grupo poblacional puntual, contaba la agencia AFP; que se trataba de una enfermedad que era capaz de provocar “erupciones cutáneas” y que podía aparecer en “los órganos genitales o en la boca”.
Para la Organización Panamericana de la Salud (OPS), una persona se puede infectar por el contacto directo o indirecto con la sangre, con fluidos corporales, lesiones de la piel o las mucosas de animales infectados. Y ya, entre humanos, si la persona tiene contacto estrecho con las secreciones de las vías respiratorias de quien está enfermo. Pero el Centro para el Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC), advirtió que una persona “no debe preocuparse por estar al lado de un paciente infectado por 30 segundos, sino que se requiere estar juntos por un tiempo prolongado”, nos contaba el equipo de Salud de El Espectador. De ahí el por qué se dice que se puede transmitir en encuentros sexuales.
“El 23 de julio de 2022, el director general de la OMS declaró el brote internacional de viruela símica, y aunque ese brote se dio por terminado el 10 de mayo de 2023, desde entonces los casos no se han dejado de reportar. Solo durante ese período, en la región de las Américas se notificaron 59.343 casos de mpox con 114 fallecidos”: redacción Salud.
Los registros de humanos enfermos estuvieron presentes durante décadas en la misma zona de África. Pero en mayo del 2022 empezaron a aparecer casos de viruela del mono en todo el mundo. “Las manifestaciones de la viruela símica suelen incluir fiebre, dolor de cabeza intenso, dolores musculares, dolor de espalda, poca energía, ganglios linfáticos inflamados y una erupción cutánea o lesiones maculopapulosas”, le dijo precisamente en ese 2022 Claudia Cuéllar, entonces directora de Epidemiología y Demografía del Minsalud, a los reporteros de El Espectador. Una enfermedad que se estima dura en el cuerpo alrededor de 14 días.
En julio de ese mismo año la OMS la declaraba como una “emergencia de salud pública de alcance internacional” porque se identificó, en ese instante, un “brote que se ha propagado rápidamente por todo el mundo a través de nuevos modos de transmisión sobre los cuales sabemos muy poco y que cumple con los criterios del Reglamento Sanitario Internacional”, dijo Tedros Adhanom Ghebreyesus , director general de la OMS.
¿Qué pasó ese año en Colombia? A finales de agosto de 2022, en el país, se contabilizaron 580 casos. Para noviembre, con los reportes de 110 países, se identificaron 81.107 casos y 55 muertes. La OMS, que además recibía reportes sobre “declaraciones racistas y estigmatizantes” cuando se hablaba de dicha enfermedad, decidía cambiar su nombre a ‘mpox’ para que se le llamara de la misma forma en todas las lenguas y poder enviar un mensaje general a la población global.
Seis meses después la OMS no bajaba la guardia y advertía los riesgos para el continente africano y las personas con VIH, pues su exposición al contagio era más alta, sin embargo cambiaba la condición de la emergencia sanitaria. Científicos levantaban la mano y pedían seguir atentos. Un año largo pasó, es decir, llegamos al 2024, y aunque siempre se estuvo vigilante precisamente desde las autoridades de salud, el mundo entero volvió a poner sus ojos en las declaraciones de los líderes internacionales:
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La noticia, el 14 de agosto de 2024, era que la OMS declaraba emergencia de salud pública internacional por viruela símica pues en lo que va corrido del año, “el número de casos notificados ha superado el total del año pasado, con más de 14.000 casos y 524 muertes en África”, se leía en cables internacionales. Y nos entregaron detalles: “Este año los casos detectados en África han aumentado en 160 %” y aunque es una “enfermedad vírica que provoca erupciones dolorosas y síntomas parecidos a los de la gripa”, “de no ser tratada adecuadamente, puede ser mortal”, nos recordaba la agencia EFE. Ahí estaba la mayor preocupación.
“Dada la propagación del mpox (Monkey Pox) fuera de la República Democrática del Congo (RDC) y la posibilidad de una nueva propagación internacional dentro y fuera de África decidí convocar un comité de emergencia para que me asesore sobre si la epidemia constituye una emergencia de salud pública de alcance internacional”, declaró una semana antes Tedros Adhanom Ghebreyesus, de la OMS, en una conferencia de prensa. Uganda había registrado sus dos primeros casos. Kenia y Burundi también. Ruanda y Costa de Marfil se sumaron a la lista.
