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En junio de 2021, Aaron James, un hombre que vive en la ciudad de Hot Springs (Arkansas, Estados Unidos), y que se desempeñaba como instalador de líneas de alta tensión, sufrió un accidente muy fuerte. Sin quererlo, su cara tocó un cable con corriente, lo que le provocó una descarga eléctrica de 7.200 voltios. Si bien era una descarga mortal, James sobrevivió con graves lesiones. (Puede leer: Gobierno busca implementar medida de la reforma a la salud: universalizar giro directo)
A raíz del accidente, el hombre, de 46 años, perdió su ojo izquierdo, toda la nariz y los labios, los dientes delanteros, la mejilla izquierda y la barbilla. También resultó afectado su brazo izquierdo. En mayo de este año, James fue sometido a una extensa intervención quirúrgica para tratar de recuperar parte de su rostro.
Se trató, como explicó el jueves (9 de noviembre) el centro médico NYU Langone Health, ubicado en Nueva York, del primer trasplante mundial de ojo entero y parte de la cara. En la cirugía, que duró aproximadamente 21 horas, participaron 140 cirujanos, enfermeros y otros profesionales de la salud. (Le puede interesar: Gremio pediátrico pidió acciones para frenar cifras de desnutrición infantil en Colombia)
El Dr. Eduardo Rodríguez, quien lideró la intervención, señaló que “este logro demuestra nuestra capacidad para afrontar los retos más difíciles e impulsar avances continuos en el campo de los trasplantes y más allá”. Según explicó el centro médico a través de un comunicado, si bien quedan interrogantes en este caso sin precedentes, la cirugía abre posibilidades para “futuros avances en terapias de la visión y campos médicos relacionados”.
Tras más de cinco meses de la cirugía, el equipo médico no está seguro si James podrá recuperar la vista. Lo que sí saben es que, desde entonces, su ojo izquierdo ha mostrado notables signos de salud como el flujo sanguíneo directo a la retina. (También puede leer: Cancelan reunión entre Procuraduría y Minsalud sobre caso de Sanitas y Cruz Verde)
En palabras más sencillas, comentaba la Dra. Vaidehi Dedania, especialista en retina del Departamento de Oftalmología del NYU Langone, “su retina es capaz de decirnos que ‘ve’ la luz, lo cual es bastante sorprendente”.
Los trasplantes de las otras partes de la cara le permitieron al hombre de 46 años poder volver a saborear, oler y comer alimentos sólidos, además de abandonar las sondas de respiración y alimentación. Ahora, James regresó a vivir a Hot Springs y una vez al mes regresa a Nueva York para continuar el proceso de recuperación.
“Estoy muy agradecido al donante y a su familia, que me han dado una segunda oportunidad de vivir en un momento de gran dificultad. Espero que la familia encuentre consuelo sabiendo que una parte del donante vive conmigo”, dijo James en una rueda de prensa celebrada el jueves (9 de noviembre) en la que se dio a conocer la noticia. (Puede interesarle: Instagram habilita un “botón antiacoso” ¿Cómo funciona?)
El hombre también le agradeció al Dr. Rodríguez y al numeroso equipo que participó en su cirugía. “Mi familia y yo no habríamos podido recorrer este difícil camino sin su experiencia y apoyo. Nuestra esperanza es que mi historia pueda servir de inspiración a quienes se enfrentan a lesiones faciales y oculares graves”, concluyó James.