Se impondrá un impuesto de salud a quien no se vacune en Quebec (Canadá)
Este martes el primer ministro de Quebec, François Legault, anunció la creación de un impuesto sanitario para quienes se nieguen a recibir la vacuna contra el covid-19 por razones no médicas en las próximas semanas en esa provincia.
François Legault, primer ministro de Quebec, afirmó este martes que la provincia impondrá un impuesto sanitario a las personas que se nieguen a recibir su primera dosis de vacuna contra el covid-19 por razones no médicas en las próximas semanas. (Lea: Se reduce el periodo para aplicar dosis de refuerzo en Colombia)
Aunque Legault no especificó cuánto costaría el impuesto, afirmó que será lo suficientemente significativo para que las personas se animen a vacunarse y estimó que la cifra sería mayor a los 50 o 100 dólares canadienses. Tampoco explicó cuándo entraría en vigencia el impuesto ni si este se incluirá en las declaraciones de impuestos que cubren 2021 y que deben presentarse antes del 30 de abril de este año.
Actualmente, el 10% de la población de Quebec elegible para vacunarse no se ha vacunado; un porcentaje que ocupa el 50% de las camas para covid-19 en hospitales. En Canadá varias juntas regionales de salud han cancelado hasta el 80% de cirugías no urgentes y semiurgentes para liberar personal para apoyar los casos de covid-19. (Lea: Cambio climático provocará aumento de pacientes con cálculo renal, según estudio)
“Estas personas suponen una carga muy importante para nuestra red de atención médica”, afirmó Legault.
Frente a este anuncio, algunos sectores ya han manifestado inconformidad porque consideran que no se han agotado otras vías para incentivar la vacunación. Además, se ha cuestionado que la tarifa del impuesto resulte homogénea para todas las poblaciones, incluyendo las más vulnerables económicamente. (Lea: La OMS advierte que todavía no estamos en endemia)
“Aquellos que eligen no recibir la vacuna, esa no es una población homogénea. Y algunos tienen razones históricas para tener esta vacilación”, afirmó en una entrevista Vardit Ravitsky, profesor de bioética de la Universidad de Montreal. “Algunos de los que tienen razones históricas para desconfiar del gobierno también son vulnerables desde el punto de vista socioeconómico”, agregó el investigador.
François Legault, primer ministro de Quebec, afirmó este martes que la provincia impondrá un impuesto sanitario a las personas que se nieguen a recibir su primera dosis de vacuna contra el covid-19 por razones no médicas en las próximas semanas. (Lea: Se reduce el periodo para aplicar dosis de refuerzo en Colombia)
Aunque Legault no especificó cuánto costaría el impuesto, afirmó que será lo suficientemente significativo para que las personas se animen a vacunarse y estimó que la cifra sería mayor a los 50 o 100 dólares canadienses. Tampoco explicó cuándo entraría en vigencia el impuesto ni si este se incluirá en las declaraciones de impuestos que cubren 2021 y que deben presentarse antes del 30 de abril de este año.
Actualmente, el 10% de la población de Quebec elegible para vacunarse no se ha vacunado; un porcentaje que ocupa el 50% de las camas para covid-19 en hospitales. En Canadá varias juntas regionales de salud han cancelado hasta el 80% de cirugías no urgentes y semiurgentes para liberar personal para apoyar los casos de covid-19. (Lea: Cambio climático provocará aumento de pacientes con cálculo renal, según estudio)
“Estas personas suponen una carga muy importante para nuestra red de atención médica”, afirmó Legault.
Frente a este anuncio, algunos sectores ya han manifestado inconformidad porque consideran que no se han agotado otras vías para incentivar la vacunación. Además, se ha cuestionado que la tarifa del impuesto resulte homogénea para todas las poblaciones, incluyendo las más vulnerables económicamente. (Lea: La OMS advierte que todavía no estamos en endemia)
“Aquellos que eligen no recibir la vacuna, esa no es una población homogénea. Y algunos tienen razones históricas para tener esta vacilación”, afirmó en una entrevista Vardit Ravitsky, profesor de bioética de la Universidad de Montreal. “Algunos de los que tienen razones históricas para desconfiar del gobierno también son vulnerables desde el punto de vista socioeconómico”, agregó el investigador.