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Un estudio, realizado en trabajadores de la salud en Sudáfrica, da luces de la efectividad de la vacuna fabricada por Janssen. Además, los datos recopilados lograron comprobar que la inmunidad este biológico mejora con el tiempo y conserva su efectividad ante las variantes del coronavirus que están circulando en la actualidad, como la Deta o Beta. (Lea: Primeras pistas sobre la inmunidad generada por las vacunas contra el coronavirus)
Luego de analizar los casos de contagio entre los trabajadores de la salud, los investigadores consiguieron determinar que el 94% de las infecciones, en las que están incluidas las provocadas por la variante Delta, son leves, 4% moderadas y 2% graves. “Lo básico que deben hacer las vacunas es evitar que las personas se enfermen. Afortunadamente, parece que la de Janssen resiste las variantes actuales de preocupación. ¡Janssen funciona y es una gran vacuna!”, dijo en su cuenta de Twitter Ángela Rasmussen, viróloga e investigadora asociada del Centro de Infección e Inmunidad en la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Columbia.
Para llegar a esta conclusión, el equipo realizó una prueba de detección de COVID-19 28 días después de la vacunación de los trabajadores de la salud. Luego, el euipo realizó un seguimiento de los casos positivos a través de enlaces diarios a los registros nacionales COVID-19 de datos de laboratorio y de hospitalización y mediante informes de Sisonke, que es el ensayo clínico de la vacuna de Janssen.
Con los datos recopilados, el equipo estableció la gravedad de infección de cada uno de los pacientes. Determinó que el 94% de las infecciones son leves, el 4% son moderadas y solo el 2% son graves. Rasmussen recordó que “la función principal de una vacuna es evitar que las personas se enfermen, no necesariamente prevenir la infección. Cuando la mayoría de las personas se vacunan, eso no es un problema. Los virus no pueden afianzarse en una población mayoritariamente resistente”.
Linda-Gail Bekker, una de las coinvestigadores principales, resaltó la importancia de ““mantener a las personas fuera de la UCI y sin ventiladores. Este es un resultado importante”. (Puede leer: Sura quiere producir vacunas en Colombia. Así es como piensa hacerlo)
Otro de los estudios de laboratorio y de inmunogenicidad (anticuerpos) que se realizó en Estados Unidos y que fue analizado por este grupo de investigación, mostró que con el tiempo las respuestas inmunes inducidas por la vacuna Jansse “maduran y cubren variantes de interés como las variantes Beta y Delta”.
Glenda Gray, coinvestigadora del estudio, señaló que “la vacuna de dosis única, diseñada para uso de emergencia, es segura y fácil de usar. Tenemos datos acumulados que sugieren que la inmunidad aumenta con el tiempo y que conserva su eficacia contra variantes importantes como beta y delta “.
Luego de recopilar más datos de la efectividad de la vacuna de Janssen la pregunta, que es la misma que con los otros biológicos, es sí se necesitará una vacuna de refuerzo. Gail Bekker, señaló que “recomendar complementos de refuerzo con otra vacuna es prematuro. Tenemos en cuenta que Sudáfrica solo ha vacunado a 3 de los 41 millones de personas que necesita para proteger a su población contra el COVID-19 grave “. (Le puede interesar: Los privados ya tienen las primeras vacunas para empezar a vacunar en Colombia)
Rasmussen, por su parte, aclaró que una vacuna de refuerzo dependerá “de los datos sobre estas infecciones innovadoras: ¿con qué frecuencia se presentan? ¿Cuáles son los valores de Ct (carga viral)? ¿Están asociados con la transmisión? Si ese es el caso, podríamos beneficiarnos de un refuerzo si hay un suministro adecuado de vacunas”.