Louis Albert Massing, coordinador médico de Médicos Sin Fronteras (MSF) en la República Democrática del Congo, quien lidera el equipo médico en la zona y está en el terreno, explicaba: “Se han reportado más de 880 casos sospechosos o confirmados en el continente en la última semana, lo que eleva el total del año a 15.132, según los datos presentados en la reunión informativa”. De ahí que se hablara del aumento en 160 % si se comparaba con el año anterior.
Y fue precisamente Massing quien entregó más información valiosa para entender por qué nos fuimos moviendo hacia la emergencia global: “Históricamente la enfermedad es endémica en 11 de las 26 provincias del país (Congo). Sin embargo, el número de casos ha aumentado drásticamente durante más de dos años, lo que llevó a las autoridades sanitarias a declarar una epidemia en diciembre de 2022″. Y contó datos del 2023 preocupantes: “El número de casos se triplicó en 2023, con más de 14.600 casos sospechosos notificados y 654 muertes. Pero en 2024, la situación ha empeorado aún más. Entre enero y mediados de julio, se notificaron más de 12.300 casos sospechosos y 23 provincias se vieron afectadas”.
También nos explicaron el qué podría estar sucediendo en este completo contenido que escribió la redacción de Salud: “Existen dos clados genéticos distintos de virus, es decir, y para simplificar, dos variantes que se diferencian genéticamente. El clado I, principalmente presente en África central, y especialmente en la República Democrática del Congo (RDC), está asociado con síntomas clínicos graves y una mortalidad mucho mayor (que puede ir entre el 4% y el 11% de los casos). El clado II, confinado en gran medida a África occidental hasta la epidemia mundial de 2022, causa una enfermedad menos grave y una mortalidad de menos del 4%. La epidemia de 2022 en el mundo fue ocasionada por un linaje del clado II, menos grave, que provocó unos 95.226 casos confirmados en 117 países a marzo de 2024. En África, por el contrario, es el clado I, más letal, el que ha predominado, representando el 95% de los casos notificados”.
Por eso fue que África declaró la emergencia de salud pública continental con la que buscaba “coordinar mejor su respuesta y aumentar el flujo de suministros médicos”. Y lo que ahora se está analizando es si “el aumento progresivo de los casos en África parece indicar un cambio hacia una mayor transmisión de persona a persona, debido, posiblemente, a la mutación del clado I del virus (el clado II causa enfermedad menos grave y fue el que causó la epidemia en países no africanos en 2022). Así, al menos, lo sugería una investigación publicada en Nature en junio pasado”.
“Durante el transcurso del brote (desde 2022), se reportaron en la región de las Américas unos 59.343 casos de mpox con 114 fallecidos. De todos los casos con los que se cuenta información, el 96% eran hombres, el 84% se autoidentificó como hombre que tiene relaciones sexuales con hombres, y el 59% eran personas con VIH”: redacción Salud.
Pero aquí hay que sumar otro dato importante. Se cree que esta nueva alarma empezó a tomar fuerza en provincia conocida como Kivu del Sur, en Congo, con un brote en septiembre de 2023. Allí es tierra de minas de oro, los trabajadores de van moviendo con velocidad no solo a ciudades cercanas sino a países frontera. Por eso se especula sobre la propagación y los más de 100 casos en el último mes en cuatro países vecinos.
“”Lo que nos preocupa es la alta virulencia que se está presentando en África”, explica Carlos Arturo Álvarez Moreno, médico infectólogo y magíster en epidemiología. Detrás de esa alta virulencia, los científicos creen que puede haber cambios en el virus. Mediante la secuenciación genómica de muestras de mpox recogidas entre octubre de 2023 y enero de 2024, los investigadores detectaron una nueva variante del clado I (el más grave) en Kamituga: el “clado Ib””, nos contaba en este reportaje Juan Diego Quinceno.
