Sí, en EE.UU. hay récord de casos, pero las hospitalizaciones y muertes son bajas

Los recientes picos de contagios en países como España, Inglaterra o Francia, que en los últimos días registraron cifras cercanas a los cien mil casos por día, han prendido algunas alarmas sobre el posible impacto de la variante ómicron en los nuevos contagios. Sin embargo, antes de entrar en pánico, vale la pena revisar lo que nos dicen los datos. (Lea: Minsalud actualiza medicamentos y tratamientos incluidos en el Plan de Beneficios)

El martes Estados Unidos superó los 267.000 casos diarios. La cifra anterior más cercana fue 251,232, el 11 de enero de este año. Y aunque las hospitalizaciones han aumentado a 71.000 por día, se mantienen debajo de los niveles máximos. Este ha sido el comportamiento de los casos diarios por millón de habitantes:

De acuerdo con el C.D.C (Centros para el Control y Prevención de Enfermedades), los casos de ómicron representan el 59% del número total de casos de Estados Unidos, siendo delta la variante dominante, según los registros que se tienen hasta la semana del 18 de diciembre. Estos contagios se da en un escenario muy particular que también hay que tener en cuenta: casi el 30% de la población estadounidense no se ha vacunado, como lo muestra la siguiente gráfica.

Pero, pese al aumento de contagios en Estados Unidos, las cifras muestran que la llegada de la variante ómicron no ha aumentado los niveles de mortalidad ni de enfermedad grave. Si bien el promedio diario de muertes por covid-19 ronda las 1.243, hacia el 26 de enero se registraba una cifra récord de 3.342: casi el triple de la situación actual en Estados Unidos. (Lea: Israel aplaza decisión de aplicar cuarta dosis de vacuna contra covid-19)

Como lo muestra la gráfica, mientras que en enero de este año se llegó a un promedio máximo de 10.22 muertes por cada millón de habitantes, al 28 de diciembre el estimado era de 4.58 por millón de habitantes. Lo que significa que aunque los contagios están aumentando, las tasas de mortalidad actuales distan de los momentos más complejos de la pandemia en ese país.

Otro punto que con frecuencia han publicado algunos medios de comunicación tiene que ver con tasas de hospitalizaciones en niños. Como lo registró The New York Times, la semana pasada las admisiones pediátricas por covid-19 en los hospitales aumentaron en un 50% en comparación con los primeros días de diciembre, con 199.000 casos infantiles a nivel nacional.

Sin embargo, hay varios puntos a tener en cuenta. Primero, esto puede relacionarse con las bajas tasas de vacunación a esta población, pues los más pequeños no califican aún para vacunarse y solo los mayores de 16 años pueden acceder a la dosis de refuerzo. (Lea: Yo estuve en la evaluación de las vacunas contra el Covid-19)

Además, según el Departamento de Salud y Servicios Humanos, la semana pasada fueron hospitalizados 1.200 niños por covid-19, una cifra muy inferior a los picos alcanzados en septiembre de este año.

“Creo que la historia importante que contar aquí es que la gravedad ha disminuido y el riesgo de una enfermedad grave significativa parece ser menor”, le dijo al diario estadounidense el doctor David Rubin, investigador del Children’s Hospital de Philadelphia, EE.UU.

Los recientes picos de contagios en países como España, Inglaterra o Francia, que en los últimos días registraron cifras cercanas a los cien mil casos por día, han prendido algunas alarmas sobre el posible impacto de la variante ómicron en los nuevos contagios. Sin embargo, antes de entrar en pánico, vale la pena revisar lo que nos dicen los datos. (Lea: Minsalud actualiza medicamentos y tratamientos incluidos en el Plan de Beneficios)

El martes Estados Unidos superó los 267.000 casos diarios. La cifra anterior más cercana fue 251,232, el 11 de enero de este año. Y aunque las hospitalizaciones han aumentado a 71.000 por día, se mantienen debajo de los niveles máximos. Este ha sido el comportamiento de los casos diarios por millón de habitantes:

De acuerdo con el C.D.C (Centros para el Control y Prevención de Enfermedades), los casos de ómicron representan el 59% del número total de casos de Estados Unidos, siendo delta la variante dominante, según los registros que se tienen hasta la semana del 18 de diciembre. Estos contagios se da en un escenario muy particular que también hay que tener en cuenta: casi el 30% de la población estadounidense no se ha vacunado, como lo muestra la siguiente gráfica.

Pero, pese al aumento de contagios en Estados Unidos, las cifras muestran que la llegada de la variante ómicron no ha aumentado los niveles de mortalidad ni de enfermedad grave. Si bien el promedio diario de muertes por covid-19 ronda las 1.243, hacia el 26 de enero se registraba una cifra récord de 3.342: casi el triple de la situación actual en Estados Unidos. (Lea: Israel aplaza decisión de aplicar cuarta dosis de vacuna contra covid-19)

Como lo muestra la gráfica, mientras que en enero de este año se llegó a un promedio máximo de 10.22 muertes por cada millón de habitantes, al 28 de diciembre el estimado era de 4.58 por millón de habitantes. Lo que significa que aunque los contagios están aumentando, las tasas de mortalidad actuales distan de los momentos más complejos de la pandemia en ese país.

Otro punto que con frecuencia han publicado algunos medios de comunicación tiene que ver con tasas de hospitalizaciones en niños. Como lo registró The New York Times, la semana pasada las admisiones pediátricas por covid-19 en los hospitales aumentaron en un 50% en comparación con los primeros días de diciembre, con 199.000 casos infantiles a nivel nacional.

Sin embargo, hay varios puntos a tener en cuenta. Primero, esto puede relacionarse con las bajas tasas de vacunación a esta población, pues los más pequeños no califican aún para vacunarse y solo los mayores de 16 años pueden acceder a la dosis de refuerzo. (Lea: Yo estuve en la evaluación de las vacunas contra el Covid-19)

Además, según el Departamento de Salud y Servicios Humanos, la semana pasada fueron hospitalizados 1.200 niños por covid-19, una cifra muy inferior a los picos alcanzados en septiembre de este año.

“Creo que la historia importante que contar aquí es que la gravedad ha disminuido y el riesgo de una enfermedad grave significativa parece ser menor”, le dijo al diario estadounidense el doctor David Rubin, investigador del Children’s Hospital de Philadelphia, EE.UU.