Al día siguiente, el 14 de agosto, la OMS declaraba la emergencia de salud pública internacional por viruela símica. ¿Y eso qué quería decir, en concreto? Nos respondía la redacción de Salud: “Es la segunda vez que el organismo de salud de la ONU activa este nivel de alerta que prevé el Reglamento Sanitario Internacional por esta enfermedad, y la octava vez que lo hace en la historia. Una emergencia de salud pública de importancia internacional constituye el máximo nivel de alarma, según el derecho sanitario internacional. Ello implica que se deben tomar medidas coordinadas y urgentes a nivel global para prevenir la propagación de la enfermedad o amenaza, garantizar la seguridad sanitaria de los países afectados y proteger la salud pública a nivel mundial. Los Estados miembros de la OMS están llamados a cooperar y compartir información crucial, implementar protocolos de respuesta rápida y de diagnóstico”.
Precisamente la cabeza de la OMS, el doctor Tedros Adhanom Ghebreyesus, dijo: “Estamos tratando con varios brotes de diferentes clados en diferentes países con diferentes modos de transmisión y diferentes niveles de riesgo”. Y agregó el pasado 14 de agosto: “La OMS se ha comprometido en los próximos días y semanas a coordinar la respuesta mundial, trabajando estrechamente con cada uno de los países afectados y aprovechando nuestra presencia sobre el terreno para prevenir la transmisión, tratar a los infectados y salvar vidas”.
Y sobre la plata para las acciones, aseguró que el plan de respuesta regional requiere una suma inicial de US$ 15 millones para apoyar las actividades de vigilancia, preparación y respuesta, pero que ya fueron liberados los primeros US$ 1,45 millones del llamado “Fondo de Contingencia para Emergencias de la OMS”. Así las cosas, ¿qué seguía? ¿Qué se sabía de la enfermedad en Colombia? ¿Esto se podría volver una pandemia, como el Covid-19?
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“En estos momentos existe sobre todo el riesgo de que se produzcan casos de importación aislados, es decir, que personas que han viajado a países con brotes activos regresen infectadas”: autoridades suecas de salud.
En donde sí se confirmó un caso de clado I fue en Suecia que, aunque está controlado, se convirtió en el primero fuera del continente africano. Eso, por supuesto, eleva el nivel de preocupación, pero de acuerdo con las autoridades de ese país, está todo bajo control. “Este caso no desencadena por sí solo ninguna medida adicional de control de infecciones, pero nos tomamos muy en serio el brote de mpox clado I. Lo seguimos de cerca y evaluamos continuamente si son necesarias nuevas medidas”, agregó Magnus Gisslén, epidemiólogo estatal de la Autoridad de Salud Pública de ese país. Explicaron que la persona se infectó “durante una estancia en una zona de África donde la propagación del tipo mpox I está en curso”, pero que por ahora ha recibido tratamiento en su país.
Y para tranquilidad de todos en Colombia, nos contó la redacción de Salud, “los primeros análisis del genoma del mpox colombiano durante el brote de 2022, permitieron confirmar la estrecha relación con el clado II de África, que está asociado a menores complicaciones y una menor letalidad”, lo que también ha permitido concluir que, por ahora, en Colombia no se ha identificado el clado I, que es el que está afectando a la República Democrática del Congo”. Se sabe que “los Estados miembros de la OMS, entre los que está Colombia, están llamados a cooperar, compartir información y a implementar acciones de prevención”.
La Secretaría de Salud de Bogotá también entró a la discusión y comunicó su plan de acción: “Esta enfermedad preocupa a las autoridades sanitarias internacionales debido a la propagación rápida de la variante predominante clado I b del mpox, pues se han detectado casos en países que nunca se había registrado la infección, afectando a nuevos grupos de personas vulnerables (niños, niñas y gestantes), un aparente mayor riesgo de complicaciones, y dado el riesgo que ve la organización de la expansión en otros países”, informaron en un comunicado de prensa. Pero tanto la Secretaría como el Instituto Nacional de Salud, INS, han dejado claro que en Colombia no hay casos reportados y que el país, tras la emergencia del 2022, “logró adaptar su sistema de vigilancia y notificar el comportamiento del virus”, también “desarrollar capacidades de laboratorio para su diagnóstico”.
¿Y qué se está haciendo puntualmente? Por recomendación del INS, la Secretaría ha venido “entrenando a equipos para la toma de muestras, el cerco epidemiológico y el rastreo de contactos”, también con puntos de identificación en el aeropuerto El Dorado y se activó “un trabajo entre distintos sectores, incluyendo a organizaciones LGTBI, pues el INS ha informado que desde el brote de mpox de 2022, la mayoría de casos se han presentado en Bogotá, Antioquia y Cali, y se han transmitido principalmente por medio del contacto sexual entre hombres”. Pero recordaron que no solo se transmite por contacto sexual, así que el mensaje para toda la ciudadanía fue que se consulte “de inmediato a un profesional de la salud ante cualquier síntoma de esta enfermedad, incluso si no se conoce a nadie que la haya tenido”.
Ahora, ¿qué hacer para que no se propague? La Asociación de Epidemiología de Colombia entregó una serie de recomendaciones para poder limitar la expansión del virus. Y “con base en los datos que ha recopilado el Instituto Nacional de Salud, elaboramos estas gráficas que pueden ser útiles para comprender la situación hasta el momento. De acuerdo, a esa entidad, este año, ha habido 109 casos, todos asociados al clado II. La mayoría de ellos, se han presentado en hombres”, nos dijo la redacción de Salud.
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Y sobre las vacunas, ¿qué se puede hacer? ¿Tenemos acceso a ellas? Sergio Silva Numa, editor de la sección de Salud, en este texto de la edición impresa del domingo nos respondió: “Aunque desde finales del 2022 el Gobierno prometió que Colombia tendría vacunas para el mpox, solo ha recibido una donación de Japón, cuyo único fin era hacer un ensayo clínico. Hasta el momento, no hay ninguna aprobada por el Invima ni tampoco alguna solicitud de una compañía para comercializarla”.
Nos contó que el médico infectólogo Carlos Álvarez, profesor de la Universidad Nacional, es quien ha estado al frente del ensayo clínico aprobado por el Invima, que con la luz verde el 6 de diciembre de 2023, arrancaron a vacunar a la población priorizada: personas con VIH y personas con conductas sexuales de riesgo. Se sabe que existe la vacuna japonesa LC16 y la danesa Jynneos (Bavarian Nordic, de Dinamarca, y KM Biologics, de Japón), pero, dice el galeno, hay que tener un poco de paciencia para esperar más publicaciones que permitan tener mejor información sobre ambos biológicos. El ministerio de Salud de Colombia, consultado por El Espectador, por ahora, no ha dado información sobre si está o no en proceso de negociación de estas vacunas.
“Una de las cosas que a mí más me inquietan es, justamente, el acceso a esas tecnologías. Parece estar muy complicado”, le dijo la epidemióloga y profesora de la Universidad Javeriana, Zulma Cucunubá. Sí, se refiere a que, por ejemplo, de acuerdo con información de Médicos sin Fronteras, en el Congo ya se validaron las dos vacunas, pero el problema es que no hay dosis disponibles, por lo que están esperando los resultados de “negociaciones con determinados países”.
Y, por otro lado, ya van rodando comparaciones con el Covid-19. Por eso Juan Diego Quiceno, de la redacción Salud, tras una juiciosa reportería que aparece en este texto titulado Mpox, una emergencia que aún se puede controlar, no solo descartó la comparación sino que nos entregó información de valor: “¿Otra vez cuarentena?” “Prepárense para el tapabocas” “¿Cuándo llegan las vacunas?” ¿Otro covid-19? No puede ser”. Cientos de comentarios y preguntas como esas llenaron las redes sociales tras la decisión de la Organización Mundial de la Salud (OMS) de declarar una emergencia de salud pública internacional debido a lo que está sucediendo en África con el mpox o viruela símica. Aunque es tentador hacer el paralelismo con el covid-19, es equivocado. El mundo no está en una pandemia y mpox no es parecido al coronavirus”.
“Según el Instituto Nacional de Salud (INS), entre mayo de 2022 y agosto de 2024, se notificaron 4.257 casos de mpox. De este total, 109 casos se han reportado en 2024, la mayoría de ellos (más del 80 %) están en las ciudades capitales: Bogotá, Medellín, Cali y Barranquilla. Todos están asociados al clado II. Lo mismo ha sucedido en los países de América”.
Basa su postura en diálogos como el que tuvo con John Mario González, profesor coordinador del Laboratorio de Ciencias Básicas Médicas de la U. de los Andes: “Los virus como mpox son virus de ADN, es decir, no se replican tan rápidamente como el coronavirus, que es un virus de ARN. Esto es clave, porque cuando un virus se replica mucho, como el SARS-CoV-2, puede cambiar más y favorecerlo: se pega mejor, se transmite más rápido. Por eso con el covid-19 vimos tantas variantes: alfa, ómicron, mu... Con mpox eso no va a pasar. Es un virus más estable”.
Y sobre si esta nueva variante de mpox llegará a Colombia, nos explicaron: “Cuando se le pregunta a Carlos Morales Pertuz, médico infectólogo del Hospital Universitario Mayor Méderi y quien tuvo en Colombia varios casos de mpox bajo su cuidado, si el clado Ib va a llegar al país, responde de manera simple: “El mundo es más pequeño de lo que creemos. Las conexiones, los aeropuertos, todo nos acerca más”. “Creo que va a llegar. No se puede afirmar nada con certeza, pero lo más probable es que llegue dada la alta conectividad que tenemos con Europa”, añade Julián Alfredo Fernández, epidemiólogo y hoy subsecretario de Salud de Bogotá”, nos contó en su texto Juan Diego Quiceno, texto que aparece completo aquí.
En lo que sí parece repetirse la historia con otros virus es en el asunto de las vacunas: “Necesitamos que los fabricantes amplíen la producción de vacunas para mpox”: OMS. Citando a las autoridades, estos nos decían los colegas que le hacen seguimiento al tema: “”Necesitamos que los fabricantes realmente amplíen su producción para que tengamos acceso a muchas, muchas más vacunas”, dijo la portavoz de la OMS, Margaret Harris. También pidió a los países que tienen reservas de esas vacunas que hagan donaciones a las naciones que más las necesitan con urgencia en este momento. De acuerdo con Harris, hay unas 500 mil dosis de Jynneos en stock y se podrían producir unos 2,4 millones más en un corto plazo. Para 2025, aseguró, se podrían producir 10 millones de dosis adicionales. Respecto a la LC16, aseguró que Japón tiene una importante reserva y que la OMS ya está trabajando con Tokio para promover donaciones”.
¿Y ahora mismo, en qué vamos? ¿Qué alarma tocaron los profesionales de Médicos sin Fronteras? ¿Por qué los especialistas insisten para que la gente no caiga en comparaciones con lo que vivimos con el covid-19?:
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Antes de terminar este boletín, es determinante seguir las recomendaciones de la Asociación de Epidemiología de Colombia: para las autoridades de salud, fortalecer su vigilancia epidemiológica a nivel nacional y local para detección temprana, la realización de pruebas de laboratorio y el seguimiento genómico de los casos confirmados para identificar la circulación de nuevas variantes del virus. Además, se deben promover una serie de medidas de prevención y control, como el aislamiento de los casos confirmados para evitar la transmisión del virus a otras personas.
Y para las personas de a pie como usted y como yo, si cree que tiene síntomas sospechosos, “la recomendación es que deben evitar el contacto físico estrecho hasta que se confirme o descarte la infección” y asistir a la revisión médica para descartar de manera profesional cualquier tipo de duda. Por el lado de las universidades y establecimientos dedicados al sector salud, “establecer redes de colaboración entre instituciones de investigación, universidades y centros de salud para compartir datos en tiempo real y desarrollar estrategias basadas en la evidencia”.
Claro, ya vivimos una pandemia y desde luego que existe preocupación cuando se leen y se ven noticias de este tipo, pero hay que ser prudentes y estar atentos a la información que las autoridades competentes de salud entregan, no creer en todas las cadenas de redes sociales que viajan por Internet y, sobre todo, confiar en que las decisiones que tomen desde el ministerio de Salud hacia abajo contemplen con celeridad esta nueva realidad que estamos atravesando. Recomendamos seguir toda la información, minuto a minuto, en este enlace.
Este es un hasta pronto con nuestro mensaje final: si les gustó este newsletter y el contenido que desarrollamos en El Espectador, invitados a disfrutar del contenido exclusivo que tenemos en nuestra página web. En esta labor de todos los días necesitamos compañía no solo para las críticas, que las recibimos con humildad, sino para que nos ayuden a construir un mejor país, denunciando, indagando, investigando, informando. Y no olviden dejar aquí abajo los temas que ustedes quisieran que investiguemos en la redacción de El Espectador. Nos vemos el próximo miércoles. Hasta pronto.
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